ALICANTE. Una propuesta de aplazamiento sin entrada y garantías, es decir, cualitativamente inferior a las formuladas entre abril y junio del año pasado, por mucho que el plazo de amortización que se plantea se haya acortado y, por tanto, las cantidades a abonar periódicamente sean de mayor importe.
En Alicante Plaza adelantábamos el jueves que en el Hércules, al no concretarse por parte de la Agencia Tributaria la celebración de la reunión que había solicitado hacía ya tres semanas, se estudiaba seriamente pasar a la acción y presentar el mismo viernes una propuesta de pago en el registro general del fisco. Desde el club ya se adelantaba que la oferta iría en la línea del plan de viabilidad trasladado a los acreedores ordinarios en su día en el marco de la renegociación del convenio suscrito con ellos, lo que implicaba que no se hacían entregas por adelantado y tampoco se respaldaba el aplazamiento con garantías. Y sí, el Hércules envió ayer telemáticamente su propuesta que, contando con los citados rasgos, en el último momento sí es cierto que se decidió endulzar reduciendo el plazo máximo de vigencia del aplazamiento de los seis a los cuatro años.
Hacienda no lo ve claro
No se puede calificar precisamente de positiva la primera impresión que causó en la Delegación Central de Grandes Contribuyentes el nuevo planteamiento del club blanquiazul, aunque eso es algo que puede sorprender a pocos. El portavoz autorizado de la Agencia Tributaria fue tan parco (el del Hércules, a lo largo de la semana, no lo había sido menos) como claro en su valoración, dejando en el aire incluso la posibilidad de que se responda por escrito a la oferta. Al tiempo que se insistía en que si bien Soledad García ya no está vinculada al departamento de Recaudación, bajo la dirección del nuevo responsable, Guillermo Barros, las exigencias para conceder aplazamientos se mantienen en la misma línea que en la anterior etapa.
Dispensa de constitución de garantías
En el Hércules, por su parte, sostienen que "la situación del club hoy no es comparable a hace un año" y de ahí que ahora, por ejemplo, no se ofrezca un primer pago de dos millones de euros o garantías que respalden el aplazamiento de la deuda.
Así, en la entidad esperan que el fisco sea sensible al nuevo escenario en el que se mueve y acepte una dispensa de constitución de garantías, al entender que se halla en el supuesto recogido en el artículo 82.2.b) de la Ley General Tributaria que la posibilidad de conceder la citada dispensa "si el obligado carece de bienes, si la ejecución de su patrimonio pudiera afectar sustancialmente al mantenimiento de la capacidad productiva y nivel de empleo o producir graves quebrantos para la Hacienda Pública".
En cuanto al incremento progresivo de las cuotas, vinculado a la categoría en que milita el primer equipo, no es algo nuevo, como tampoco que se contemple una cuota final con la que se cancele totalmente el crédito en el plazo máximo fijado, algo que el Hércules espera tener ya que afrontar en el fútbol profesional, aunque lo deseable sería hacerlo directamente en Primera División, categoría en la que los ingresos son infinitamente superiores y en la que el club también se compromete a pagar de una la deuda restante; una contraprestación que se une a otras también habituales como el pago de la mitad del beneficio neto por traspasos.