ALICANTE. El domingo se enfrentarán en el estadio Enrique Roca dos viejos enemigos, el Real Murcia y el Hércules, en un partido de rivalidad que puede marcar la lucha por el ascenso a Primera RFEF, objetivo vital de dos clubes con historia en Primera División, pero que han tocado fondo en las últimas temporadas.
El Hércules llega a este derbi en tercera posición, mientras que el Murcia, con un punto menos, es cuarto, los dos alejados de los colíderes, La Nucía e Intercity, equipos muy distantes en cuanto a pedigrí y tradición de murcianos y alicantinos, pero que en la actualidad se muestran más sólidos a nivel competitivo.
En estos momentos, el objetivo de murcianistas y herculanos, a seis jornadas del final, es seguir abriendo hueco con la sexta plaza y asegurar la promoción, cuya fase final se disputará en Alicante.
La rivalidad entre ambos clubes se remonta a la prehistoria del fútbol español, ya que se han enfrentado en todas las categorías posibles y en todo tipo de competiciones, ya que a los duelos en Liga se suman enfrentamientos en la Copa del Rey, la desaparecida Copa de la Liga y promociones de ascenso.
El Real Murcia es el adversario al que más veces se ha medido el Hércules a lo largo de su historia, con un total de 71 partidos de Liga, incluidas las seis temporadas en las que ambos conjuntos coincidieron en Primera.
Se trata de una rivalidad casi centenaria, con precedentes que arrojan todo tipo de resultados, tanto en la vieja Condomina como en el nuevo estadio del club murciano.
El conjunto murcianista logró un 7-0 ante el Hércules en la Copa de la Liga de la temporada 1984-85, mientras que el Hércules, ya en la pasada década, respondió en el curso 2011-12 con un espectacular 2-6.
También queda para el recuerdo un doblete de Sanabria (0-2) en La Condomina, clave para la salvación en Primera en la temporada 1984-85, o el 0-1 de la última visita, en el curso 2014-15, que permitió a los alicantinos eliminar al Murcia y seguir adelante en la fase de ascenso con un gol de Fran González a un minuto del final.
Los dos clubes, actualmente en las horas más oscuras de su historia, ya ni siquiera son capaces de dominar en hábitat natural, su provincia, a la sombra del Elche y Alcoyano, en el caso del Hércules, y del Cartagena y UCAM en el del Murcia.
La precariedad y las penurias han llevado a ambos clubes en los últimos años a estrechar lazos diplomáticos, con intercambio de entrenadores, jugadores o invitaciones respectivas en los partidos de presentación ante sus aficiones.
Ambos equipos aspiran a repetir este duelo el próximo curso, en Primera RFEF, estación de paso obligatoria para iniciar su reconstrucción y regresar al fútbol profesional.
Los dos equipos, pese a su irregularidad, mantienen intactas en esta campaña sus opciones de dar el salto de categoría, algo que ya lograron de la mano en la temporada 1992-93, cuando militaban en el Grupo III de Segunda B, y lograron ser campeones de sus respectivas liguillas.