ALICANTE. El Hércules logró el sábado una victoria que le deja a tiro de piedra del liderato de grupo: los blanquiazules se fueron a la cama ese día como colíderes junto al Manresa, pero este domingo veían cómo el Teruel les adelantaba al ganar en Alzira (0-1) y colocarse con dos puntos más (10).
Como los turolenses son su próximo rival (domingo, 17 horas), las opciones del equipo de Ángel Rodríguez de cerrar la jornada 5 como primeros pasan por ganar en La Pinilla (Lleida y Deportivo Aragón han perdido en allí en lo que llevamos de curso) y que el Manresa no lo haya hecho un día antes (juega la tarde del sábado) como local con el Terrassa.
Esto acaba de empezar, quedan 30 jornadas por disputarse, pero el mensaje del entrenador leonés desde que llegó a Alicante no ha sido otro que alcanzar cuanto antes el liderato y, por encima de todo, acabar la Liga regular ostentándolo, toda vez que el campeonato de grupo otorga el ascenso directo a Primera Federación. Es precisamente lo que consiguió Rodríguez el curso pasado con el Pontevedra (fue campeón del grupo 1 con 65 puntos, 4 más que los que obtuvo el Unión Adarve, el segundo clasificado y casualmente verdugo del Hércules en el 'play-off' de ascenso).
Al igual que los resultados (de dos empates consecutivos y tener más cerca el descenso que la cabeza de la tablas se ha pasado a dos victorias en seis días y a ver de cerca la primera plaza), el juego del Hércules también ha ido mejorando desde la primera jornada y lo mejor es que por el momento no se adivina su techo. No obstante las lesiones y algún lunar en la planificación, se puede decir que el técnico no solo cuenta con mimbres suficientes para que armar ese equipo ordenado, intenso sin balón y coherente con él que persigue, también que está sabiendo emplearlos con ese fin: frente al Espanyol B, el Hércules se acercó a esa idea de equipo durante más minutos que lo había hecho en El Prat, donde el verde artificial del Municipal Sagnier invitaba a jugar a otra cosa distinta a lo que había intentando en Alicante la semana anterior contra el Badalona, pero también hubo cierta mejora con respecto al choque de la jornada 2 y no digamos en relación al partido firmado en Son Bibiloni ante el Mallorca B, correspondiente al estreno liguero.
Los brotes verdes están ahí, pero todavía han de crecer. Lo que tarden en hacerlo determinará si la meta del campeonato de grupo queda más cercana o lejana, aunque ya se sabe que, como ocurre en el resto de ámbitos de la vida, en el fútbol también es mucho más difícil mantenerse como primero a lo largo del tiempo que llegar a serlo en algún momento. Es verdad que con serlo a la finalización de la Liga regular basta, pero no es eso lo que buscan (y demuestran) los protagonistas siempre que tienen oportunidad de hacer gala de su ambición.