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un 'encontronazo' entre las dos españas

Los hermanos Machado tienen su conversación pendiente en el Talía

Antonio Machado y su hermano, Manuel Machado, se reúnen en el escenario del Teatre Talía para tener una conversación pendiente, la más importante de sus vidas. Los hermanos Machado, obra de Teatro del Temple, presenta una charla sobre fraternidad y ruptura en la que la reconciliación se avista entre ambos. Un encuentro, además, que hace que choquen la España republicana y la de los sublevados

12/02/2023 - 

VALÈNCIA. Un escenario hipotético. Termina la guerra civil y Manuel Machado vuelve a Madrid, a la casa que compartían su madre y su hermano Antonio. Sin parecer que la guerra haya pasado se reúnen los dos hermanos, con la intención de hablar y enfrentar sus ideas en una conversación imaginada en la que todo cabe: tanto enfrentamiento como pacto, tanto olvido como rencor… Así se plantea Los hermanos Machado, que sube la conversación pendiente entre los hermanos al escenario del Teatre Talía del 15 al 19 de febrero. Todo ello gracias a la obra generada por Teatro del Temple, que construye este conflicto fraternal imaginario desde la poesía y el recuerdo.

Foto: MARCOS CEBRIÁN

Carlos Martín dirige esta obra, y además da la vida a Antonio en esta, con motivo de encajar todo desde el proceso más puro de la dramaturgia. Su trabajo se va mejorando con el tiempo, y asegura que según las reacciones del público y el propio diálogo que se establece de forma viva, y que crece con el proceso: “Vamos aprendiendo poco a poco que incorporar y que no, desde el sentido de la dramaturgia se va mejorando todo con el tiempo y se va adaptando una versión más realista de lo que sería esta conversación”. Ahora, con más de 1000 representaciones a las espaldas, tienen claro que ya suben al escenario una historia que se adapta ciertamente a lo que pudo haber sido esa conversación ficticia.

Para construirla se elabora un perfil de cada uno de los hermanos, a través de sus poemas y publicaciones por aquel momento. También se tiene en cuenta la inclinación política de ambos, generando de esta manera un enfrentamiento fraternal y otro entre las dos Españas: la sublevada de Manuel y la republicana de Antonio. En todas sus conversaciones hay un componente pasional que les lleva a intentar reconciliarse. Cuenta Martín que el contraste saca a flote el intento de buscar “el equilibrio en lo emocional”, que a su vez se sube a escena en un momento en el que también empiezan a verse dos Españas muy separadas en el ámbito político: “La obra tiene un claro eco en lo contemporáneo también, lo que hace el Teatro del Temple es generar una reflexión sobre como va el país, con motivo de evitar esa herencia que vamos arrastrando y que se traslada a la política y genera una crispación social”. 

Foto: MARCOS CEBRIÁN

Más allá del enfrentamiento de las dos Españas esta historia queda como algo “muy pasional”, y que introduce en algo tan íntimo como podría ser un conflicto doméstico. Mientras que la guerra los puso en bandos diferentes es el teatro el que imagina qué hubiera pasado si se hubieran juntado: “Trabajaron juntos, era una familia con mucha querencia. Juntos escribieron teatro, poesía y después de la guerra nunca más se volvieron a ver ni a hablar”. Cuenta Martín que realmente el único contacto que tenían cuando estaban en bandos encontrados es que se leían el uno al otro en sus publicaciones. 

Y en este momento es cuando surge la ficción. A través de textos rescatados de ambos dos e imaginando la relación que pudieran tener la historia surge y se desarrolla con total racionalidad. Ya no solo se habla de una relación fraternal, sino de la metáfora de las dos Españas enfrentadas, es lo que marca el eje y clave de la conversación: Antonio se ha mantenido fiel a la República hasta el final y Manuel ha estado escribiéndole loas a Franco.

Foto: MARCOS CEBRIÁN

Antonio creía fielmente en la República, desde el minuto uno la defendió a muerte. Su hermano mayor, Manuel, estaba del lado de lo sublevado. Realmente su pelea surgía sólo a través de los textos, ya que sus bandos al enfrentarse les separaron tanto física como ideológicamente. Los poemas que escribían en esos momentos de su vida son los que permiten asociar las relaciones emocionales con las literarias, y tal y como lo explica Martín esto permite que se haga hasta un retrato mutuo entre ambos: “Al final hablamos de su juventud, y de cómo son ellos como personas. Como hermanos contrastan mucho y eso es clave en la conversación entre ambos: Antonio era de un mundo más pausado; Manuel era un juerguista, mujeriego y más “bala”. Todo ello aparece representado en la obra”. Quien quiera introducirse en esta conversación familiar construida desde el pasado debe hacerlo con voluntad de inmiscuirse y aprender de las “cosas de familia” que de alguna manera escalan hasta la fama. 

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