Miguel Campello pone el contador musical “a cero” para sacar 'Noche y día'

ALICANTE (EFE). Después de homenajear a distintos artistas a través de versiones en Con todos mis respetos, su anterior álbum, Miguel Campello pone el contador musical "a cero" para lanzar Noche y día, el séptimo disco de su carrera en solitario como Chatarrero y que destaca por su abanico de experiencias y sentimientos.

"Para mí las letras de cada disco son un desahogo, todo surge de una manera que hace que no tenga una explicación lógica, incluso a veces varias canciones son para mí la misma, como si dentro de ese día una canción diera pie a otra", apunta a EFE el excantante de El Bicho ante ese propósito de "reunir todo lo que vives e incluso lo que sueñas y, más que escribir, de guardar recuerdos".

Afincado en la localidad de Águilas (Murcia) en plena naturaleza, a campo abierto y con una casa que se alimenta por la energía solar, Campello (Elche, 1979) ha estado trabajando desde su Chatarrería Estudios durante tres años en su séptimo disco, el que define como "el mejor y el más personal hasta la fecha". Noche y día se presenta como un doble álbum de 20 canciones que muestra "dos maneras de contar la vida, como el yin y el yang". 

"Soy géminis y constantemente estoy cambiando de opinión", reconoce entre risas ante un disco en el que la parte de día es "más tranquila" y la de noche, más rockera, "más cañera". Del derecho y del revés es la canción que abre esa parte donde las baterías, las trompetas, los sintetizadores y las guitarras flamencas se juntan. Y es que Campello apunta que el rock y el flamenco "no tienen por qué estar peleados". 

"Es más, tienen mucho que ver", concluye. "Yo he mamado mucho las canciones de Triana, Pata Negra o Medina Azahara, ellos fueron los precursores de ese rock andaluz que se mezclaba con el flamenco. Creo que lo único que varía es que antes no había guitarras eléctricas y ahora sí, pero el sonido sigue siendo el mismo", opina.

Con el tema "Vivir el momento", cuyas guitarras recuerdan al amanecer, comienza la otra parte diurna, donde los géneros que más destacan son la rumba, la cumbia y el flamenco con líneas de bajo distorsionadas y canciones más rítmicas. Una de ellas incluye un homenaje a La Faraona con "De fiesta con Lola Flores".

"En mi casa se quiso mucho a Lola, para mí era como ir a visitar a un familiar. Siempre me llamó la atención su cercanía y espontaneidad; se metió en todas las casas, formaba parte de muchos hogares y por eso me iría con ella y con Camarón de fiesta", cuenta sobre esta "dedicatoria".

"Soy muy de pensar en cuando no estemos y quiero crear obra para luego ser recordado", incide. El resultado es un "trabajo muy casero" en el que las letras del cantante vuelven a centrarse en lo original, en volver a lo básico: el positivismo, el amor, la felicidad o la libertad. "Yo siempre intento que mis letras sean positivas y que manden un mensaje de felicidad. Una frase de mis canciones es ‘Yo estoy vivo porque la vida me cuesta’, que significa que no te puedes venir abajo en los malos momentos, siempre hay que ir para arriba", anima.

Al disco le acompaña una gira de presentación que comenzará el próximo 18 de febrero en Barcelona, y concluirá el 20 de mayo en Granada, pero pasará antes por Málaga (24 febrero), Sevilla (3 marzo), Madrid (11 marzo), Murcia (25 marzo), Valencia (1 abril) y Bilbao (22 abril).