ALICANTE (EFE). El fotoperiodista Manuel Lorenzo recorrió en 2019, en apenas 12 días y en su propia motocicleta, los 10.000 kilómetros que separan Alicante de la ciudad rusa de Nadym, situada al norte del Círculo Polar Ártico, en plena tundra siberiana, una aventura recogida en una exposición que se inaugura este viernes en la Lonja del Pescado de la ciudad alicantina.
La intención de Lorenzo (Dolores, Alicante, 1974) era "alcanzar un punto lo más al norte posible", ha declarado a Efe, "hasta donde llegara la carretera, el motor o mis propias fuerzas". Con vídeos y fotografías, el relato visual de aquella aventura se exhibirá en la Lonja del Pescado de Alicante bajo el título de Sigue, sigue Sputnik. La exposición pretende dar a conocer un recorrido por un lugar inhóspito en el que "no hay nada que ver", pero en el que el viajero se ve sobrecogido por "la luz, la inmensidad" y, sobre todo, "por la gente con la que te encuentras, que te acoge y te da todo lo que tiene".
A través de tres vídeos en bucle y fotografías de pequeño formato, "como la de los turistas que muestran su último viaje", diseminadas en reproducciones de las estancias rusas que se encontró en su camino, Lorenzo ilustra "una aventura" por "carreteras muy peligrosas de planchas de hormigón" rodeadas de zona pantanosa que unen "ciudades separadas por 500 ó 700 kilómetros de distancia". En las imágenes, diseminadas por las paredes y el mobiliario de una habitación y un taller mecánico decorados con motivos rusos, puede distinguirse "la diferencia entre la taiga rusa, que es boscosa, y la tundra".
El fotógrafo alicantino también descubre "los raíles de la muerte de Stalin", un proyecto de línea férrea ideado por el líder soviético "en los años 50" para conectar con los yacimientos de gas de la zona y trasladar hasta ellos "a prisioneros de guerra alemanes y los presos de los gulag". El sol de medianoche y diversas tomas realizadas con dron, además de los "comentarios en directo" del viaje, también aparecen en el material que forma parte de la exposición.
Por último, Lorenzo enseña "las vivencias más emocionantes" que vivió durante su itinerario, como el paseo que dio con una mujer esquimal como copiloto de su motocicleta o sus diferentes encuentros "con los moteros de la zona", que le acogieron como uno más, lo "bautizaron" para su ingreso en su propio motoclub, el Nur Bike Club, o lo invitaron a clausurar un festival que estaba celebrándose en el momento de su llegada.
Le indicaron lo que tenía que hacer y dónde tenía que ir y le aconsejaron todo sobre su recorrido: "Hasta me fabricaron un embrague para la Harley con piezas que un antiguo mecánico tenía por allí", ha relatado, "porque yo había roto el mío y, por supuesto, no había recambios disponibles". Con una carrera de cerca de 20 años en diversos medios de comunicación de la provincia de Alicante, Lorenzo comenzó a pensar en el viaje por Siberia en 2016, "mientras esperaba un ferri" que le llevara desde Helsinki (Finlandia) hasta Tallin (Estonia).
Durante tres años se dedicó a recopilar toda la información posible, investigó en los servicios geográficos de internet y, finalmente, solicitó desde Torrevieja un visado para emprender el trayecto hasta los confines de Siberia. El recorrido le llevó desde Alicante a Moscú, "después de tardar ocho horas en cruzar la frontera rusa", y desde la capital pasó sucesivamente por las ciudades de Perm, Tiumén, Surgut, Novi Urengói, Salejard y, finalmente, Nadym, "donde se acababa la carretera". A su vuelta, cambió de itinerario y recaló en Ekaterimburgo y Uliánovsk hasta regresar a Moscú. "A la vuelta", ha bromeado, "solo tardé tres horas en cruzar la frontera" para culminar "unos 20.000 kilómetros en un mes"