Hoy es 23 de diciembre

por amor al arte / OPINIÓN

Letizia Ortiz

17/12/2017 - 

Trump mata Internet. Ximo Puig salva los muebles de la nave del Botànic en la Ciudad de la Luz. El origen del mundo de Gustave Coubert. Isabel Bonig cena en el Club de Tenis. Federico Trillo humilla a Alcoi. 

Estaba dispuesto hoy a contarles el Cuento de Navidad 2017. Uno siempre ha soñado ser el Director del NYT y escribirle a un niño huérfano de Wichita o Maine o Sax que nunca, nunca pierda el calor de la esperanza, porque la verdadera magia está en su voluntad. En la imparable fuerza de su mente. Justo cuando me empieza a nevar por segunda vez en el hielo oscuro de mi alma teresiana, se ilumina la hoguera del móvil. No, no es San Juan de la Cruz. Es el nunca el bien ponderado Herr Direcktor de Alicante Plaza, el inteligente y grácil Miquel González que me espeta: “xiquet, deixa’t d’històries i em fas una crònica sanguinolenta i alhora carinyosa de l’actualitat política”. Celos y ganas de sabiduría. Como no quiero que me echen de este paraíso digital y sé que mi cuento y mis cuentas dependen de su férrea y caprichosa voluntad benissera, encomiendo el relato navideño en sus cuidadas manos y prodigiosa mente y rezo para mis adentros: tú De Manuel, a lo tuyo y deja las cosas celestiales para los que mandan. Mira lo divino que nos escribe una Maruja Torres, un Carlos Carnicero o un Miguel Ángel Aguilar y mira cómo han acabado. Así que como nunca seré como Juan Luis Cebrián, los Kennedy o Juan Carlos I en sus infinitos reinados del mar azul bávaro... nenas, nosotras a lo nuestro.

Érase una vez que Alicante no estaba tan a oscuras como parecía. La luz eternamente encendida del despacho del Ilustrísimo Señor Alcalde iluminaba desde las vías de San Gabriel hasta El Abridor de Arcadi Blasco en la Santa Faz. Entonces fue cuando se produjo el prodigio prodigiosamente prodigioso. Ximo Puig anunció a María de la Santa Comunicación ¡abracadabra! que nos volverá a prender la Ciudad de la Luz a tota virolla y no es que sólo podrán aterrizar los aviones a ciegas en El Altet, sino que con su resplandor eterno els pastorets nos podremos poner morenos en la playa perruna de Agua Amarga. Entonces, cuando seamos Alicante D.D. –nos hemos quedado en Distrito Digital, porque menos en la placeta Constitucional del xiquet, el territorio Super Sanguino, no llegamos a Federal- y Andrés Pedreño atraiga startups,  las inversiones de la City y el talento de Silicon Valley, todo será como una eterna bajada de escalera de piernas y plumas destellantes –gracias por venir- de Àgueda Micó, Vicent Marzà, Mireia Mollà y de la más: Mónica Oltra. Y fuimos felices y… Pero no, espera… mientras, en este minuto, en À Punt…

Aunque Isabel Bonig -Pepe Ciscar no cuenta, apenas puede con la losa Ciegsa&Zombies Del Toro y Gascó y porque emite en otra dimensión… bip…bip… bip…-y María José Catalá se esfuercen, hay que reconocer que en las variedades arrevistadas de los presupuestos 18 lo que ha brillado –Mare De Déu del Desig Incontrolat- deslumbrado y abultado, ha sido la enorme pinza del filósofo podemita Antonio Estañ. A quien esperan en su pueblo, Callosa de Segura, para que ponga paz y buena voluntad en el Belén de la Cruz de los Caídos. ¡Milagro! Estañ es un superdotado más católico y seminal que su jefe Pablo Iglesias y Carolina Bescansa e Íñigo Errejón juntos, pero le podemos -sin segundas- enviar al legionario Luis Barcala que, según nos cuenta Pere Rostoll en el Diario Información, ha formado un sexteto para la ceremonia de la sucesión definitiva de otra estrella: Sonia Castedo. Que en su resurrección orbital navideña ha arremetido contra Pavón.

Quien, como -"desleal orgulloso temerario conspiranoico"-  todo el mundo sabe en el País Valencià, es el Nostre Senyor Robat d’Onil. Para entender qué pasa en Guanyar Alacant, bueno, realmente en EU, vale, escribiendo claro, en el PC -aviso para millenials: buscad Partido Comunista del País Valencià- hay que haber sido kreminólogo, culebronólogo, embalsamador y ufólogo. Por mucho que lo quiera liar José Luis Romero, hay 2 bandos: él y los otros. Pendientes de la guerra que tienen en la Comunitat –en enero solución según el evangelio de Alberto Garzón- y las posibles alianzas, trenzas y tenazas con el resto de fuerzas políticas y, en especial, los 2 Podemos. Que no les volverán a regalar las próximas municipales. Las ondas ultrasónicas de la embajada cubana han sacrificado a Antoni Such y vetado a Luis Lozano como presidente del PSPV de la provincia de València. En Alicante vuelve la finísima y avasalladora altura intelectual de Asunción Lloréns: Déu ens ampare. Rubén Alfaro, alcalde de Elda y presidente de la FVMP, al final sale fortalecido. Gerard Fullana de Compromís lanza ‘amiguitosdelalma.com’ contra César Sánchez. Crecerá el bosque de El Porquet y el ficus de Gabriel Miró, la Isla Pirata de Benidorm y Hosbec ahora que Jorge Olcina y Javier Miró se han inventado la temporada turística desde primavera hasta octubre. Amén. 

Sí, sí, sí, porque muchas lucecitas, paz en la tierra y buena voluntad y hacia Belén va… pero lo que nos pone como burros es ir a ver Star Wars, que hasta Gonzalo Eulogio se ha tenido que pedir dos reservas en V.O., que ya son ganas. Muchos planos paralelos, vertiginosísima acción y adoración nocturna del lado oscuro en Los últimos Jedi. Antes de la invasión de Irak, Francis Fukuyama teorizaba sobre la bondad de la guerra. El libro más vendido esta Navidad en Inglaterra es Guerra, para qué sirve, del historiador Ian Morris, un elogio de los beneficios de las guerras. Esperemos un feliz porvenir. Georges Lucas nos ha actualizado el Cuento de los Cuentos. La Biblia, Guerra y Paz, todo Cervantes, Shakespeare, García Márquez, la prehistoria alrededor de la hoguera, las sagas nórdicas y la mitología universal. Así que per secula saecolorum estamos -Caín y Abel- condenados a enfrentarnos los hobbesianos y los cooperadores hasta la entropía final. 

Cosas finas de señoritos con un clavel en el ojal mientras media humanidad se muere de pobreza energética o simplemente de hambre o de éxodo. En las fauces de la feroz Navidad sigue aumentando la desigualdad lacerante, se incendia la guerra del agua, Dolores de Cospedal premia al CEU San Pablo, aumenta el gasto militar y, ave maría, poco después, se celebran los ejercicios espirituales del Consell. Por lo menos, el jueves los catalanes –Ada Colau ha usado la criptomoneda de su vida sexual para ponerse de perfil- votarán. No nos tocará ni la Grossa, ni el Gordo. Cristóbal Montoro conseguirá arruinarnos. Eso sí, impagable la Santíssima Aparició del Pare Camps, los ángeles cantan, las nubes se levantan y el aviso –la cabeza del caballo- de que Juan Cotino retoma –oficialmente- las riendas del negoci de la famiglia. Descongelar marisco. En las procesiones de las oficinas del subsidio en general y en las de la profesión periodística en particular no se habla de otra cosa que del gesto y dignidad de Sebastián Sanchis -concejal del PSPV en Paterna y ex de RTVV- y dels ninots indultats en À Punt. España no se quedará sin fútbol. Felipe VI debe cortar por lo sano la ola neofranquista que hiela España.

Imperdible la magnífica y enciclopédica biografía de Jan Swafford sobre Ludwing van Beethoven. Se estrena el musical Tic Tac en el Teatro Principal de València. Adiós a Juan Lladró. El Museo de Bellas Artes de Castelló presenta la exposición Paisajes, Paseos y Paisanos con la dura pintura de los 20 de Emilio Varela, Genaro Lahuerta y Juan Bautista Porcar. Monjitas traficantes de arte. Sijena, el British Museum y El Prado: dispersión o concentración. La eterna luchadora Lola Mollá, Premio Maisonnave. Mónika Rendón concelebró anoche la Nochevieja para todos los noveldenses y adheridos. Magnífica la exposición dela Fundació Cime de Xàbia sobre la medición antes del sistema métrico decimal. Rafael Pérez Pérez, padre de la novela rosa, tendrá una calle en Alicante a propuesta de Cs. Vuelve el Festival Internacional de Benidorm. Disney se regala la 21st Century Fox. Hoy programación navideña especial en directo en Radio Clásica. Letizia Ortiz, SM la Reina de España, me va a traer unos pantalones superchulos de Senegal. Y colorín, colorado…

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