MADRID (EP). La primera ventana del mercado de fichajes en el fútbol español se cerró este lunes sin la contratación de ninguna gran estrella, sin inversión por parte del actual campeón, el Real Madrid, y con el 'susto' con el amago a mediados de agosto del posible adiós de Leo Messi.
Después de los aterrizajes el pasado verano de grandes nombres como el belga Eden Hazard o el portugués Joao Felix en Real Madrid y Atlético de Madrid, más el desembolso de 120 millones del FC Barcelona por Antoine Griezmann, la crisis generada por el coronavirus evidenció una realidad ya palpable en la falta de inversión en los 'grandes'.
De todos ellos, el que más dinero puso sobre la mesa fue sin duda el conjunto blaugrana para fichar por 60 millones al centrocampista bosnio Miralem Pjanic, procedente de la Juventus, y otros 20 al lateral estadounidense Sergiño Dest.
También fichó al portugués Trincao por 30 millones, pero esta contratación se anunció a finales de febrero, mientras que la marcha de Arthur y Arturo Vidal a 'Juve' e Inter le permitieron embolsarse más de 80 millones.
Sin embargo, apenas ingresó por las salidas de Ivan Rakitic, Luis Suárez y Rafinha, mientras que se quedó sin reforzar la delantera al no fichar ni a Memphis Depay, el elegido tras descartar a Lautaro Martínez, ni la defensa, al no conseguir a Eric García.
De todos modos, el FC Barcelona vivió el gran susto tras la sonrojante eliminación en los cuartos de final de la Liga de Campeones, con el inesperado burofax a finales de agosto de Leo Messi pidiendo que le dejasen marcharse acogiéndose a una cláusula de su contrato que le permitía irse sin necesidad de que nadie pagase 700 millones.
Empezó entonces un tira y afloja entre el '10' y el club, que se enrocó en su posición de tener razón de ceñirse a la millonaria cifra, y finalmente el de Rosario desistió y anunció para alivio de la afición culé que se quedaba, pese a dejar varios mensajes muy contundentes contra la actual directiva de Josep Maria Bartomeu.
Por su parte, en su gran rival, el Real Madrid, no hubo ningún refuerzo para Zinédine Zidane, salvo adelantar el final de la cesión del joven noruego Martin Odegaard. El campeón continuará con la misma base y sólo fue vendedor con jugadores como Achraf (Inter) y Óscar Rodríguez (Sevilla), sacando más de 50 millones, o canteranos.
En cambio, el equipo madridista fue protagonista en el mercado porque se desprendió finalmente de dos jugadores que no contaban con Zidane y con muy buen caché como James Rodríguez y Gareth Bale. El colombiano se marchó a la Premier al Everton de Carlo Ancelotti y el galés por fin accedió a salir de Madrid, volviendo como cedido de momento a su antigua casa, el Tottenham, acompañado por Sergio Reguilón.
Nadie para Gracia, un equipo entero para Almirón
El Atlético, tras el dispendio de 126 millones por Joao Felix, tampoco fue muy protagonista en el mercado, aunque sí para una salida como la de Thomas Partey, inevitable porque el Arsenal pagó la cláusula del ghanés de 50 millones y le quitó una pieza importante a Diego Pablo Simeone.
Los colchoneros se hicieron, eso sí, casi 'gratis' con Luis Suárez, compraron al extremo belga Yannick Carrasco y lograron la cesión del uruguayo Lucas Torreira para ocupar el hueco dejado por el mediocentro africano. Álvaro Morata se fue cedido a la Juventus para dejar hueco al de Salto, pero otros jugadores como Thomas Lemar o Héctor Herrera, que parecían descartables, se quedaron.
El Sevilla, tradicional gran animador del mercado en los últimos años, tampoco lo acaparó tanto. Así, retuvo a figuras como el joven central Jules Koundé o el argentino Lucas Ocampos, mientras que Monchi se movió bien en el mercado para traer de vuelta a Rakitic sin apenas gasto y a refuerzos como Óscar Rodríguez, Marcos Acuña, Idrissi y Rekic, además de comprar a Bono y Suso.
A partir de ahí, no se produjeron grandes movimientos, sobresaliendo sin duda la paralización total del Valencia donde Peter Lim no le ha dado ni un solo fichaje a Javi Gracia, que ha perdido a referentes como Rodrigo, Parejo, Ferran Torres, Coquelin o Garay para pelear por Europa. Mejor lo hizo su vecino Villarreal, que se hizo con el centrocampista de Coslada y el francés, más Estupiñán, Foyth y el cedido Kubo.
El mercado también trajo la vuelta al fútbol español diez años después de David Silva, fichado por la Real Sociedad, pero no la de otros viejos conocidos como Javi Martínez o Fernando Llorente. Ambos sonaron con fuerza para regresar al Athletic, con el riojano interesando al parecer también al Elche, pero no se movieron de sus equipos.
Por otro lado, los tres recién ascendidos acudieron bastante al mercado, con mención especial al Elche, que fichó a un equipo entero ya que realizó trece incorporaciones, catorce contando al entrenador Jorge Almirón.
Tampoco le han ido a la zaga el Cádiz con nueve incorporaciones, entre ellas otro retorno como el de Álvaro Negredo, y la SD Huesca con otras tantas, mientras que el Granada, que este año tendrá que compatibilizar tres competiciones al clasificarse históricamente para la Liga Europa, también se ha visto obligado a reforzarse con ocho futbolistas, entre los que destacan el colombiano Luis Suárez o el centrocampista Luis Milla.