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Perspectivas de las acciones tecnológicas para el presente ejercicio

9/02/2022 - 

MADRID. El índice Nasdaq y los valores tecnológicos en general han obtenido una buena rentabilidad durante la pandemia. Después de un 2020 estelar, el 2021 ha sido más difícil, ya que algunos valores tecnológicos experimentaron fuertes descensos, mientras que otros siguieron subiendo. Podría decirse que las perspectivas fundamentales y de crecimiento nunca han sido mejores para las empresas tecnológicas. Pero hay vientos en contra: la finalización de los confinamientos que pesan sobre las empresas que se benefician de ellos, el aumento de la inflación/los tipos de interés y las elevadas valoraciones.

¿Qué ha impulsado la rentabilidad de las acciones tecnológicas / el sector de las TI en los últimos años? Con un crecimiento de los beneficios superior a la media y una expansión de los múltiplos, las TI han sido el mejor sector en los últimos cinco y diez años. En 2020, el aumento de rentabilidad incluso se aceleró, ya que los valores tecnológicos se recuperaron rápidamente de las caídas del Covid y muchos alcanzaron nuevos máximos históricos. 

Mientras que algunas empresas (por ejemplo, Zoom, Amazon o Shopify) se beneficiaron de los cierres, otras demostraron sus cualidades defensivas al ofrecer un crecimiento constante también en tiempos difíciles. Los valores informáticos cíclicos (por ejemplo, los semiconductores o los servicios informáticos) sufrieron al principio, pero se beneficiaron en 2021 debido al fuerte repunte postpandémico de la economía mundial.

En 2021, el sector de las tecnologías de la información tuvo una rentabilidad inferior al del índice general en algunos puntos porcentuales. Pero la verdadera historia ha sido la gran divergencia rentabilidades. Ha sido un año difícil para aquellas empresas que se vieron beneficiadas por los confinamientos, ya que la ralentización de las tasas de crecimiento, combinada con unas valoraciones muy caras, ha provocado grandes caídas. Las empresas de 'hipercrecimiento' también cayeron en su mayoría después de que el mercado empezara a calcular la inflación y los tipos de interés más altos. Sin embargo, la mayoría de las empresas de esta categoría siguen funcionando bastante bien.

Semiconductores

Los proveedores de servicios de pago tuvieron un comportamiento bastante pobre (por ejemplo, Paypal -18% en 2021, Visa +1%). Las razones fueron la normalización de la demanda de comercio electrónico y el sentimiento negativo sobre el sector por el miedo a las interrupciones de las tecnologías financieras. Las empresas de semiconductores siguieron teniendo un buen comportamiento, a lo que contribuyeron tanto los aspectos estructurales (digitalización) como los cíclicos (fuerte repunte de la economía mundial). Los denominados valores de "crecimiento de calidad" se comportaron bastante bien, especialmente en la segunda mitad de 2021. Muchos inversores consideraron que empresas como Alphabet, Microsoft o Accenture eran valores seguros con valoraciones todavía razonables en comparación con otros nombres tecnológicos.

La ralentización del crecimiento y la subida de los tipos de interés (reales) son los dos principales riesgos para el sector tecnológico en 2022. Una ralentización de la economía repercutiría en las empresas cíclicas, por ejemplo, la mayoría de las empresas de semiconductores. Algunas partes del sector ya están probablemente en un estado de madurez (por ejemplo, los componentes de los ordenadores personales y de los teléfonos inteligentes), mientras que otras, como los chips para automóviles, todavía ofrecen un potencial de recuperación. 


Con la continuación de la normalización postpandémica, los 'ganadores del cierre' y las empresas de 'hipercrecimiento' también siguen estando en riesgo. Aunque las valoraciones ya han bajado, el aumento de los tipos de interés, previsto por la mayoría de los observadores del mercado, es un problema para estos denominados 'valores de larga duración', en los que un mayor tipo de descuento supone un menor valor de los beneficios futuros. En los últimos meses, se ha observado una clara correlación entre el aumento de los tipos y baja rentabilidad de los títulos altamente valorados, que probablemente continuará si los tipos siguen subiendo. También existe cierto riesgo de que se produzcan efectos de contagio en el espectro de crecimiento de calidad, especialmente en los valores tecnológicos de gran capitalización que han tenido un buen comportamiento en 2021. Las valoraciones aquí siguen siendo en cierto modo razonables, pero también más altas que en el pasado.

Con unas perspectivas de crecimiento estructural aceleradas por la pandemia y una calidad generalmente alta (por ejemplo, software con una elevada proporción de ingresos recurrentes, balances sólidos y fuertes fosos económicos), los valores tecnológicos siguen ofreciendo buenas oportunidades a largo plazo para nosotros. Es fundamental sopesar las oportunidades y los riesgos del sector tecnológico. La mejor estrategia es quedarse con los valores de alta calidad con buenas oportunidades de crecimiento estructural, bajo riesgo de ralentización del crecimiento y valoración todavía razonable. Es posible que los resultados de estos valores sean inferiores a corto plazo si los tipos de interés suben más rápido de lo previsto, pero el crecimiento lo compensará a largo plazo.

Acciones de alto crecimiento

Seguimos recomendando ser cautelosos con los títulos de alto crecimiento en general, ya que las valoraciones siguen estando por encima de la media a largo plazo para la mayoría de ellos. Además, muchos de ellos mostrarán tasas de crecimiento posteriores a la normalización de la pandemia en 2022. Una vez que las valoraciones sean menos extremas, estas compañías podrían volver a ser interesantes, pero todavía no estamos ahí. En el caso de los nombres cíclicos, hay que tener en cuenta el ciclo. 

Especialmente en el caso de los semiconductores, la rentabilidad suele variar uno o dos trimestres antes de que las tasas de crecimiento alcancen su punto máximo. Además, las empresas del sector automovilístico y de los centros de datos siguen pareciendo muy atractivos, con una aceleración del crecimiento en 2022, mientras que otros podrían alcanzar su punto máximo este año (gasto en equipos de semiconductores, demanda de PC, etc.). Por último, es mejor evitar las empresas sin rentabilidad demostrada, especialmente si la competencia es alta. Este tipo de empresas suelen tener un rendimiento inferior cuando el entorno monetario se endurece.

Patrick Suck es gestor del ODDO BHF Polaris Flexible Fund

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