Mazón ha desatado todas las alarmas habidas y por haber con su última mentira: llegó al Cecopi (Centro de de Coordinación Operativa Integral) casi a las 20.30 horas de la noche del 29 de octubre del año pasado, cuando ya se contaban por decenas y más decenas los fallecidos por el diluvio del área metropolitana de València. No llegó ni a las 19 horas, ni a las 19.30, ni a las 20 sino a las 20.28 horas, cuando la decisión (inútil) de enviar alarmas masivas ya estaba dada. Hay quien especula que Mazón lo hizo a posta para librarse de posibles responsabilidades penales en el proceso que finalmente ha recaído en un juzgado de Catarroja. Dudo mucho que Carlos Mazón pensara ese día en eso, pero vaya usted a saber.
Si hasta ahora eran los medios "progresistas", con La Sexta y eldiario.es a la cabeza, también El País, los que llevaban la voz cantante contra la no-actuación del presidente de la Generalitat el 29-0, poco a poco se van sumando los medios del centroderecha y de la derecha. La otra noche, sirva como botón de muestra, el lúcido análisis de Pedro G. Cuartango, exdirector de El Mundo y columnista ahora de ABC en la tertulia de La Noche en 24 horas, la de Xabier Fortes, poniendo a caldo la pasividad y la indolencia del jefe del Consell a lo largo de la fatídica jornada donde el propio interesado ha ocultado información y luego ha proporcionado medias verdades o mentirijillas pueriles. Cuartango, un periodista culto e inmenso.
Los medios conservadores, los más próximos al PP, empiezan a ponerse de uñas sin que la cúpula del partido diga nada. Un silencio atronador, valga este manido oxímoron. Un silencio que va desde Núñez Feijóo hasta Díaz Ayuso: "¿A quién le importa mi opinión en este asunto?". Los diputados más relevantes del PP huyen despavoridos de las cámaras de TV y micros de radio a su salida o entrada al Congreso. Mientras, en un ejercicio de malabarismo conceptual, Mazón echa la culpa al pasado que pudo ser y que no fue: las obras de limpieza y re-encauzamiento del barranco del Poyo, que se establecieron con Mariano Rajoy y que sobrevolaron por el PSOE de Pedro Sánchez y Teresa Ribera como si tal cosa. Nadie hizo nada. La apelación melancólica a lo que nunca se produjo no es más que una huida hacia adelante. Lo que sí es cierto es que la alcaldesa de València María José Catalá convocó un "Cecopi" municipal a las 11 de la mañana, y no a las 17 horas; igual que cerraron la Diputación de València y las universidades. El presidente de la Diputación de València, Vicente Mompó, a la entonces consellera de Interior Salomé Pradas: "¡Manda la alarma de una puta vez!".
En estas últimas semanas intento una y cien veces ponerme en la mente de Carlos Mazón y su "missing" total el día de autos, incluida la comida/comidilla de casi tres horas con una periodista a la que le ofreció, supuestamente, la dirección de la televisión autonómica À Punt. No encuentro explicación alguna, menos todavía cuando las competencias en emergencias como la Dana recaen exclusivamente en la comunidad autónoma salvo que ésta pida auxilio al Estado.
Solo encuentro una media explicación: la suma frivolidad propia de quienes se creen los reyes del mambo, convencidos, incluyo al núcleo duro de Mazón, de que nunca les va a pasar una cosa tan extrema como la del 29-0. Pudiera ser la frivolidad de una pandilla de 'pijos' a los que la vida les ha venido resuelta. Me duele esta reflexión por la estima que profeso por Mazón, el ala más centrada del PP. Me duele que le acosen constantemente, incluso con escraches como el que padeció en Orihuela, bajo el certero pretexto de los 227 fallecidos. Pero no son formas. También me duelen que los suyos (no todos; empieza a cundir el desengaño) le alienten a continuar: en ello van sus sueldazos y su futuro a costa del erario.
A la desafección de la cúpula del PP (incoloro, inodoro e insaboro) se suma la de algunas organizaciones empresariales (con oportunismo a veces) que ven con preocupación la paralización de la Generalitat. Solo existe la Dana. Todo ha pasado a un segundo plano. También se suma la moción de censura en Les Corts que baraja la secretaria general del PSOE-PSPV, la ministra Diana Morant, que ya se ve a sí misma como presidenta de la Generalitat. El caso es hacer el mayor ruido posible; en su derecho está.
Yo en el que caso de Mazón hubiera arrojado la toalla ya. En mi dilatada carrera profesional de periodista he abandonado trabajos bastante bien remunerados dando saltos mortales que casi siempre me han salido bien, aún a costa de perder a veces poder adquisitivo. La coherencia y la "felicidad" laboral , y por tanto personal, por encima de todo. También debo matizar una cosa que me viene de familia: no soporto a los jefes.
CODA: Impresentable Trump con Zelenski. Aún estoy casi en estado catatónico. El demócrata es el imperialista y dictador Putin, no Zelenski ni la mayoría de mandatarios de la UE. De vómito. La ex novia de Ábalos cobraba de dos empresas públicas sin acudir al trabajo mientras la 'trama Koldo' le pagaba un pisazo de 2.600 euros de alquiler. Uffff.