LA VILA JOIOSA. En los últimos años, el Ayuntamiento de la Vila Joiosa no ha sido fácil gobernar en solitario. En unos comicios en los que el PP ha obtenido mayorías absolutas en muchos de los consistorios, muchos de ellos rodean a la Vila, en la capital de la Marina Baixa se han quedado a un edil de no necesitar a nadie para tener un mandato tranquilo. Un resultado no obstante que ha dejado a los populares como fuerza más votada y ha devuelto al PP la mayoría, algo que no ocurría desde los comicios de 2011, la última absoluta antes de que entrara al gobierno el bloque de izquierdas. Ahora, el partido tendrá que elegir cuál es su futuro, de momento, abierto a todas las posibilidades.
Lo que sí está claro es que Marcos Zaragoza será el nuevo alcalde de la Vila. Un Ayuntamiento que conoce bien después de haber formado parte de él como concejal desde 1999 hasta 2011, cuando dio el salto a la política autonómica y fue diputado en las Cortes Valencianas entre 2014 y 2015. La apuesta del partido por él ha terminado siendo un éxito, no se sabe -al menos de momento- cuál habría sido el resultado de haberse presentado la otra alternativa, Charo Escrig.
Pero con los datos en la mano, el PP ha conseguido incrementar el número de votos de manera rotunda. De los 3.041 votos conseguidos en 2019, este año ha logrado movilizar a su electorado y obtener 5.565 sufragios. Por encima de lo obtenido en 2015 (3.461 votos), pero por debajo de las grandes mayorías del PP en la Vila en 2011 (6.490) y 2007 (6.214). Como consecuencia, también experimenta un aumento de concejales, que pasa de los seis de la última legislatura, a los 10 que ostenta ahora. La subida del PP también viene a consecuencia de la caída del PSOE, que baja en unas 600 papeletas, pasando de ocho a seis ediles.
Con todo, la corporación se queda de la siguiente manera: el PP con 10 concejales, el PSOE con seis, Acord per Guanyar con dos, Vox con dos y Gent per la Vila con uno. Los populares podrían gobernar en minoría, delante tendría a un bloque de izquierdas que suma ocho, dejando fuera al socio de gobierno de los últimos ocho años, GPLV, que viene del centro derecha como ellos mismos se autodefinen, siendo su líder, Pedro Alemany, ex concejal del PP. De todos modos, si se optara por incluirle, seguirían en minoría con nueve regidores frente a los 10 del PP.
Un escenario a priori favorable para Zaragoza, que podría tener un mandato tranquilo incluso en solitario y sin compartir concejalías con otro partido. No obstante, para tener una mayoría garantizada en cada una de sus decisiones en el pleno, le bastaría con pactar con uno de los dos partidos que estarían dentro de su cuerda y que son minoritarios: Vox y GPLV.
Preguntado por este asunto con menos de 24 horas pasadas desde que se conocía el resultado, Zaragoza manifestó a este diario que de momento es temprano para tomar una decisión al respecto. Por ahora, está abierto a todas las posibilidades, tanto gobernar en solitario como pactar con otras formaciones. La idea pasa por constituir un "gobierno fuerte y estable" con el fin de gobernar "para todos y con todos" y dejar de lado "egos personales". De este modo, explicó que en los próximos días quiere sentarse con los partidos que han obtenido representación para conocer sus proyectos para el municipio, "no me planteo exclusiones", dijo.
Otra de las dudas que planean es la predisposición de su excompañero de filas, Pedro Alemany, quien a este diario manifestó su voluntad de formar gobierno con el PP. No obstante, aseguró que de momento nadie se había puesto en contacto con él, y estaba a la expectativa de conocer sus movimientos y "saber cómo respiran": "Si son inteligentes, querrán unir al centro derecha", mencionó.
