ALICANTE. Menos multitudinaria que la marcha feminista del pasado 8 de marzo, pero con un nivel de asistencia más que respetable teniendo en cuenta las circunstancias. La marcha del Primero de Mayo ha recorrido este miércoles el centro de Alicante para reclamar al Gobierno "igualdad, derechos y cohesión", en una convocatoria que se celebraba en pleno macropuente (al ser festivo también el jueves por la Santa Faz) y justo después de la resaca electoral. Sin despreciar el hecho de que protestar contra un Gobierno del PSOE siempre motiva menos que hacerlo contra uno del PP, y esta marcha es la primera que se celebra desde que Pedro Sánchez se convirtió en presidente en junio de 2018 con una moción de censura, y días después de que haya ganado las elecciones.
No obstante, UGT y CCOO han vuelto a salir a las calles de Alicante para reclamar las mejoras que consideran que aún deben acometerse en el mercado laboral, y que en esta ocasión se han resumido en el lema "Más derechos, más igualdad y más cohesión", tras la advertencia de que, gobierne quien gobierne, "la lucha continúa". Así rezaba la pancarta principal de la marcha, sostenida entre otros por las secretarias generales de los dos sindicatos de clase en Alicante, Yaissel Sánchez (UGT) y Consuelo Navarro (CCOO).
Además de la lucha contra la precarización, que ha centrado la mayoría de lemas, la manifestación ha vuelto a estar protagonizada este año por la situación de las pensiones, con la exigencia de que se blinden en la Constitución, y por la brecha salarial que sufren las mujeres. El movimiento feminista, representado por algunas asociaciones de mujeres y por lemas en las pancartas de sindicatos y partidos, ha sido el otro gran protagonista de la marcha, que ha disfrutado de unas envidiables condiciones climatológicas para transcurrir por las principales arterias del centro de la capital alicantina.
A los miles de manifestantes, la mayoría convocados por los sindicatos de clase pero también por otras organizaciones sindicales y partidos, se han unido este año menos cargos políticos de lo habitual. Tras la pancarta de la Federación de Servicios Públicos (FSP) de UGT han marchado la consellera de Sanidad, Ana Barceló, y el candidato socialista a la Alcaldía, Paco Sanguino, ambos de blanco entre una marea de casisetas (y banderolas) rojas. También se ha visto al concejal socialista y nuevo diputado electo Carlos Giménez, así como al alcalde de Sant Joan d'Alacant, Jaime Albero, confundidos entre el resto de manifestantes. Asimismo, Compromís, Unidas Podemos y Actúa (la propuesta política de Gaspar Llamazares) han desfilado con sus propias pancartas y lemas, junto a las numerosas (y minoritarias) facciones comunistas como UCE, PCPV, PCTE o PCPE.
Como curiosidad, la segunda pancarta tras la de la cabecera ha estado ocupada este año por la Asociación de Mujeres Senegalesas, con un lema contra la discriminación. La mujer ha protagonizado otros lemas como el "no a la violencia" que portaban representantes de CCOO, con dominio del morado sobre el rojo en las banderas en este tramo, o la "igualdad" que reclamaba la pancarta de la FSP de UGT-PV. También han participado Decidim, para pedir una república feminista, la Marea Blanca, en contra del cierre de camas, HOAC para pedir "trabajo digno", la Intersindical, o las organizaciones juveniles Endavant, Gatzara y Arran. Tras un parón marcado incluso por efectivos policiales, han cerrado la marcha los sindicatos CGT y CNT, que no suelen coincidir con los de clase en la forma de entender la acción sindical.