VALÈNCIA. Faltan cuatro meses para que acabe el año, y los ambiciosos cambios que desde las distintas direcciones adjuntas del Institut Valencià de Cultura se propusieron para las líneas de ayuda a las industrias culturales están quedando ensombrecidas por el retraso de la publicación de las propias convocatorias. Si el año pasado fue una jubilación que dejó K.O. al personal del departamento, este año se ha tratado de un asunto burocrático. Especialmente sangrante ha sido el caso de las subvenciones al audiovisual, que diseñadas desde hace varios meses, se quedaron estancadas en trámites para validarlas jurídicamente.
Ayer el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana publicó las nuevas bases y la convocatoria de la línea dedicada a la realización de festivales, cineclubs, concursos, jornadas, eventos y proyectos singulares y asociaciones de carácter audiovisual. La primera propia del IVC, después de que se publicaran las ayudas de fondos europeos a salas de exhibición. A partir de aquí, se espera que el resto de líneas de ayuda, que estaban ya diseñadas pero atascadas, vayan publicándose en los próximos días o semanas. De ella dependen un buen puñado de producciones y proyectos, en un sector que depende especialmente del dinero público del Institut.
Fuentes del sector ya señalaron cierta preocupación por el retraso, ya que, una vez concedidas las ayudas, la cuenta atrás empieza y se acortan los plazos y el margen de maniobra de procesos tan complejos como los de una producción. En todo caso, mejor tarde que nunca: irán saliendo y todas las ayudas han sido revisadas para adaptarlas a la realidad post-covid.
En el caso de las publicadas en el día de ayer, las de festivales, cineclubs, etc., no guardan grandes cambios significativos ni en las modalidades ni en los criterios de valoración; pero la convocatoria de este año sí aumenta notablemente la dotación presupuestaria, especialmente en el caso de los festivales, donde el incremento llegaría al 80% en relación a la anterior convocatoria. Son objetos de estas ayudas las actividades que se hayan celebrado entre el 1 de diciembre de 2021 y el 30 de noviembre de 2022. La dotación presupuestaria para este año es de 589.000 euros. En la misma convocatoria del año pasado, se beneficiaron una treintena de iniciativas, con aportaciones de 12.000 a 3.000 euros.
Otros cambios que se esperan
Con las ayudas a la exhibición, que hasta ahora se hacían de forma autónoma y gracias al diseño del Spain Audiovisual Hub, en esta ocasión forman parte de los fondos europeos. Estas son las primeras líneas con las bases renovadas, pero se espera una cascada de novedades, entre las cuales se encontraría como gran titular la creación de una nueva convocatoria dedicada a producciones con un equipo y producción “muy valencianas” (al menos un 75% de producción y un 80% del equipo artístico y técnico deberían ser de la Comunitat), que permitiría elevar al máximo permitido la intensidad de la ayuda, hasta un 80% del presupuesto, hasta los 500.000 euros.
“Las bases actuales empezaron a trabajarse a finales de 2019 y las acabamos en abril de 2020, en plena pandemia. En la situación en la que estábamos, se hicieron unas bases adecuadas al momento de incertidumbre, con criterios que hacía que fuera muy fácil conseguir los puntos. En aquel momento sirvieron, pero las bases tienen que ser para unos cuatro años y el año pasado nos dimos cuenta de que hay que cambiarlas. Estamos preparando unas nuevas bases”, explicó en una entrevista en enero Jose Luis Moreno, entonces director adjuntos de audiovisuales. Se esperaba que las bases pudieran estar preparadas a finales del primer trimestre. Finalmente, complicaciones menores han retrasado muchísimo lo ya negociado con el propio sector.