ALICANTE. La actualización de la ordenanza del ruido aprobada este martes por el equipo de gobierno de Alicante (PP y Cs) en Junta Local generó reacciones enfrentadas entre los grupos políticos que ejercen funciones de oposición (PSOE, Unides Podem EU, Compromís y Vox), así como entre los representantes del sector del ocio, como la Asociación de Locales de Ocio y Restauración (Alroa).
A grandes rasgos, los tres partidos que conforman el eje progresista coincidieron en valorar que el impulso de la actualización de esa norma llegaba con retraso y que tenía visos de electoralismo. Vox, por su parte, anticipó su rechazo a que se abogue por presionar a los empresarios de la hostelería. Y Alroa avanzó la presentación de alegaciones tras considerar que el procedimiento seguido para revisar la norma sería erróneo si antes no se ha dispuesto de un mapa de ruido que ofrezca una visión real de la situación de la ciudad.
Por partes. En primer término, tanto el portavoz municipal del PSOE, Miguel Millana, cargó contra las dudas que le generaba la credibilidad de la propuesta y sobre el retraso en su planteamiento en la recta final del mandato "cuando se ha tenido cuatro años" para proponer su aprobación. Y en esa misma línea profundizó el también edil socialista, Manuel Martínez, quien señaló que, "este lunes, asistimos a un esperpento de reunión" sobre el proceso paralelo de revisión de la ordenanza de Ocupación de Vía Pública "en la que se nos emplazó a preparar alegaciones sin conocer el texto, y ahora nos encontramos con la revisión de esta ordenanza de ruido, cuando han tenido cinco años para plantearla", en alusión a este mandato, y al año de gobierno previo a cargo del PP en solitario. "Que no nos hagan responsables ahora de lo que es obligación del señor Barcala, que ha tenido cinco años para hacer todo este trabajo y se ha dedicado a engañar a la ciudadanía de Alicante; ya tenemos experiencia en eso", aseguró.
En segundo lugar, el portavoz de Unides Podem EU, Xavier López, apuntó que "esta ordenanza del ruido ya la sacó de un cajón la concejala Mari Carmen de España en el año 2019 y, conforme la sacó del cajón, la volvió a meter. Ahora, a poco menos de dos meses de las elecciones municipales, la vuelven a desempolvar y nos meten prisa a los partidos políticos y a las entidades sociales para poder contribuir a mejorar una ordenanza que, por supuesto, vamos a leer con atención pese a que no es la solución definitiva a los problemas del centro".
Así, añadió que "el modelo de ciudad del Partido Popular es lo que ha llevado al centro histórico a convertirse en un parque temático, una zona en la que los vecinos son expulsados de sus viviendas por los apartamentos turísticos, alquileres vacaciones y fondos buitres. Lo que hace falta no es sólo una ordenanza del ruido, que es importante, sino también un cambio de gobierno y de modelo de ciudad", concluyó.
El edil de Compromís y candidato de la coalición a la Alcaldía, Rafa Mas, tiró de ironía para asegurar que "resulta curioso que se retome esta ordenanza a dos meses de elecciones, pese a que lleva desde 1991 en vigor". Además, señaló que "esa ordenanza no se ha aplicado, a pesar de que sí tenía un régimen sancionador, y ha sido gracias a la denuncia vecinal y a nuestra iniciativa de pleno de aplicar una ZAS en el Casco Antiguo, cuando se sacan del cajón la actualización de la ordenanza que, con suerte, se aprobará de forma definitiva en julio y podrá entrar en vigor en 2024", recalcó.
Además, insistió en que "los vecinos quieren soluciones ya; hay normativa suficiente para aplicar una ZAS, porque la ordenanza de ruido no regula horarios". "Si no tenemos una ordenanza de ocupación de vía pública, que no va a salir adelante, porque Vox dice que no va a apoyar la reducción de horarios, y la ordenanza del ruido no va regularlos, lo que está haciendo Adrián Santos es marear a los vecinos con tal de no aplicar soluciones inmediatas, que es la limitación de horarios", consideró. "Nosotros seguiremos contundentes y elevaremos una moción para aplicar una ZAS de forma inmediata y nos sentaremos a negociar esta ordenanza que es más que necesaria", señaló.
Por último, en cuanto a las valoraciones políticas, el portavoz municipal de Vox, Mario Ortolá, mostró su rechazo a la propuesta al asegurar que "no entendemos que PP y Cs den este paso que insiste en poner la bota en el cuello de la hostelería cuando han sufrido años de restricciones ilegales y necesitan ayudas, en lugar de que se baile el juego a la izquierda". "Es cierto que el ruido es un problema en determinadas zonas de la ciudad, pero esta ordenanza es humo porque lo que hace falta es más policía para que no se produzcan aglomeraciones", apuntó.
"Los hosteleros no son los culpables, ya que están creando puestos de trabajo y ahora se habla de cierres y de restringir horarios", recalcó. No obstante, no llegó a anticipar cuál podría ser su posición de voto en el momento en el que la normativa se someta a debate en pleno hasta conocer el texto de la ordenanza en profundidad.
Por su parte, el presidente de Alroa, Javier Galdeano, confirmó que la asociación presentará alegaciones en el momento en el que la ordenanza pueda quedar expuesta al público para poner de manifiesto "las posiciones que ya defendimos en 2019, y es que primero se debe contar con un mapa de ruido para conocer cuál es la situación real de la ciudad, porque a lo mejor nos encontramos con que hay que aplicar medidas drásticas que no tienen que ver con la hostelería, como el cierre al tráfico de Alfonso el Sabio", enfatizó.
Además, señaló que "no entendemos el momento y la oportunidad de plantear ahora está ordenanza; no solo porque la va a tener que aplicar la nueva corporación entrante, sino también porque estamos en un contexto en el que se va a implantar la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), que conllevará una reducción de tráfico, y podemos encontrarnos con una situación de ruido diferente", apuntó. De igual modo, recalcó que también está en proceso la revisión de la ordenanza de ocupación de vía pública "y debería esperarse a comprobar cuál puede ser su efecto antes de aprobar una ordenanza del ruido en la que lo primero que se dice es que se prevé la reducción de horarios para las terrazas", recalcó.
Al tiempo, subrayó que, además, "parece que se está promoviendo una doble regulación sobre la misma materia, ya que no tenemos que olvidar que ya existen medidas específicas en el Centro tradicional y en el Casco Antiguo, reguladas a través de sus respectivos planes especiales", concluyó.