ALICANTE. El partido no fue precisamente para tirar cohetes pero si algo se echó en falta el viernes en el estadio Manuel Martínez Valero fue al público.
Las 600 siluetas con la imagen de otros tantos abonados franjiverdes en la curva sur o los esfuerzos de 'speaker' por darle normalidad a la previa del encuentro no lograron mitigar el gran vacío que supuso la ausencia de aficionados en las gradas. Sí, infinitamente mayor es el que han dejado las decenas de miles de víctimas de la pandemia de Covid-19 (a las que, por cierto, se rindió un sentido homenaje), eso es algo que no debemos olvidar nunca, pero es un hecho que el fútbol sin público en las gradas es menos fútbol, especialmente en estadios como los de los equipos de la Liga de Fútbol Profesional y por mucho nivel que tenga el juego que desplieguen los contendientes.
Y además de acusar el parón, especialmente en la forma de problemas físicos, nadie duda que el Elche el viernes también pagó la falta de apoyo en las gradas. A buen seguro que el desarrollo del encuentro hubiera sido bien distinto de haber aficionados en el estadio.
Así que, siempre que la salud lo permita, que vuelvan cuanto antes los aficionados a las gradas.