ALICANTE. El investigador alicantino Néstor Guijarro ha vuelto recientemente, desde la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza), donde lleva años instalado a la Universidad de Alicante para poner en marcha un nuevo proyecto que ahonda en la economía circular. "Refining Lignin by advanced Catalytic schemes powered by Sunlight (Relics)" es el nombre de este plan para el cual Guijarro ha conseguido una beca Starting Grant desde el Consejo Europeo de Investigación (ERC). A lo largo de cinco años y con un presupuesto que ronda los 1,5 millones de euros, su tarea será convertir la biomasa de lignina, procedente de residuos forestales y agrícolas, en productos químicos básicos utilizando exclusivamente las energías renovables.
Guijarro conversa con Alicante Plaza para contar con detalle el que será su proyecto en un nuevo laboratorio en la UA. También habla de la dificultad para encontrar financiación en España para lograr investigar, de manera digna, con recursos impulsados desde el propio país.
¿En qué consiste el proyecto RefiningLIgnin by advanced Catalytic schemes powered by Sunlight (Relics) y qué supone la beca del Consejo Europeo de Investigación (ERC) para que salga adelante?
La Unión Europea valora las estrategias enfocada a una economía circular y persigue la conversión de residuos en productos con valor añadido. La biomasa es uno de los campos donde más se investiga. Aquí la biorrefinería de lignocelulosa, -con la parte de biomasa que se desecha, de agricultura o de bosques- y con el tratamiento adecuado podría producir biocombustibles o moléculas fundamentales para la fabricación de polímeros, fármacos o aditivos alimenticios. Serían como las de derivados del petróleo, pero desde fuentes de energía renovable (solar).
La segunda generación de biorrefinerias ya trabaja en esta labor, pero extraer esos compuestos de la madera u hojarasca es muy difícil y, hasta ahora, se requería de energía fósil par llevarlo a cabo. Mi proyecto busca una alternativa. Usando nanopartículas que absorben la luz tendrían energía para funcionar, romper la biomasa y fragmentar las unidades moleculares del compuesto deseado a partir de residuos.
La beca del ERC da un empujón gigante para que pueda desarrollar mi propio laboratorio y ser autosuficiente. Con la beca Ramón y Cajal no podría hacer posible este plan, pero el ERC sí reconoce que sea un persona que puede liderar un grupo y da las herramientas para que pueda formar el equipo necesario para ello, atrayendo a estudiantes y gente motivada.
¿Hasta qué punto es posible que avance Relics en los cinco años que dura esta beca?
En principio, la gente que revisa el proyecto pide que se puede sentar la base fundamental del plan. Un componente básico de este proyecto es entender cómo tienen lugar las reacciones del refinado de la lignina, para repensar los procesos. Otra parte es más aplicada y propone una serie de tecnologías como reactores para poder llegar a plantear el proyecto a gran escala. El mínimo que piden es realizarlo a escala laboratorio. Son objetivos factibles y espero llegar hasta ahí.
¿Qué equipo es necesario para realizar un proyecto de investigación de esta envergadura?
En lo material, siempre es necesaria una infraestructura. La UA dispone de ella a nivel básico, como por ejemplo, con espacios y microscopios adecuados para este trabajo. Con la financiación de la Starting Grant se equipará el laboratorio con elementos más rutinarios para el trabajo de investigación en sí, los ensayos y también el equipamiento básico que requieren estudiantes y postdoctorales.
El trabajo tratará de descifrar qué pasa desde un punto inicial de estudio -un "starting point"- al resultado tras una acción. Seríamos una especie de "Sherlock Holmes barato" preguntando ¿Qué es lo que ha pasado aquí?
Si no disponemos de otra fuente de financiación, el proyecto tendrá a dos postdoctorales con experiencia en el tipo de técnicas que usaremos o con trabajo previo en biomasa. También se sumarán estudiantes de doctorado, que serán quienes aprendan más de esta iniciativa.
Entonces, tratarán de usar la energía solar para extraer la moléculas fundamentales para la fabricación de polímeros. ¿Por qué siguen imperando los combustibles fósiles?
Desde 2012, la UE impulsa políticas para no depender tanto de otros países en cuestiones energéticas. Por este motivo impulsaron las biorrefinerías. Las de primera generación son las más investigadas y trabajan con carbohidratos (azúcares) que, por ejemplo dan lugar al bioetanol. La lignina era un componente de la biomasa desechado hasta hace poco.
Ahora se quiere aprovechar el material, degradándolo para obtener esos compuestos aptos para crear polímeros. Hay varias ramas trabajando en ello usando estrategias más químicas o bacterias. A día de hoy aún no existe ninguna biorrefinería para tratar la lignina para crear petroquímicos. Requiere un alto coste, no hay mercado. Si se consigue hacer esta tecnología más barata se podría implantar.
¿Cuál es su primer objetivo con la beca en la UA, a cuál quiere llegar al fin del proyecto y qué plan le gustaría cumplir más a largo plazo?
El primero: construir el laboratorio, que sea el más cómo y atractivo para el equipo y saber cómo funciona todo. Crear un buen laboratorio y elegir la gente que encaje es la base. Eso sí, elegir a las personas adecuadas es complicado.
Como fin del proyecto, me gustaría convertirme en un referente en este campo. Por eso los investigadores cambiamos de campo a menudo, para no estancarnos, salir de la zona de confort para avanzar. A veces hay que dar pasos atrás y cambiar de zonas de actuación para aportar otra visión o ideas nuevas.
A largo plazo es más complicado decir. Me gustaría, si estoy en Alicante, dar un aire refrescante e ideas, al menos, a mi departamento en la UA e impulsar nuevos planes con sangre nueva. No obstante, no sé si estaré aquí para siempre. Soy de aquí, si todo funciona bien me gustaría quedarme e impulsar el área de Ciencias en la UA. También querría poder impulsar un centro de referencia internacional de energía solar. Para ello se necesita masa crítica de gente con peso. Me gustaría que este tipo de iniciativas avanzasen.
¿Tiene la provincia de Alicante potencial para albergar este tipo de proyectos si llega a gran escala?
Siempre he pensado que era una pena que aquí, con tanto sol, no se creara ninguna iniciativa de energía solar. Pienso que es un buen lugar porque hasta el momento no se trabaja en nada igual. Ya existe un grupo en la UA, que colabora con otras universidades, que trabaja con lignina; podríamos colaborar. Alicante es un buen lugar por el ambiente para fomentar propuestas de energía solar. Las infraestructuras de la UA son, además, buenas y, a veces, infrautilizadas porque en ocasiones falta financiación para hacer uso de ellas.
También pienso que es un lugar para crecer. En otros puntos de España y Europa, literalmente, no hay espacio. Aquí hora hay movimiento, se están construyendo nuevos edificios.
Como crítica, diría que España no ayuda mucho a que el talento que vive fuera regrese. Yo volví con una beca Ramón y Cajal y, a nivel económico no es lo mejor. Da prestigio, pero no ayuda al investigador. La ERC, en cambio sí que permite trabajar. Es una pena que en España sea difícil para la gente volver y quedarse, aunque tenga todo el talento del mundo, porque no pueden permitirse investigar, porque los fondos no dan.
Yo tengo la suerte de poder quejarme porque tengo la beca del ERC, pero otra gente buena se queda fuera y no les aportan lo suficiente, lo que se merecen. España debe hacer un gran esfuerzo si quiere despuntar.
¿La falta de inversión es el problema principal en España en el mundo de la investigación y la ciencia?
Un investigador, tras recibir una beca como la del ERC, con una gran inversión de dinero, después podría sobrevivir con proyectos españoles. Pero las becas en España no permiten ser autónomo en el trabajo. Yo vengo más de un estilo americano y suizo en el que cada persona demuestra por sí misma lo que es capaz de conseguir, se invierte en la persona. En investigación, España, comparada con otros países, pone muchas trabas burocráticas.
Puede que, si llega más gente que ha estado fuera de España, más voces que opinen de esta manera, se pueda aprender de la parte buena de otros países y se ponga el foco en lo que hay que mejorar. Los salarios de las becas en España, como la Ramón y Cajal, no permite vivir al investigador. Son sueldos muy bajos para gente que se desvive por su trabajo.
Las becas en algunas autonomías, como la del Plan Gent en la Comunitat están muy bien, aunque aún son pocas. La Ramón y Cajal no es lo que en su día prometía. Por eso hacen difícil volver. En España nunca ha habido dinero para investigación. Ojalá haya más iniciativas para mejorar la infraestructura en investigación, solo así atraerán a gente, con mejoras.