VALÈNCIA. En septiembre de 2020, Pura Peris dejó sus responsabilidades como subdirectora de gestión de l’Entitat Valenciana d'Habitatge (EVHA), la empresa pública que se encarga de la construcción de viviendas, para hacerse cargo de la Dirección General de Emergencia Habitacional. «Han sido unos meses muy intensos, muy duros, pero también muy gratificantes. Cuando te llega un mensaje agradeciendo la ayuda sabes que ha valido la pena todo el trabajo realizado», asegura.
Y es que en estos meses en el cargo la Dirección General de Emergencia Habitacional ha estado trabajando en los distintos programas y líneas de ayudas del Plan Estatal de Vivienda, en ampliar las ayudas a las personas vulnerables y también han puesto en marcha dos iniciativas «nuevas, novedosas e innovadoras»: la Unidad de Ayuda ante el Desahucio y su servicio de WhastApp para poder atender de forma preferente, directa e inmediata a los colectivos afectados por la emergencia de vivienda.
-¿Por qué un servicio de WhatsApp?
Queríamos que las personas pudieran comunicarse con la Unidad de manera ágil y efectiva y se nos ocurrió poner un número de WhatsApp, a modo de proyecto piloto para comprobar si era útil y eficiente. Y la verdad es que estamos muy satisfechos con el resultado. Solo en el mes de junio hemos atendido 143 acciones en materia de desahucios, 143 peticiones de ayuda porque tienen problemas para mantener su vivienda. De ellas, 122 actuaciones han entrado a través del servicio de WhatsApp.
Son muchas y nos tememos que, desgraciadamente, van a haber más, porque la situación sigue sin ser buena, por mucho que ya no haya restricciones y hayamos salido del estado de alarma. La gente sigue estando en ERTE, los que perdieron el trabajo no han conseguido uno nuevo y los contratos de alquiler siguen finalizándose en una situación peor para las familias. Eso quiere decir que este servicio de WhatsApp es necesario.
-También quiere decir que la Unidad de Ayuda ante el Desahucio va a seguir siendo necesaria durante mucho tiempo.
Por desgracia sí. Tanto la Unidad de Ayuda ante el Desahucio como el servicio de Whastapp van a seguir siendo necesarias una vez pase la pandemia porque van a seguir habiendo desahucios. Igual que van a seguir existiendo personas que no puedan pagar su hipoteca, el alquiler, porque están en una situación de vulnerabilidad y necesiten ayudas y nosotros vamos a seguir estando ahí. Ojalá cambiara la situación y no fuéramos necesarios.
La Unidad de Ayuda ante el Desahucio también es un proyecto pionero, no existía nada similar en ninguna otra autonomía. Hemos creado un equipo multidisciplinar dedicado específicamente al seguimiento y la respuesta de las situaciones de emergencia habitacional que se den en la Comunitat Valenciana. Queremos anticiparnos y mitigar el aumento de las emergencias de viviendas, informar de las alternativas legales a disposición de las personas afectadas (justicia gratuita, informes de vulnerabilidad, moratorias, negociaciones con las entidades financieras…) y dar respuesta a las necesidades evitando situaciones de extrema gravedad.
Además, esta Unidad nos permite conocer la dimensión real del problema y evaluar y establecer medidas correctoras sobre la prestación de respuestas y establecer protocolos de actuación coordinados, y con todo ello conseguir en definitiva una atención temprana y dar soluciones habitacionales con mayor eficiencia y eficacia.
Por ello hay dos ideas que me gustaría transmitir. La primera es que si se encuentran en cualquier situación de acoso por parte del dueño que nos llamen y pregunten. Porque si a la primera carta que recibe informándole de la finalización del contrato acude a nosotros, nosotros le podemos asesorar y acompañarle y podemos evitarle la angustia de pasar por un proceso judicial y un desahucio. Hasta ahora hemos conseguido parar todo lo que nos ha llegado de urgencia, pero puede ser que no siempre lleguemos. Por eso es importante que nos consulten.
Y la segunda idea es que sin intervención judicial nadie puede ser expulsado de la casa que habita. Evidentemente si la ocupación no atiende a las medidas que prevé la legislación tendrá que irse en algún momento, pero siempre con unas garantías, si es una persona vulnerable que tenga un informe de vulnerabilidad, acceso a la justicia gratuita, se pueda inscribir en el registro de demandantes de vivienda… y nosotros en eso podemos ayudarle.
-¿De qué hablamos cuando hablamos de Emergencia Habitacional?
Estamos hablando de familias, de personas vulnerables, que se quedan sin su casa por una ejecución hipotecaria o por un desahucio. Y no son unas pocas. Solo hay que mirar las cifras de paro para saber las personas que pueden estar cercanas a la vulnerabilidad.
Desde el mes de noviembre de 2020, fecha en la que se inició la actividad de la Unidad a este 28 de junio se han atendido a 753 familias, con una media de tres miembros por familia. Eso es solo lo que nos llega, hay muchas más. Y entre ejecuciones hipotecarias y desahucios por impagos de alquiler en el primer trimestre de 2021 se han llevado a cabo 1.500 ejecuciones. 1.500 familias que se han visto compelidas a abandonar su casa.
No somos conscientes de la magnitud de la emergencia económica, social y, evidentemente, habitacional que se produce. Porque detrás de esos desahucios, además del dolor que sienten ante la pérdida de su vivienda, hay un problema de fondo que es más profundo. Porque si se llega a la pérdida de la casa es porque se ha perdido el trabajo, o está en una situación desestructurada, o de precariedad, o es una familia racializada y no les alquilan algo en condiciones, o hace unos años dieron su vivienda como dación en pago y ahora está en manos de un fondo buitre que no renueva… hay muchos factores y todos muy dramáticos.
Por ello estamos trabajando para convencer al Gobierno central para aplicar una moratoria ante los desahucios como mínimo hasta el 31 de diciembre de este año y que no vayan a más. Además parece que el nuevo Plan Estatal de Vivienda va a recoger algunas líneas de ayudas que ya estamos previendo en el Decreto de Viviendas Deshabitadas de esta conselleria. Por ejemplo, contempla establecer un programa de intermediación para conseguir que las viviendas vacías de los grandes tenedores vayan destinadas a alquiler social asequible. O también prevé una serie de ayudas a los propietarios para pagarles una parte del alquiler a cambio de que sus viviendas vacías se destinen a alquiler social asequible. Son ideas que ya estamos impulsando aquí.
-Durante estos meses muchas de las actuaciones se han enmarcado en el estado de alarma y la vía extraordinaria. Pero ¿qué va a pasar después?
Seguiremos con ellas pero utilizado la vía ordinaria, es decir, la Ley de Enjuiciamiento Civil. En ella se recoge que un juez, ante un proceso de desahucio, puede pedir un informe de vulnerabilidad a servicios sociales y así valorar la suspensión del desahucio. Y esta dirección estará vigilante y trabajará para asesorar y acompañar a esas familias en todo el proceso.
- ¿Cómo están funcionando las diferentes ayudas que se han puesto en marcha?
Hemos recogido el testigo del Ministerio cuando amplió el programa del Plan Estatal de Vivienda durante la pandemia. Hasta el año pasado solo había ayudas ordinarias al alquiler en general y para jóvenes. En 2020 con la pandemia aparecieron dos nuevas líneas, una para atención de emergencias en víctimas de violencia de género, personas en desahucio, personas sin hogar y en situaciones de vulnerabilidad; y una segunda para minimizar el impacto económico de la pandemia, conocida como Ayudas al Alquiler Covid.
Nosotros lo que hemos hecho es impulsarlas todas, tanto las ordinarias como las nuevas líneas. Por ejemplo, con las ayudas para atención de emergencias distribuimos cinco millones de euros entre los ayuntamientos de la Comunitat para que se hicieran cargo de ayudar con el alquiler a esas personas en situaciones de emergencia. Y con respecto a las ayudas de impacto económico están destinadas a pagar seis meses de alquiler a personas que estaban en situaciones de vulnerabilidad como consecuencia de la covid.
Son unas ayudas que hemos mantenido en 2021. Además, hemos acabado de abrir todas las líneas del Plan Estatal de Vivienda con la puesta en marcha de un programa de ayuda a la compra de vivienda para jóvenes, donde se plantea ayudar con hasta el 20% del precio del inmueble a aquellos jóvenes que compran una casa en un municipio con menos de 5.000 habitantes y en riesgo de despoblación.
Entendíamos que teníamos que poner nuestro granito de arena y fomentar la emancipación de los jóvenes con ayudas a las viviendas en régimen de compra-venta, impulsando también el dinamismo en las zonas menos pobladas de nuestra Comunitat. Pensamos que es muy importante que todas las políticas públicas miren transversalmente y contemplen todas las circunstancias y en este caso queremos poner de nuestra parte para repoblar esas poblaciones de interior que tan necesitadas están.
-Además desde la Conselleria se está trabajando en el derecho de tanteo y retracto.
Sí, fue el primer bastión piloto de esta Conselleria para adquirir viviendas que luego se pueden destinar a emergencias habitacionales. Gracias al derecho de tanteo y retracto garantizamos que las familias continúen en su vivienda. Y aunque recae en el ámbito competencia de la Dirección General de Vivienda estamos totalmente interrelacionadas en ese sentido. Por ejemplo si nos llega un aviso a través de la Unidad inmediatamente se transmite el caso a la Dirección General de Vivienda que estudia qué se puede hacer. Es lo que ocurrió en la Pobla de Vallbona: ante un desahucio colectivo iniciamos unas negociaciones con el fondo buitre y conseguimos quedarnos con las viviendas y así las 28 familias podían permanecer en sus casas.