ALICANTE. La negociación emprendida entre las agrupaciones de Podemos y Esquerra Unida (EU) en Alicante para evaluar una posible confluencia electoral ante los comicios del próximo 28 de mayo avanzan con contactos discretos, a la espera de que fluyan las conversaciones sobre una posible alianza autonómica que comprenda la configuración de listas conjuntas a la Generalitat en las tres circunscripciones provinciales.
Fuentes consultadas precisaron que, en cuanto quede despejado ese posible acuerdo autonómico, se adoptará una decisión definitiva respecto a la segunda ciudad en peso demográfico de la Comunitat, ya que la lista común en la ciudad formaría parte de las conversaciones en curso entre las direcciones regionales de las dos formaciones.
Por lo pronto, se espera que la resolución de ambas negociaciones pueda precipitarse en cuestión de días, ya que los plazos apremian: el registro de candidaturas ante las Juntas Electorales debe formalizarse entre el 5 y el 14 de abril. De hecho, Esquerra Unida (EU) ya ha convocado una próxima asamblea para el próximo martes en la que podría debatirse sobre la adopción de un posible acuerdo de integración, en el caso de que para entonces ya se cuente con una propuesta firme.
Podemos, por su parte, también habría convocado una asamblea para esa misma fecha, aunque sería meramente informativa sobre el estado de las negociaciones, y no deliberativa, puesto que ya existiría un pronunciamiento previo en favor de la búsqueda de la confluencia.
En todo caso, la clave del acuerdo seguiría estando en las condiciones de esa hipotética integración. Por el momento, ya se da por descartada la posibilidad de celebrar un proceso de primarias del que pudiese emanar el nombre de un alcaldable compartido entre las propuestas de las dos fuerzas. Aunque se considerase que pudiese ser positivo, se habría estimado que no quedaría tiempo suficiente para organizarlas. Y que, además, podría no ser un procedimiento equilibrado que procurase igualdad de posibilidades.
Así, se estaría barajando tres vías distintas para la configuración de los primeros puestos de esa pretendida papeleta electoral conjunta. La primera (que no necesariamente tendría que ser la que contase con mayores probabilidades de resultar aceptada) comprendería la configuración de una lista paritaria en cremallera que encabezase el candidato ya designado por Podemos, Xavier López, o el alcaldable elegido por EU, Manolo Copé. Si el primer puesto fuese para Podemos, el segundo sería para EU. O viceversa.
La segunda alternativa consistiría en una lista compensada por la que el primer puesto fuese para Copé (EU) y el segundo y el tercero para Podemos, con Vanessa Romero (número 2 en la lista aprobada por el partido hasta ahora) y López en cada uno de esos puestos. Y la tercera invertiría los términos, de modo que el número 1 fuese para López (Podemos), el 2 para Lucía Ibáñez (número 2 en lista aprobada por EU hasta ahora) y el 3 para Romero. Es más, todavía existiría una cuarta opción, pero, al parecer, no contaría con la aceptación de Podemos. Consistiría en que López asumiese la plaza de alcaldable y el 2 y el 3 quedasen reservados para EU: Copé e Ibáñez o a la inversa.
Entre tanto, cada formación mantiene su independencia y ya ha comenzado a protagonizar sus propios actos preelectorales. Así se pudo evidenciar este viernes con la participación de López y de Copé en una mesa redonda de candidatos de las fuerzas representativas del eje progresista organizado por Acción Cultural del País Valencià (ACPV), en la que describieron cuál es el modelo de ciudad al que aspirarían sus respectivas formaciones, junto a la portavoz adjunta del grupo municipal socialista y número 5 en la lista electoral del PSOE, Trini Amorós, en representación de la alcaldable, Ana Barceló; junto a la directora general de Innovación, Sonia Tirado, en representación del candidato de Compromís, Rafa Mas (que debía participar en el acto de presentación de su lista a esa hora), y junto al candidato de ERPV, Mikel Forcada.