ELCHE. La Fundación Salud Infantil sigue impulsando distintos proyectos de investigació para mejorar en atención temprana, en este caso, en bebés muy prematuros. Está preparando un proyecto piloto que empezará en la UCI de neonatos del Hospital General de Elche, y cuyos resultados podrían extenderse a otras UCI del país en el caso de que fructifique. El objetivo final es que las madres de los bebés muy prematuros mantengan su vínculo afectivo con el niño o niña cuando crezca, ya que la situación de prematuridad de los pequeños suele generar estrés en la madre por no poder cuidarlo o que esté rodeado de máquinas. Y por ende, esto puede generar un menor apego del niño o niña en el futuro, clave para su sistema emocional.
Este proyecto está impulsado desde la Fundación en colaboración con el Hospital General, del Centro de Investigación Nebrija en Cognición (CINC), del Grupo de
Investigación en Atención Temprana (GIAT) de la Universidad de Murcia y del Grupo de
Investigación en Terapia Ocupacional (InTeO) de la Universidad Miguel Hernández de
Elche (UMH) y el HI HUB Soul del Centro San Rafael.
En este sentido, Salud Infantil ya lleva colaborando desde 2003 con el Hospital General en la unidad de Neonatos, dos veces por semana, donde van una psicóloga, fisio y logopeda, para trabajar la atención neonatal. "Cuando el equipo de neonatólogos cree que tiene un niño candidato a recibir estimulación temprana, empezamos a trabajar con la familia", señala la directora de la fundación, la directora Jéssica Piñero. "Desde hace varios años nos hemos dado cuenta de que nuestro trabajo siempre ha estado centrado en el niño pero hay un núcleo super importante que es la familia, el pilar de nuestra intervención y con quien vamos de la mano tanto en el entorno hospitalario como en el centro de atención temprana".
Por ello empieza ahora este proyecto en la UCI del hospital, ya que según explica la neonatóloga del mismo, María Jesús Ferrández, quien participa en la iniciativa, "somos una UCI de referencia en el sur de la provincia e ingresamos a todos los recién nacidos, prematuros o no que necesiten cuidados, incluidos los grandes prematuros, menores de 32 semanas, que tratamos con especialistas". Explica que independientemente de los cuidados médicos que se realizan, desde hace unos años trabajan en todo lo relacionado con la familia, "porque mejora la evolución". Con los cuidados y la implicación de los mismos de la familia durante la estancia en la unidad, son factores que ayudan a mejorar su desarrollo. "Con programas 'canguro' trabajamos la rutina de los padres, pueden entrar y salir cuando quieran, y atendemos otras medidas, como los estímulos de sonido, muy importantes". "Que sobre todo los padres, que deben de tener una participación activa, estén bien y sin estrés, eso se transmite al hijo y genera un mayor apego".
Explica Piñero que es un estudio longitudinal. Van a medir durante cuatro semanas las interacciones con la madre y el niño, y después durante un año, cada tres meses se evaluarán en la fundación los datos que se recojan. Durante esas cuatro semanas se pondrá a las madres sensores no invasivos "para poder detectar el estrés, y la prosodia (la entonación de su voz), que indica el nivel, y ello se relacionará con las pruebas que se realizarán con el comportamiento del niño y de la madre". Además de la prosodia, se tomarán pruebas en el momento de contacto más afectivo (el 'método Canguro') para ver cómo se maneja el estrés en ese momento y después en momento de las tomas, más sensible cuando son más pequeños. De esa manera se pueden extraer conclusiones con un mayor índice de fiabilidad, "ya que contamos con variables de manera objetiva". Paralelamente también se medirán conductas a través de las personas con cuestionaros y evaluación del comportamiento.
"Queremos detectar si una mayor exposición al estrés de los padres durante la estancia neonatal debido al nacimiento prematuro influye en una peor calidad de las interacciones y por tanto inseguridad del apego". Piñera argumenta que en estos casos no hay preparación o se interrumpe pronto por el parto prematuro, "y eso genera ansiedad en los padres, y para el bebé, cuantas menos semanas de gestaición, mayores problemas de desarrollo". Por una muy buena situación neonatal que se dé, "no es el entorno habitual de la familia", explica la doctora, quien añade que "los estudios nos han dicho que se sabe muy poco de cómo la madre percibe a su hijo y nosotros queremos dar un paso más porque si somos capaces de demostrar que altos niveles de estrés generan esa disfunción en los vínculos, podremos desarrollar proyectos en las UCIs neonatales". Estrategias a aplicar para la salud mental de los protegnitores y por tanto de la relación entre ellos y sus hijos.
Actualmente, como explica Ferrández, el Hospital General suele tratar a unos 160 bebés prematuros al año, "aunque grandes prematuros suelen ser alrededor de 50-60 al año". Indica que hay estudios que indica que cerca del 50% de las madres de bebés prematuros, en comparcación con el 10-15% de las madres de los nacidos a término; "presentan niveles críticos de ansiedad o depresión, por el trauma, la preocupación, intranquilidad...". Por ello apunta como clave "cuidar esos afectos en los primeros momentos tras el parto". Este 17 de noviembre es el Día Mundial del Niño Prematuro.