VALÈNCIA. El corazón de México se traslada a La Rambleta junto a Silvana Estrada. La también conocida como la ‘Chavelita millenial’ trae a València su jazz y folklore lento de la mano de SON Estrella Galicia, en un concierto en el que demuestra que a sus 25 años de edad ya ha dejado de ser una promesa para convertirse en un referente. Confiesa que los títulos no le importan demasiado, mientras ha obtenido el galardón de Mejor Nueva artista de los Latin Grammy (2022), éxito que va acompañado de colgar el cartel de sold out en el 90% de sus conciertos en España. Ahora celebra todo esto en València con un concierto en el que presenta su álbum Marchita, en el que habla de su percepción del amor, el olvido y la esperanza. Lo hace con melodías que parecen que bailan al son de su universo, un espacio único que habita junto a su público y sus referentes.
-Lo primero de todo, ¿cómo estás?
-Feliz de estar en España, siempre me gusta mucho estar cerca del mar. La gira europea está superando todas mis expectativas, a pesar de que comencé con poca energía. Pero aquí todo ha sido maravilloso, los shows han sido hermosos y casi todo sold out.
-Igual es porque el público de aquí te espera con muchas ganas…
-También puede ser. Siempre me he sentido muy querida por mi público pero la realidad es que los artistas empezamos a aceptarlo después de muchos años. Están muy bien los premios o los sold outs, pero lo importante es cuando lo aceptas de verdad y te lo crees.
-¿Cómo te sientes con la denominación de ‘Chavelita milenial’?
-Es algo que se dice en España, porque es el referente mexicano más cercano, pero si lo dijéramos allí a los mexicanos les daría algo. Me gusta la comparativa porque es algo bonito, y además amo a Chavela, pero es verdad que como mexicana me cuesta verlo del todo.
-¿Pecamos de buscar lo viejo en algo nuevo?
-En este caso Chavela es Chavela por siempre, no puede haber una nueva. Ya lo es cada vez que alguien la escucha de cero. Tampoco puede haber más de una Silvana Estrada, a no ser que pueda fusionarse con otros artistas y probar nuevos géneros.
-¿En qué momento musical estás ahora?
-Diría que en uno muy divertido. Estoy explorando mucho, tengo canciones a las que les tengo mucho cariño y poco a poco las voy introduciendo al show. Son canciones que no están fuera aún, pero me gusta mucho montarlas y luego ya compartirlas en plataformas. Prefiero tocarlas primero para conocerlas mejor, en todas sus facetas, y luego ya me paro a introducirlas en un disco. Hasta que no tocas un tema en un concierto no comprendes lo que quiere decir.
-¿Cómo es tu proceso creativo cuando estás de gira?
-Aprendo a mezclar el proceso creativo con el de exploración y con la preparación de los shows. A la vez siento, como compositora, que me voy reinventando a través de mis propias experiencias. Narro lo que no comprendo, lo desconocido que necesita un nombre.
-¿Sientes que a veces te faltan las palabras?
-Escribo porque necesito ponerle palabras a las cosas que me van pasando. Creo que el lenguaje muchas veces es llano y crudo, y eso de repente no basta. Me faltan las palabras para explicar cosas complejas como el amor, la tristeza, la nostalgia y el duelo… en general en el mundo de las emociones y los sentimientos. Teniendo nuevas experiencias, hablando y conociendo gente vamos ampliando nuestro vocabulario.
-¿Cuidas mucho tus letras?
-Si cuidas tu energía automáticamente cuidas la palabra. Cuando estás empezando notas que hay una energía constante de querer demostrar, es algo universal. Al principio de cualquier proyecto te tienes que demostrar a ti mismo que funciona, te tienes que dar tu propio lugar.
-Te lo dan por ejemplo con el Grammy a Mejor Nueva Artista en 2022, ¿qué suponen para ti los premios?
-Para mí darme un lugar realmente es seguir yéndome de gira. Enfrentarme a una gira y sobrevivir a ella, y una vez pasa eso te sientes más consolidada. Cuando eso pasa ya no tienes que demostrar, te puedes concentrar en disfrutar e incluso en aprender. Eres más libre.
-Pero no puedes negar que sientes orgullo con un trofeo
-Obvio, a todo el mundo le gusta que le den premios, es como que te den un postrecito… ¿A quién no le va a gustar un postrecito? Pero digamos que no es mi motivación, aunque he de decirte que con todo lo que me ha pasado estos meses me cuesta contestar con claridad. Siento que tengo que bajar más a tierra mis emociones más para ser capaz de agradecer.
-¿Te trata bien la industria?
-Te diría que sí, nunca he trabajado bajo presión… mi equipo es muy respetuoso con mis proyectos. Solo he trabajado bajo presión cuando he compuesto para películas y series, ahí te podría decir que todo es diferente, pero es una tensión hasta divertida.
-¿A qué crees que se debe?
-Usualmente compongo más rápido que lo que ellos tardan en hacer los planes de soltar el disco [ríe]. Las disqueras no deberían estar en posición de reclamar nada, ni de presionar, porque luego estas tardan años en sacar tu material.
-¿Le falta el tiempo a Silvana Estrada?
-Pienso que hace falta un ratito para entender lo bueno. Cuando pasa algo malo necesitas tiempo para superarlo, pues lo mismo debería ser con lo bueno. Las cosas buenas también explotan y son densas, es otra área de los sentimientos.