EL CAMPELLO. Un paso adelante más en el largo y farragoso proceso administrativo para conseguir que los restos mortales del humanista y jurista Rafael Altamira y su esposa, Pilar Redondo, sean trasladados desde el cementerio de México Distrito Federal al camposanto de El Campello, donde reposarán junto a sus padres y suegros.
La familia del también literato ha firmado ya los poderes especiales ante notario (sujetos a normas emanadas de disposiciones de La Haya para estos casos), autorizando a una funeraria especializada a tramitar la exhumación, incineración y envío a España de las urnas. Los poderes, que ya están en México, los firma María luz Altamira García-Tapia, nieta mayor de Rafael y Pilar, familiar más cercano con vida.
A partir de ahora, y siempre bajo supervisión de la Embajada de España en México, queda que las administraciones españolas comprometidas con la causa que partió del Ayuntamiento de El Campello (respondiendo a una propuesta del alcalde Juanjo Berenguer respaldada por todos los partidos políticos), activen sus protocolos para que el traslado sea lo más rápido posible.
Además del Ayuntamiento, se han comprometido a asumir gestiones y gastos la Diputación Provincial de Alicante y la Generalitat Valenciana.