Foto: RAFA MOLINA.BENIDORM. La ciudad de Benidorm ha llenado sus calles esta Semana Santa, el primer periodo de gran demanda turística en el municipio. Así se ha dejado ver en los diferentes datos oficiales de la patronal hotelera Hosbec, la asociación de apartamentos turísticos Aptur y el consumo de agua en la ciudad. El más llamativo es el último, que según el Ayuntamiento, bate récords, incrementándose tanto con las cifras del año pasado como de los anteriores al estallido de la pandemia.
"Benidorm ha recuperado la normalidad más absoluta y no solo mantiene su atractivo sino que lo incrementa entre los turistas y visitantes", dice el Consistorio en un comunicado. En concreto, desde el viernes Santo (7 abril) al lunes de Pascua (10 abril) el consumo de agua fue de 122.411 metros cúbicos. Comparado con el 2019 para este mismo periodo vacacional, el consumo fue de 111.013 metros cúbicos. Lo que se traduce en un incremento del consumo del 9,4% con respecto al año en el que se batían todos los números turísticos. Si la referencia parte del año pasado, también se siguen superando en más de 11.172 metros cúbicos.
Pero eso no es todo, la tendencia es muy similar si se analizan los resultados de los once días que van desde el viernes 31 de marzo hasta el lunes de Pascua. Este año el consumo de agua ha ascendido a 330.972 metros cúbicos, mientras que en el mismo período de 2019 la cifra fue de 305.945 metros cúbicos. Por tanto, el incremento porcentual de este año con respecto a 2019 ha sido del 7,6%.
De la misma forma, en el mismo período del año pasado el consumo de agua en la ciudad fue de 284.860 metros cúbicos, es decir más de 46.000 metros cúbicos (13,9%) menos que este año.
Con todo, el incremento del consumo de agua es una realidad que se constata desde hace unos meses. Como se recordará, desde el Consorcio de Aguas de la Marina Baixa señalaban a este diario en un reportaje sobre las energías renovables en la entidad que el pasado mes de enero registró una subida del consumo de agua por encima de la media de los últimos diez años. Una situación no obstante que pone en aviso a los embalses de la comarca y el abastecimiento a la población frente a la escasez de las lluvias.
Por su parte, los hoteles se muestran satisfechos con los datos de ocupación. La patronal del sector, Hosbec, hablan de una media del 86% del 6 al 10 de abril. Unas cifras que son superiores a las previstas días antes debido a la reserva de última hora, que desde que se inició la movilidad tras la pandemia, ha sido una práctica más habitual que anteriormente. "La industria del alojamiento hotelero ha acumulado reservas como hace tiempo que no se veían", dicen en un comunicado.
Sin embargo, el presidente de Hosbec, Fede Fuster, puso el foco en otro aspecto: la rentabilidad del turismo en la zona. "Ahora no estamos obsesionados por contar turistas ni por batir récords, el año 2023 va a ser la temporada turística en la que tengamos objetivos de rentabilidad y de sostenibilidad futura tanto social como económica", dijo el empresario. Aun así, reconoció que vistos los datos actuales, encaran la temporada turística de verano "con buenas perspectivas".
La asignatura pendiente sigue siendo el mercado británico, que según el hotelero, sigue sin alcanzar las cifras de 2019. De hecho, asegura que de haberlo conseguido, Benidorm habría rebasado la cifra del 90% en ocupación media "con facilidad".
Por su parte y siguiendo con los alojamientos, el presidente de Aptur, Miguel Ángel Sotillos, hizo una "valoración positiva" de esta primera gran demanda turística. En función de la ocupación de sus asociados, las zonas de costa como Benidorm han superado el 90% de media. En esta ocasión, la rentabilidad sí que se analiza por parte de la patronal, señalando que la facturación se ha incrementado con respecto al mismo periodo de 2019, aunque "no para tirar cohetes teniendo en cuenta los costes que soportamos".
Otro de los indicadores facilitados por el Ayuntamiento sobre la Semana Santa han sido los aparcamientos disuasorios. Un "lleno" que apunta el Consistorio y que según el concejal de Movilidad, José Ramón González de Zárate, demuestra que "la ciudad está más que preparada para ordenar el estacionamiento de la avalancha de vehículos habitual en momentos punta como la Semana Santa o la temporada de verano".
