ELCHE. Pocas sorpresas en el pleno extraordinario de este martes, celebrado a petición del Partido Popular, aunque se anunció por Pablo Ruz en las redes sociales municipales en tanto que alcalde y en el salón de plenos. PP y Vox, el equipo de gobierno, y quienes están siendo más beligerantes en lo institucional y en la calle contra la amnistía, entienden con ella "el final del Estado de Derecho", mientras que PSOE y Compromís lo ven como una oportunidad "para la resolución del conflicto y la convivencia en Catalunya". La moción del PP salió adelante por la mayoría de ellos y Vox, con el voto en contra de la oposición.
Como también era de esperar, el PP rechazó la enmienda del PSOE que proponía cambiar dos puntos de la moción para que en su enunciado se incluyera la amnistía en la Constitución y que la condonación de la deuda fuera también para otras comunidades. Un debate que esta vez fue bastante menos enconado que en otras ocasiones, aunque no ha faltado de nuevo alguna intervención de la presidenta del pleno para pedir al público que se abstenga de manifestaciones. Tampoco todo tipo de argumentos de trazo grueso, del pasado, o menciones a Felipe González, ETA, Hitler, Chávez e incluso algún bulo.
El alcalde y presidente del partido, Pablo Ruz, defendía la moción señalando que la Ley de Amnistía es una "derogación tácita del Estado de Derecho". Una "aberración en la que pedimos perdón a los delincuentes", explicaba, a quien "se ha hecho la ley a medida para ser absueltos de todo", argumentaba el responsable popular, añadiendo que la amnistía no cabe en la Constitución de 1978, que es "rendirse ante los criminales" y que supone "el reconocimiento de una pseudodictadura ante los ojos". Una ley que "no apuesta por la concordia".
Ruz entiende que el sentido de la amnistía solo tiene sentido en un cambio de régimen. "En la Constitución cabe el indulto y el perdón pero no la amnistía", y aludía a que seguramente pasará el filtro por la nueva configuración del Tribunal Constitucional. Asimismo, decía que tanto el acuerdo como la ley hablan del famoso lawfare, que sí está en el acuerdo previo de PSOE y Junts pero no aparece en la propuesta de ley. Por último, añadía que esta ley se lleva por delante al PSOE "y a toda la democracia", y que el Ayuntamiento, como parte del Estado, también se tiene que posicionar. "Sánchez no tiene escrúpulos, sean valientes y digan no", ha dicho Ruz, aseverando que la amnistía va contra el código penal de 1995. Al finalizar su intervención, unas pocas personas aplaudieron, lo que viene siendo una tónica de los últimos plenos.
Más duros fueron desde Vox, como también se preveía, con un discurso de Aurora Rodil que empezaba diciendo que "no es un día cualquiera, nos duele España". Asegurando que no se trata de pactos "más o menos ilegítimos, es un cambio de régimen, un golpe de estado institucional, al nivel de Chávez (Venezuela) o Ortega (Nicaragua)". La portavoz defendió que estas son las vísperas "de que vuele por los aires la separación de poderes. Sánchez es un felón autócrata con ínfulas de dictador y hará lo que sea para gobernar". Una hilera de acusaciones como las que se ha escuchado a Santiago Abascal estos días. "Van a arrodillar España", decía Rodil, destacando que "la juventud está en la calle, con el resto de la gente defendiendo la patria". "Estaremos con vosotros en la revuelta", decía la portavoz, con un speech cada vez más intenso. "Esto acabará con el tirano en el banquillo o el resto presos", decía la concejal, para acabar diciendo un verso del himno de los tercios y un "siempre por España, viva España". A lo que algunos respondieron desde el público con otro "¡viva!".
En el eje progresista, primero intervenía Esther Díez, por parte de Compromís, criticando el anuncio de Ruz en redes municipales, "ejerciendo su papel de salvador, con una burbuja que se va hinchando, un peligroso juego en lugar de centrarse en los problemas de a pie". Díez argumentaba que "lo no democrático es no aceptar el resultado, que habrá nuevo gobierno por mayoría absoluta con 179 diputados de 8 grupos", decía la concejal, apelando a que la derecha asuma el resultado. "Quisieron plebiscito y lo han tenido", señalaba diciendo de PP y Vox que "quieren volver a los fantasmas del pasado frente a una España plural en el Congreso". La edil sostiene que el PP no tiene alternativa para Catalunya, "han sido una máquina de crear independentistas con Rajoy y Aznar, y además ERC y Junts se han mostrado en contra de una tercera declaración en Catalunya a propuesta de la CUP hace unos días. Rechazan la unilateralidad". La formación sostiene que en la CE 1978 la medida de gracia sí cabe, "es la base de la transición en este país, enmiéndenlo en el Congreso o Senado. Su bloque es el del no a la eutanasia, leyes LGTBI, subida del SMI o impuestos a las grandes empresas", concluía la edil, añadiendo que "no hay mayor patria que la justicia social y los Derechos Humanos. El chicle de la catalanofobia no puede estirarse más".
Por parte del PSOE, Héctor Díez sacaba pecho de que "El PSOE tiene 144 años de trayectoria. Nadie nos va a decir nada", declaraba, "a pesar de toda la artillería dialéctica de PP y Vox, y que para los demócratas más templados, está fuera de lugar. Se aleja de lo que es la política y contribuye al odio y crispación", decía. El portavoz esgrime que están "dando protagonismo a los violentos", para manifestar que "la amnistía es solo una excusa, el detonante. Si no fuera una cosa sería la otra" —decía mientras de nuevo había comentarios y murmullos del público—. Díez al igual que Compromís, defendía que "hay en el una mayoría que representa a 12,5 millones de personas, más del 50% del Congreso". El edil considera que Feijóo "tiene falta de compresión de este país", y aludió a indultos pasados como los de Aznar a militantes Terra Lliure o acercamientos de los presos de ETA, "tienen la memoria corta". Díez llamaba a Ruz a reflexionar. "Junts, que también son conservadores, no quieren nada con ustedes, sobre todo desde las malas compañías desde junio, ¿le parece normal que cargos públicos (en referencia a Abascal) llamen a la desobediencia a la policía nacional?". Le decía al alcalde que "o salen de la espiral o no gobernarán España, ni en Elche para todos", finalizaba reprochando a Ruz que dijera que en la Ley se habla de un lawfare que no se menciona.
En las segundas intervenciones, los argumentos no han variado en demasía. Ruz instaba al PSOE a que "se desprendan" de Sánchez, apelando a la oposición a la amnistía de viejos socialistas como Felipe González y Alfonso Guerra o comunicados de los abogados y jueces. "¿Son todos fachas?", se preguntaba el alcalde, un argumento que repitió en no pocas ocasiones. Rodil seguía con un tono bronco sin filtro, diciendo explícitamente que en 2017 hubo un "golpe de estado" con la votación del 1-O, "esas ratas que huyeron para volver como héroes". De nuevo apeló a símiles con América Latina, diciendo que "primero llega esto, después será el hambre". Y mencionó las medidas que su partido ha anunciado de medidas cautelares contra la ley, o la querella que presentarán contra Sánchez.
Compromís reprochaba al PP que hablen de fraude electoral, "cuando ustedes ocultaron que gobernarían con Vox cuando preguntaba en los debates", decía Esther Díez, y "si dijo el PP dijo que iba a advertir de no reconocer la violencia machista para gobernar, para ahora asumir ese ideario", decía dirigiéndose a la concejal Caridad Martínez por ser abogada especializada en violencia de género. Recordó Díez los pactos del PP con Pujol y de nuevo "que la gente se pronunció el 23J, señor Ruz, está a tiempo de construir una derecha democrática, de convivencia".
El PSOE respondía que la situación representa "las pataletas del PP, como hicieron con Felipe, Zapatero y ahora con Sánchez. Gestionen la frustración que han alentado a gente de buena fe". Ponía en valor las políticas del Gobierno y criticaba el discurso de Feijóo, "quiere repetir elecciones hasta que salga. Dejen el soniquete de que España se rompe, plural y diversa. Todos cabemos, no esa en la que unos pocos deciden quién es buen español".