Un momento de la presentación de la encuesta, con la participación de los ediles de Compromís, Unides Podem EU y PSOE.ALICANTE. Una encuesta elaborada por la Coordinadora Alicante Limpia (CAL) refleja que el 84,5% de los consultados asegura que las calles de la ciudad "están sucias o muy sucias", frente a otro 15% que considera que su estado es regular, limpio o muy limpio, según el resultado del estudio dado a conocer este martes, en una comparecencia ofrecida por los representantes de la CAL y concejales de PSOE, Unides Podem EU y Compromís.
El estudio, desarrollado durante quince días (del 16 de noviembre al 1 de diciembre del 2022), habría contado con 1.001 participantes, según las mismas fuentes. Y, en concreto, concluye que un 0,3% considera que las calles están muy limpias; otro 1,4% cree que están limpias; un 13,9% estima que su estado es regular; un 30,7% que están sucias y un 53,8% que están muy sucias.
Entre las conclusiones de la encuesta, la CAL destaca que existen diferencias de apreciación en función del distrito de residencia del encuestado "como demuestra el análisis realizado en dos zonas bien diferenciadas de la ciudad: Playa de San Juan-Cabo de la Huertas y el barrio del Pla", en la medida en que en el primero de esos distritos el porcentaje de encuestados que asegura que las calles del entorno en el que vive están muy sucias es del 23,1% mientras que en el distrito del Pla ese mismo porcentaje se eleva hasta el 81%.
Además, el colectivo señala que "a raíz de una serie (no exhaustiva) de posibles fuentes de suciedad en la ciudad, la encuesta permite destacar, con creces, dos razones principales: los excrementos y orines y las basuras alrededor de los contenedores. Situación en la que no cabe más que volver a cuestionar la aplicación de la ordenanza de limpieza que establece multas significativas para ambos hechos", según recalca el colectivo.
La coordinadora subraya también que "de estos datos se infiere que la recogida puerta a puerta debe priorizarse en los comercios, además de ampliar (zonas y horarios) los ecopuntos fijos y móviles para una mejor gestión de los enseres domésticos". Y añade que "las preguntas relacionadas con el coste económico demuestran claramente la falta de información de la población sobre los costes cuando precisamente nos encontramos en una encrucijada importante en materia de gestión de los residuos, que sólo puede realizarse correctamente con la participación y activa colaboración de la población".
La encuesta incluye, también, un capítulo dedicado a la percepción que tiene la ciudadanía sobre los contenedores del sistema actual de recogida. Y, según la CAL, "evidentemente, el rechazo a la contenerización se refiere a las molestias que generan: acumulación de suciedad alrededor de los contenedores convertidos la mayoría de las veces en mini vertederos y los malos olores que generan".
Al tiempo, "la encuesta también ofrece algunas pistas sobre la sensibilidad de la ciudadanía respecto a la lejanía del punto de recogida o a la morfología del barrio o lugares donde se colocan. La limpieza y la gestión de los residuos son dos caras de la misma moneda. Una buena gestión de los residuos conlleva un buen grado de limpieza al impedir que los residuos sean parte de lo que hay que limpiar (retirar) de las calles; evita que se siga incrementando el volumen de residuos en los vertederos y, por lo tanto, la contaminación, lo que supone un ahorro para la arcas municipales", abunda el apartado de conclusiones del estudio.
Por su parte, el concejal del PSOE, Raúl Ruiz, ha señalado, a la vista de la encuesta, que "desde luego Barcala tiene muy difícil explicar cómo es posible que la gente vea una ciudad tan distinta a la que él ve, tiene a los alicantinos cansados de apartar basura para poder caminar pero sigue empeñado en insultarles y culparles de la nula gestión estos años del área de limpieza". Así, ha considerado que "el muestreo cuenta con más de 6 veces la participación de la última encuesta encargada por el Ayuntamiento para comprobar el descontento con la limpieza. Y más del doble la que llevó a cabo para evaluar a Agenda Urbana".
Además, ha señalado que "las principales quejas transmitidas son la basura que permanentemente rodea los contenedores y los excrementos de mascota abandonados en vía pública, las mismas cuestiones que venimos denunciando los socialistas desde que comenzó el mandato y para las que hemos elevado distintas propuestas, como la redefinición del sistema de recogida de islas de contenedores; la implantación del sistema puerta a puerta consensuada con el tejido asociativo; o la creación de un registro de mascotas y de un sistema de muestreo que identifique y sancione las heces de mascota abandonadas".
Así, ha concluido que "es vergonzoso que una de las ciudades con más interés en mostrarse al mundo tenga que hacerlo sorteando vertidos de basura, enseres o escombros. Hay algunas aceras de nuestros barrios por las que sencillamente no se puede pasar sin taparse la nariz y esta encuesta es la prueba de que la ciudadanía está cansada de que se les tome el pelo.
Esta ciudad no se parece en absoluto a Barcala".
No obstante, la perspectiva del equipo de gobierno, el bipartito compuesto por Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs), difiere de las valoraciones ofrecidas por el PSOE respecto a las implicaciones de la encuesta de la CAL. Por lo pronto, el edil de Limpieza y Gestión de Residuos, además de portavoz adjunto del bipartito, Manuel Villar, ha señalado este martes, durante la comparecencia semanal ofrecida para dar cuenta de los acuerdos alcanzados en Junta de Gobierno, que "el estado de la limpieza ha mejorado a lo largo de los últimos cuatro años, después de que hayamos conseguido reforzar el servicio que se prestaba con las mismas herramientas con las que se contaba en el mandato anterior".
Así, ha incidido en el argumento que PP y Cs han esgrimido en ocasiones anteriores al reiterar que "la ciudad está mejor que estaba, aunque no está todavía como nos gustaría que estuviese". Por eso ha incidido en que "seguimos trabajando para mejorar esa situación" y ha recalcado que ya se ha conseguido renovar la contrata que permitirá incorporar mayores medios para reforzar la prestación. En todo caso, sí ha admitido que no se están aplicando las sanciones que resultarían necesarias para perseguir a los ciudadanos que mantuviesen comportamientos incívicos, como el hecho de no recoger los excrementos de las mascotas. Eso sí, ha recalcado que "resulta muy complicado que un agente de policía, uniformado, pueda captar una infracción de ese tipo por razones obvias", ha añadido.
