ELCHE. 'Será porque te amo' de Ricchi e Poveri a toda máquina y el tradicional pasillo de entrada para que las estrellas de la tarde-noche, el candidato a la alcaldía Pablo Ruz, y el candidato a la presidencia de la Generalitat, Carlos Mazón, se den un agradecido baño de masas antes de llegar al escenario. Sonrisas, efusividad y ganas. Aunque ya con no poco tiempo en política ambos, una nueva generación en el Partido Popular, como nueva la versión que sonaba de Ricchi e Poveri. Más fresca y con energía, como la que rezumaban y pretendían proyectar ambos ante el más de medio millar de asistentes que abarrotó la bautizada sala 'Ternari' del Centro de Congresos.
Cinco minutos de introducción (después ya sonó el himno del PP) bajo la atenta mirada del coordinador de campaña, Antonio Luis Martínez-Pujalte, antes de que Ruz iniciara su intervención. Un speech al que faltaron pocos. Estaba la exalcaldesa y mentora del aspirante, Mercedes Alonso, a quien el otrora delfín envió un saludo y llamó afectuosamente "alcaldesa", símbolo de haberse fumado la pipa de la paz, y que se ha dejado ver estos meses junto al candidato. Casual o no, al otro lado de la sala uno de los exediles díscolos de aquella época, Sebastián Polo. Tampoco faltaron caras más y menos veteranas de la corporación, desde Manuel Ortuño hasta David Caballero, o el hasta ahora casi anónimo Jesús Pareja (Partido de Elche).
Junto a ellos, como es habitual, distintos colectivos de la sociedad civil: asociaciones de regantes, agricultores, comerciantes, representantes de Elche Piensa, Instituto Icie, Aesec, del Misteri con Francisco Borja; también del ámbito social como Elche Acoge o el comedor Al-Tauffik, empresarios como Rafael Bernabéu (J'Hayber), Manuel Román de AEC, ¿curiosos? como Paz Gallud (exasesora del Ciudadanos de Eva Crisol) y lo más sorprendente, entre las primeras filas, el cañonero de Vera (Paco Gómez dixit), Nino. "Estamos encantados, vamos a disfrutar en este Elche, querido presidente, que ya ves como estamos vibrando con este cambio próximo, que protagonizas tú, y nosotros", arrancó Ruz.
En una época en la que más que el fondo, que también, la imagen vale mucho, Ruz y Mazón recibieron una gran y cálida acogida —a pesar de que la idea original era en la Plaza del Congreso Eucarístico—, de las que proyectan un ambiente de posible victoria. Muchas ganas, abrazos intensos y algún grupo que se quedó fuera de la sala por el aforo. Ruz, abrazado por la chaqueta del fallecido Sergio Rodríguez, hasta agosto de 2022 su mano derecha, pedía "confiar", como reza su lema. "Es el verbo más generoso y exigente, requiere generosidad del que confía y exige voluntad y espíritu del que la pide". El candidato dedicaba palabras trascendentales sobre su proyecto, y del de Mazón, apelando a un trabajo de años, "no os vamos a fallar", haciendo énfasis en que su proyecto ha sido rubricado por vecinos y vecinas a quienes han consultado.
Ruz pide un municipio "más humano y justo", apuntando a ayudas concretas para "aquellos vulnerables que necesitan de su Ayuntamiento", un plan de empleo para la juventud, y viviendas sociales "atendidas por aquellas entidades que saben lo que necesita la ciudad". Como es habitual en el candidato, y sobre todo ahora en tiempos de (pre)campaña, imprimió palabras de anhelos y deseos para dar más carga emotiva a sus propuestas: "Sueño y quiero un Elche donde las mujeres que quieran ser madres cuenten con que su Ayuntamiento les va a ayudar a traer vida a este mundo". "Sueño y deseo un Elche que ofrezca más oportunidades, por eso proponemos esa escuela de formación en el oficio del calzado".
Como ha venido avanzando, propone pactos con partidos y entidades para los próximos ocho años. Más suelo industrial, para los emprendedores, "un tejido empresarial que cuente más para Valencia y que cuente con una política fiscal más justas y con menos impuestos". Propone más justicia y presupuesto para las pedanías y las juntas de distrito, así como en los barrios. "Unidad", pedía Ruz. Reivindicó el Camp d'Elx, en el que ha estado bastante estos días, y además incidía en propuestas ya anunciadas como un patronato de patrimonio y más cultura para los barrios como Carrús. "Y quiero querido presidente, un Elche más culto, con Clarisas rehabilitada y convertida en Museo de Arte moderno de todos los valencianos, y su capilla gótica para que nos visite la Dama desde el Museo Arqueológico Nacional".
Acequias destapadas, el museo de Pusol con delegación en el Hort de Pontos, más arbolado con sombra, huertos útiles para la agricultura, "y queremos un Elche más libre", apuntaba en mención a los coches, enfatizando en que no eliminará aparcamiento con el PMUS aprobado (lo que generó aplausos), y que los vehículos serán compatibles con las bicis. También Ruz pedía a Mazón como futuro presidente tener más peso en València y seguir luchando por el agua, cargando contra Pedro Sánchez y su "valedor en Elche, Carlos González".
En la parte más sentimental, hizo honor a su 'patria chica', "¿seríais quienes sois si no fuerais de Elche? Quiero ser alcalde, un buen alcalde, para encabezar el despegue de esta ciudad hacia lo más alto", denotando que ganas no le faltan, aunque no es el único ni el principal argumento para ser regidor. "El proyecto que empezamos Sergio y yo y que ahora está tan cerca", decía, poniendo de ejemplo a Vicente Quiles y Ramón Pastor, y reivindicando su disfrute en tradiciones como L'Albà y la palma blanca. O Nino. "Soy un ilicitano más que recorre sus calles, sus pedanías"... iba finalizando con unas estrofas más líricas, queriendo erigirse como un alcalde que disfruta de la cultura romana, árabe, cristiana e íbera de la ciudad. Acabó llamando a que la gente se sume a su "movimiento ilicitano y transversal", tirando de trascendencia: "Vivimos un momento crucial, el más crucial como ciudad y comunidad". "Viva Elche y viva la Mare de Déu".
Dejó paso para Carlos Mazón, que ya venía con el rodaje de mítines y mítines a las espaldas, sin discurso escrito, con el primer guiño a Elche, referenciando el acuerdo de gobierno en la Diputación, firmado en el Museo de Pusol. "No sé si significa algo o es importante, pero ahí empezó todo". No tardó en sacar, henchido de orgullo, su particular 'hoja de servicios' en Elche para ganarse a los asistentes y mostrar compromiso con la ciudad. Bromeaba diciendo que antes era Ruz quien tocaba constantemente la puerta de la Diputación, "y ahora vengo yo directamente, me ha educado bien, me ha domado", decía con complicidad. Puso de relieve los 4,7 millones de euros consignados (aún no transferidos, pues es una de las últimas polémicas con el Ayuntamiento a colación de la documentación) para el Palacio de Congresos. "Por fin sale Alicante de la Diputación", señalaba, en referencia a los 5 millones para la compra de la futura sede cultural y 3 para la reforma; también recordó el acuerdo de 2,2 millones para el Instituto de Neurodeasrrollo de la Fundación Salud Infantil, la rehabilitación de la Acequia Mayor, ayudas al Misteri, la Uned, la palma blanca, la granada mollar o haber financiado el aniversario de peñistas del Elche CF o los bonos consumo.
Una lista efectiva para mostrar músculo inversor en una ciudad ávida de grandes proyectos de otras administraciones. Intenta rellenar ese espacio de la 'deuda histórica' del Consell por los terrenos de la UMH y que apenas han tenido movimiento. " Y esto lo hacemos con 100 veces menos presupuesto", se jactaba Mazón. "Hemos empezado a soñar en Elche. Apunta, alcalde (a Ruz), que el que viene a la ciudad soy yo a cumplir la deuda histórica de la Generalitat. Vendré a rendir cuentas al nuevo Palacio de Congresos", decía un Mazón lanzado. "Y empezamos con el tranvía".
Siguió cargando contra Puig exigiendo implicación en el palacio congresual, no solo por la inversión, sino sobre todo para poner en marcha un consorcio con Ayuntamiento y Diputación para su promoción internacional. "Los edificios no solo se construyen, tienen que volar". Y ya se centró en la parte autonómica, criticando que Puig haya rehuido varios debates para después criticar listas de espera en sanidad, prometer su bajada de impuestos de vivienda, sucesiones, o tasa turística, bajo su mantra del "infierno fiscal" autonómico. También tuvo palabras contra el "sanchismo" con la ley del solo sí es sí, la reforma de los delitos de sedición o malversación, así como las manidas estos días listas de Bildu con exmilitantes de ETA. "Es difícil ser representante del sanchismo estos días, yo tampoco iría al debate".
Algún chiste de productos con paralelismos entre él y Puig con un pedidos de A-Mazon (Amazon) y Ximo-exprés (Aliexpress) y un lanzado "Viva Elche y Visca la Mare de Déu" apuntando a Ruz. Después, para cuadrar, una conjunción de himnos varios para todos los gustos. Sonó el Aromas Ilicitanos, el himno valenciano, el de España y después el del PP. Y si lo hubiera de la Diputación, también habría sonado, porque con el ánimo de la velada hubiera funcionado cualquier cosa.