ALICANTE (EFE). La Policía Científica halló cinco armas en el domicilio del único acusado del crimen de los Sala, Miguel López, según ha declarado este lunes una testigo en el juicio que se sigue por el asesinato de Carmen Martínez, la viuda del expresidente de Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) Vicente Sala. El registro de los tres pisos del domicilio encontró dos pistolas, un arma indeterminada dentro de un maletín y una escopeta y una carabina ubicadas en un armero, según la declarante, quien también ha desvelado que se encontraron trece cajas de cartuchos en total.
"Lo que se buscaba con la revisión del domicilio del acusado", ha manifestado la testigo, "era ver si entre las herramientas" que López acumulaba en el taller habilitado en su vivienda "se encontraban restos vinculados a la manipulación de cartuchos de armas de fuego". El motivo radica en que la investigación ha demostrado que los dos proyectiles que acabaron con la vida de la víctima habían sido alterados para que pudieran dispararse con el arma utilizada, que no ha aparecido.
El resultado de las pesquisas de la Policía Científica en la vivienda del acusado, ha declarado la testigo, fue "negativo"; es decir, no se ha podido demostrar que fuera López el que manipuló los proyectiles. Sin embargo, sí quedó demostrada la posesión de varias armas: en concreto, los agentes de la Policía Científica hallaron "diversas fundas de armas" y "un maletín con un arma" en la planta más alta;en la planta baja se localizó una pistola y cuatro cajas de cartuchos, además de un armero situado "en un baño camuflado dentro del vestidor" de la habitación de matrimonio. En ese armero, ha indicado la declarante, había "una escopeta y una carabina" y cuatro cajas de cartuchos. Por último, en el sótano, los agentes desplazados encontraron otra pistola y nueve cajas de cartuchos más.
La misma declarante ha explicado también cuál era la distribución de la vivienda que López compartía con su mujer, Fanny Sala, hija de la víctima, y sus tres hijos. El edificio, uno de los cuatro que formaban parte de la finca familiar, constaba de tres plantas. Las dos primeras eran un sótano, en el que se había habilitado un taller, un garaje, un gimnasio y dos habitaciones, y la planta baja, en la que se encontraba la habitación de matrimonio y otros tres cuartos, con varios cuartos de baño, un salón, una cocina y el lavadero.
A la planta más alta se accedía "a través de una puerta blindada" y de otra entrada que conectaba con el vestidor de la habitación de matrimonio; se trata de una zona abuhardillada consistente, ha señalado la testigo, en "una habitación del pánico", un tipo de instalación que se utiliza para que los propietarios de una vivienda puedan protegerse en el caso de asalto al domicilio.
María del Carmen Martínez falleció el 9 de diciembre de 2016, tras recibir dos disparos en la cabeza en su vehículo, que se hallaba situado en el lavadero del concesionario Novocar, propiedad de los Sala y dirigido por Miguel López, el único acusado. La Fiscalía y la acusación particular, que representa al hijo de la víctima, Vicente Sala, solicitan 24 años y medio de cárcel por los delitos de asesinato y tenencia ilícita de armas. La defensa de López ha pedido la absolución.