ALICANTE. La avenida de Dénia vuelve a situar a Alicante entre las ciudades que cuentan con zonas urbanas con mayor concentración de accidentes graves según el estudio "Puntos Rojos: los accidentes de tráfico en las capitales españolas".
Dos años después, la Fundación Línea Directa vuelve a reservar al principal acceso al casco urbano de la capital de la provincia un lugar destacado en el 'ranking' de mayor siniestralidad. Nada menos que el sexto, lo que la coloca por delante de València, Sevilla, Murcia, Málaga o A Coruña y solo por detrás de Madrid y Barcelona.
El citado vial, a la altura del número 76, es decir, el túnel de Jesuitas, el tercero de los que uno se encuentra en sentido centro ciudad, el paso inferior que permite sortear la intersección con Gran Vía-Norte, rivaliza en siniestralidad con la M-30 y el nudo de Manoteras, la M-40 y los túneles de El Pardo, el eje Recoletos-Castellana, la calle Alcalá y la barcelonesa avenida Diagonal.
Ni la ampliación de la avenida de Dénia está terminada (tanto el tramo de Santa Faz como el de la Goteta, el más próximo al centro, siguen durmiendo el sueño de los justos), ni mucho menos pagada la obra (se adjudicó por 33 millones pero terminó costando 48 y de los anteriores se adeudan dos terceras partes), pero este vial de entrada y salida de la ciudad, que soporta 60.000 vehículos diarios, con tres carriles por sentido (y tramos de cuatro) y cuatro pasos inferiores y uno elevado para vehículos (además de dos para el tranvía, uno subterráneo y otro elevado) se caracteriza por su más que deficiente iluminación y especialmente señalización.
La Fundación Línea Directa ha analizado casi 500.000 accidentes registrados por la Dirección General de Tráfico entre 2013 y 2017 y más de 70.000 siniestros graves atendidos por Línea Directa Aseguradora, todos ellos sucedidos en zonas urbanas y en vías de circunvalación de toda la geografía nacional.