Miriam Martínez Abellán: "Explorar con el 'collage' te lleva a descubrir mucho de tu identidad"

ALICANTE. La artista del collage Miriam Martínez Abellán expone El reflejo infinito este viernes, 20 de enero, en Espacio Séneca. La muestra, que se podrá ver hasta el día 29, es una selección de medio centenar de obras representativas de su trayectoria, que abarcan desde la instalación y el assemblage hasta el collage analógico y el objeto intervenido. La creadora murciana es la protagonista de la segunda edición del Alc Collage Fest, en el que se realiza una retrospectiva de su trabajo con el objetivo de mostrar al público lo inspirador y relevante que está resultando esta disciplina artística para el arte contemporáneo, trascendiendo de ser una aptitud menor de ‘corta-pega’. “En el panorama artístico actual, el gran número de artistas que han explorado esta técnica es inmenso”, sentencia la autora.

El reflejo infinito, una muestra comisariada por Víctor Lario, permitirá ofrecer una amplia visión de las diferentes formas con las que Martínez Abellán aborda la técnica del collage y lo hará con una temática tan diversa como lo son las propias colecciones que forman su porfolio. “Me interesan los conceptos relacionados con el cuerpo humano, la memoria como forma de construir la identidad y los relativos a la propia existencia”, describe la artista, que suele abordar una intensa reflexión sobre la figura femenina. “Hay un compromiso en este sentido que entremezclo con mensajes irónicos y cuestiones de ámbito social”, explica. Una labor que requiere un trabajo previo de investigación en el que también se deja llevar por la búsqueda de la belleza, “aunque los contenidos sean adversos”, sentencia.

El público podrá ver, así, piezas pertenecientes a diferentes colecciones expuestas en diversos espacios nacionales e internacionales como Discopatía (2014), Silencios (2015), Fracta (2017), Latente (2018), Visione ed intuizione (2021) o su proyecto más reciente Hand Motif, el cual ha sido Seleccionado en el Plan EXE-2022 del Instituto de las Industrias Culturales y de las Artes de la Región de Murcia. Como apasionada de la estética vintage y el reciclaje, la artista reúne en estos proyectos diferentes imágenes antiguas partiendo de fotografías, postales, libros o revistas, así como de objetos con historia y materiales de diversas texturas con el objetivo de rescatar todo ese material. “Darles otra vida es algo mágico, casi místico”, afirma. Un proceso que tiene una esencia de hallazgo y reminiscencia, permitiendo así que en la muestra se puedan encontrar formatos muy variados.

A pesar del auge de los medios tecnológicos y digitales, Martínez Abellán se decanta por lo analógico. “Prefiero una experiencia directa y emotiva con los materiales; me gusta que el trabajo sea manual, porque lo considero un valor añadido”, apunta. Utiliza, por ejemplo, ilustraciones de revistas antiguas y otros materiales impresos que recorta con bisturí y tijeras de diversos tamaños. “El poder tocarlos, olerlos y sentir la textura de estos me resulta más natural”, destaca. Un proceso que describe como un “diálogo con los materiales” y con uno mismo, muy alejado de lo que, en su opinión, ofrece esta disciplina en su formato digital. “No es lo mismo”, sentencia, aunque no descarta explorar la otra vía. “Soy analógica, aunque no me cierro a explorar otras técnicas y fórmulas”, afirma.

La artista compara todo esto con la vida misma. “Estamos siempre cortando y pegando para salir adelante; cortamos y seguimos haciendo una especie de collage de lo que encaja y no con nosotros, por lo que explorar y experimentar esta técnica te lleva a descubrir mucho de tu identidad”, explica. Una forma de estar y de entender el mundo. Así, su proceso se basa en una deconstrucción y reconstrucción de lo existente. “Uno de los gestos más recurrentes del collage, ya que se basa en la yuxtaposición de elementos de diferentes procedencias y que son anacrónicos, deconstruyendo de esta forma el significado original de los mismos para construir nuevas realidades. “Lleva a explorar lo que tus ojos y tu mente son capaces de descubrir”.

Esa trascendencia es lo que le llevó a desarrollar el collage de forma inconsciente, casi instintiva. “No ha sido una decisión meditada sino de algo emocional; siempre he sentido la necesidad de expresarme a través de la creación y empecé con la poesía, pero luego fue el piano y la danza, hasta que estudié las vanguardias en la universidad, algo que me abrió un campo de posibilidades fascinantes”, recuerda. Transitando ese camino encontró en el collage una manera natural y personal de expresarse. “La reinterpretación de la realidad que adquieren los conceptos y materiales que se utilizan en esta técnica es reflejo de una mirada con infinitas posibilidades”, comenta la autora. “Somos el reflejo de nuestra mirada; nos identifica como individuos”, sentencia.

La forma en que se combinan los elementos para comunicar a partir del juego, la intuición, la inmediatez, tiene mucho de magia y frescura con la que se identifica. “El collage me permite crear un imaginario de códigos híbridos que trasciende las técnicas de creación tradicional; no me interesa la narrativa visual explícita, si no aquella que sugiere”, describe. Utilizar imágenes del pasado para tratar cuestiones contemporáneas, por ejemplo. “Es necesario plantear una mirada alternativa y activa que provoque, incomode o interpele al espectador, generando cuestiones de abierta interpretación”. Algo que atrapa cada vez a más creadores. “Provocación, surrealismo, frescura, acompañado de una estética atractiva, hacen de esta forma de expresión algo que no para de reinventarse y eso nos demuestra lo inspirador y relevante que está resultando para el arte contemporáneo”, destaca.