ALICANTE. La escuela de negocios alicantina Fundesem Business School (FBS) y su 'caballero blanco', la Universidad Europea, temen que el calendario que resta hasta las elecciones autonómicas pueda condicionar la salida 'oficial' de la fase de convenio de la escuela, con la aprobación de su plan de viabilidad. Un paso necesario para que el centro privado pueda tomar las riendas de la escuela (tal como establece dicho plan) y comenzar a preparar su aterrizaje en Alicante para el curso 2023/2024.
La intención de la Universidad Europea, tal como adelantó en exclusiva Alicante Plaza en junio de 2022, es impartir en su nueva sede en Alicante (el edificio de Fundesem, propiedad del Ivace) cuatro grados sanitarios, con enfermería u odontología entre ellos. Una formación en la que se contemplan unas 50 plazas por grado y para la que el centro ya tiene el visto bueno de la Aneca (la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación del Ministerio de Universidades) y de las consellerias de Sanidad y Educación desde el año pasado, por lo que podría comenzar de inmediato.
Junto a esta oferta de formación en ciencias de la salud, el centro privado se ha comprometido con Fundesem a impartir algunos títulos relacionados con los negocios y la administración de empresas, con una oferta inicial liderada por el clásico MBA que podría ir ampliándose, y que cubra también desde el próximo curso el espectro básico de una escuela de negocios, según fuentes próximas. Se trataría previsiblemente de títulos compartidos por las dos escuelas.
Pero para ello, el juzgado tiene que homologar el acuerdo de los acreedores validando el convenio propuesto por la escuela (con una quita del 50%). Una resolución que, con la huelga de los letrados de justicia, podría dilatarse en el tiempo y que en principio debería adoptarse el próximo mes de marzo, que es cuando vencía (el día 1) el plazo para adherirse o no al convenio y plan de viabilidad. El Ivace, dueño del 65% del crédito (y, por tanto, el único que podía decidir el destino de la concursada) ha dado su visto bueno, pero la decisión debe ratificarse en el pleno del Consell. Y aquí empieza el problema.
La Administración ha planteado al juzgado poder disponer de más tiempo para que la reunión del Gobierno valenciano se celebre con todos los informes preceptivos. En este sentido, este viernes se celebra el último pleno antes del 1 de marzo, sin que esté previsto validar el acuerdo del Ivace. Entre el plazo extra para el Consell, la huelga y que en marzo empieza la concatenación de Fallas, Semana Santa y campaña electoral, en la escuela de negocios temen que la salida del concurso de acreedores se quede bloqueada hasta el verano. Eso sin contar que un cambio de Consell pudiese alterar el acuerdo.
En este sentido, el despacho que representa los intereses de Fundesem en el proceso, el ilicitano Galsan Consultores, está presionando a su vez en sentido contrario, para que el juez de lo Mercantil no prorrogue más allá del 1 de marzo el plazo de adhesión al convenio, y lo de por aprobado continuando con los trámites. En este sentido, los economistas de Galsan consideran que el acuerdo de la junta del Ivace es suficiente para considerar al instituto de la Conselleria adherido, y por tanto el convenio aprobado al votarlo la mayoría del crédito.
Este movimiento sería clave además para que Alicante ganase la partida a Málaga en cuanto a la presencia de la Universidad Europea en la ciudad. Si bien el descarte inicial de Fundesem (en junio pasado, con la decisión que motivó el concurso de acreedores) decantaba la balanza hacia la Costa del Sol, donde el centro privado no solo recibía el suelo municipal para levantar su centro, sino ayudas económicas, ahora la situación es radicalmente distinta: el centro de Alicante podría arrancar en septiembre y en Málaga todavía no han recibido todos los permisos necesarios para comenzar las obras.