VALÈNCIA. La subida de la luz está suponiendo un duro golpe para miles de familias, pero también para muchas empresas que ven como la escalada en la factura energética devora sus márgenes. Desde el pasado año, la curva es ascendente, pero la invasión rusa ha incrementado la subida llegando a picos máximos históricos. La escalada llegó a su punto álgido el pasado 8 de marzo, cuando el precio medio de la electricidad en el mercado mayorista llegó hasta los 544,98 euros/MWh y algunas industrias comenzaron a plantearse interrumpir su producción. Ante esa tesitura, muchos particulares y firmas se han lanzado a buscar alternativas para aliviar sus costes. Y más teniendo en cuenta que la inflación sigue desbocada camino del 10%, tal y como lo recoge el último dato de febrero publicado este pasado viernes.
Y una de estas fórmulas es el autoconsumo solar. Así, empresas dedicadas a la instalación de placas en cubierta y en tejados domésticos están detectando un fuerte incremento tanto en consultas como en ventas. De hecho, el crecimiento de esta alternativa es de tal magnitud que hasta gigantes como Repsol y Telefónica España han constituido una sociedad para el desarrollo del negocio de autoconsumo fotovoltaico. Un acuerdo que abre la puerta a que ambas compañías exploren oportunidades adicionales para impulsar conjuntamente otros servicios energéticos en el hogar y las empresas, que tanto se están viendo afectadas por el encarecimiento de la luz y el gas natural.
Aunque cierto es que en los últimos días el precio medio del pool va en descenso (284,58 euros/MWh este pasado viernes), sigue siendo una cuantía difícilmente asumible para muchos mientras no desaparezca la incertidumbre que deriva del conflicto bélico. La valenciana Sapiens Energía ha comprobado de primera mano cómo en las últimas semanas el interés por el autoconsumo se ha acrecentado. "El lunes pasado vendimos cuatro instalaciones y en lo que llevamos de semana son ya ocho. Esto es algo extraordinario porque antes de que se encareciera tanto la energía eran dos a la semana", explica Juan Sacri, presidente de esta firma enfocada en las comunidades energéticas como alternativa al sistema de energía tradicional.
"La gente llega muy desesperada. Han estado aguantado pensando que la subida de la luz era algo puntual, pero el incremento de estas últimas semanas ha llevado a muchos a tomar la decisión de apostar por el autoconsumo", explica. Tanto es así, que algunas familias que les habían pedido presupuesto y estaban indecisas pensándoselo han decidido instalarse este sistema ante la escalada de precios. "Incluso nos piden que se lo pongamos cuanto antes. Ya no solo piden autoconsumo, sino que la gente se está sumando a nuestras comunidades energéticas", subraya Sacri.
Y es que si antes una familia media podía pagar de media entre 80-90 euros en la factura de la luz, ahora ese gasto se ha duplicado. En este sentido, según datos de la OCU, el ciudadano de la calle está pagando los recibos más caros de electricidad de toda la historia desde diciembre pasado. Desde la Conselleria de Economía también aseguran que las solicitudes se han incrementado desde el estallido de la guerra, pero todavía no disponen de los datos concretos, aunque subrayan que el aumento es notable.
Pero el fuerte aumento no solo se detecta en las instalaciones, sino incluso en las solicitudes de información sobre placas, para muchos, un sistema aún desconocido. "Las consultas se han multiplicado por diez tanto de manera individual como colectiva preguntando por comunidades energéticas", puntualiza el presidente de Sapiens Energía, que destaca que ahora mismo el coste de la instalación se amortiza en solo dos años.
Así lo asegura también el presidente de la Asociación Valenciana de Empresas del Sector de la Energía (Avaesen), Marcos Lacruz, quien destaca que la demanda de autoconsumo crece a doble dígito. "El año pasado ya se consiguió una cifra récord de instalaciones tanto en residencial como industrial de 150MW, diez veces más de lo que se había hecho en los últimos años". Y ahora las previsiones de crecimiento son más halagüeñas. "Ahora mismo es una cuestión de urgencia. Hay mayor concienciación porque el coste de la luz es altísimo y quien no tenga placas en el techo ahora mismo está perdiendo mucho dinero", subraya.
Pero, además, en estos momentos existen importantes ayudas autonómicas que también están incentivando el autoconsumo solar. En la Comunitat Valenciana hay dos tipologías: las que se financian con los fondos Next Generation, gestionados por las CCAA y que ofrecen una ayuda de entre el 60% y el 80% a fondo perdido; y, por otro lado, también existen bonificaciones del tramo autonómico del IRPF que, en el caso de la Comunitat Valenciana, cubren hasta el 40% del coste de la instalación con un máximo de 8.000 euros.
A estas se suman, además, los incentivos que ofrecen muchos municipios en forma de rebajas en el IBI para compensar el coste de las instalaciones de autoconsumo.
Una instalación de 3 kW, lo normal para una familia media, tiene un coste medio de entre 5.000 y 6.000 euros, por lo que Lacruz señala que entre las ayudas y tal y como está el precio de la luz "la instalación está amortizada en dos años". "Y si a eso le sumas la bonificación en el IBI de algunos municipios es un chollo", apostilla Sacri.
Los distribuidores también perciben este repunte del interés por el autoconsumo. La valenciana Peisa, con más de cuarenta años de experiencia en distribución de material eléctrico incluidos componentes para instalaciones solares fotovoltáicas y térmicas, destaca el repunte de peticiones para autoconsumo industrial porque, con los actuales costes de la electricidad, este tipo de instalaciones ya sale rentable incluso sin ayudas.
Su directora general, Amparo Almiñana, subraya además que otro de los factores que ha contribuido a ese fenómeno ha sido la posibilidad de conexión en media tensión dentro de las comunidades energéticas, algo que ayudará a su impulso.