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entrevista al batería del grupo de punk rock, que celebra su cuarto de siglo con un doble disco

Maki (Disidencia): "Seguimos manteniendo la misma rabia de hace veinticinco años"

28/07/2020 - 

ALICANTE. En 1995, Onil vería nacer a la banda de punk rock Disidencia. Maki (batería), Txus (voz y bajo) y Jipi (guitarra) serían los fundadores. Su primera grabación, La solución está en tus manos, (1997) se convirtió en un éxito de ventas, superando las 10.000 unidades, todas a través de distribuidoras alternativas. En pocos meses pasarían a formar parte de los carteles de conciertos en los que acompañaban como iguales a las bandas que hasta poco antes habían sido sus referentes. Posteriormente Apología de lo evidente (1998) y Bienvenidos a Occidente (2002) colocarían a Disidencia entre las mejores bandas de punk rock en el Estado español.  

"Seguimos cantando cosas que nos funcionaban hace veinte, veinticinco años". Maki, original del municipio de Banyeres pero afincado en València desde hace unos años, lo tiene claro. "La idea de sacar el disco por la efeméride del aniversario es porque muchos temas emblemáticos, que ya han cumplido la mayoría de edad, hace ese tiempo no se tenían los medios, ni los estudios, ni tampoco el sonido, por eso hemos querido actualizar el recopilatorio", confiesa el batería de Disidencia. "Son temas míticos; cambiarlos era incluso contraproducente", asegura, que cuentan lo mismo pero suenan diferente, y entre los que se encuentran el single El mitin, con una letra, por desgracia, vigente todavía a día de hoy. "Hay un cambio en la escucha. En cuanto a lo demás, lo mismo; Disidencia sigue manteniendo la misma rabia, la gente transmite la misma opinión que hace veinticinco años", subraya. 

Y esa esencia de "fidelidad" para sus impacientes seguidores se guarda en dos 'frascos', como el mejor perfume. Un disco doble con veinticinco temas de directo, regrabados. "En el primero, el A, hemos querido dar la oportunidad a nuestro productor, el gallego Javier Abreu, una persona muy importante para el grupo, de que deje su huella en los dos primeros discos, que producimos nosotros, ya que él no llegó hasta el tercero", detalla el artista alicantino. "Ahora, esa producción personal que fue nuestra ha pasado por su 'turmix' cerrando, en cierta manera, un ciclo. El disco B sí recoge los temas que produjo Javier, que tienen un sonido más actual", explica.

En 2001 realizaron un disco de versiones de bandas alicantinas que habían escuchado en su juventud titulado Novus Ordum Seculorum. Posteriormente publicarían Hablarán las piedras (2004), un disco doble en directo en 2006, Antología poética (2008), donde ponían música a poemas de autores como Benedetti o Galeano. En 2013 vería la luz el EP Hablarán las armas y en 2015 publicaban su último album, Disciplina de la miseria. En estos 25 años les dio tiempo a compartir proyectos como Banda Jachis (grupo liderado por Javi Chispes, el que fuera artífice de la otra gran banda alicantina de punk, Maniática, y del cual formaban parte los tres fundadores de Disidencia) o Radio Clash (tributo a The Clash en castellano lanzado por Maki y Txus de Disidencia en 2010). 

Como Disidencia llegaron a realizar más de 700 actuaciones por todo el estado, parte de Europa y Latinoamérica. "Recuerdo cuando fuimos a México, con dieciocho años recién cumplidos. Teníamos un concierto en Tijuana, con dos grupos locales, y los militares del primer control en la frontera con los Estados Unidos avisaron a los segundos de que iba un grupo de rock de España, y en este último nos hicieron bajar para que les regaláramos discos y camisetas del grupo", recuerda Maki con una sonrisa. "Se pusieron todos en fila, con su mochila; recuerdo a los militares, con las metralletas colgando y probándose camisetas. Esas cosas son las que se te quedan", añade. Italia, Alemania, Austria, Francia. Disidencia estuvo además en todo el circuito de festivales, y "de centros sociales ocupados del Estado español de aquellos momentos". "Nos cruzamos con grupos referentes, como la Polla Records, Reincidentes, y sirvió para entablar amistades, o hacer colaboraciones y compartir escenarios y directos", recuerda el batería. Por eso lamenta tanto que el coronavirus les haya 'pillado' justo antes de arrancar la gira de celebración de su aniversario, pospuesta inicialmente a 2021. "Nos cogió a dos semanas del primer festival después del Estado de Alarma". Empezaban de cero, ya que el grupo ha estado sin tocar unos siete años, calcula. "Queríamos ofrecer un 'show' largo, diferente, con temas emblemáticos", cuenta el batería de Disidencia. El primer festival estaba fijado para el Adictes Fest, en Tárrega, Lleida; también tenían cita en el Tintorrock de Aranda del Duero, y en el Festardor y el Viña, entre otros. "Se mantiene para el año que viene, aunque hay mucha incertidumbre en el mundo de la música", confiesa, en la línea del resto de eventos.

Con todo, el doble disco del cuarto de siglo de Disidencia no se ha hecho de rogar, y el sello Maldito Records lo lanzó, hace más de un mes, al mercado. "No era cuestión de esperar. Hay una tirada espectacular de 'merchandising', mascarillas incluso, gorras, 'zapas', bolsas… El formato es muy chulo, yo he contribuido en el diseño. Aunque está en plataformas digitales, animo a la gente a que lo compre. Son 25 años de un grupo, con un 'collage' de fotos inéditas, algo que a los seguidores les gustará tener en físico", insiste. Aunque Maki dejaría la banda en 2005 -para entrar a formar parte de Obrint Pas hasta su disolución, siendo posteriormente batería de Dakidarria y de The Locos, banda del antiguo cantante de Ska-P- con la idea de "coger aire", ha regresado con más ganas que nunca. "Siempre hemos mantenido el contacto; todos los grupos pasaron altibajos. Pero somos alicantinos, de venirnos arriba fácilmente, y vimos la ocasión de juntarnos por los veinticincos años. La motivación también es porque nunca hubo ni disco, ni concierto de despedida, y nos sentíamos en deuda con los seguidores, para cerrar el ciclo", reconoce.

"Yo no me he cortado en decir lo que pienso nunca, ni lo haré con cuarenta años. La música de ahora me parece una puta mierda. Todo está enlatadísimo, y el 'trap' es la peor bazofia musical que nos ha dado el siglo XXI, unos seudohiphoperos, una historia de mierda con una base rítmica prefabricada", denuncia. "Entiendo que los gustos de ahora no son los de antes, que hay dos generaciones, y que no se lleven los mismos. Ahora te gusta un grupo si está de moda o no, independientemente de la música que haga", lamenta. "Nosotros porque ya tenemos una cierta edad. Pero en el pop rock de ahora ha habido un cambio, con Zoo, los Chikos del Maíz, hemos visto como la Polla Records volvía con la gira más exitosa de toda su historia, recogiendo el fruto de tanto tiempo", reconoce, no obstante. "Siempre van a estar porque fueron referentes en su momento, y eso va a quedar. Funciona la escuela, el circuito, que impulsaron Obrint Pas, La Gossa Sorda, Aspencat, por citar solo algunos, cogiendo a su vez el relevo de Al Tall; ha perdurado diez años después en la escena valenciana y alicantina, es importante a escala local y del Estado español, con lo que hay cuerda para rato en este sentido", concluye el miembro de la banda colivenca, quien, junto a sus otros dos compañeros, fundadores originales, han regresado al estudio de grabación a volver a revisar algunos de aquellos temas clásicos y volver a mezclar otros, en un disco doble que se presentó el 19 de junio de 2020 pero que guarda 'tralla' por un tubo, como nos tenían habituados.

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