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el objetivo es difundir el arte y facilitar la compraventa

GiC Art, la galería virtual que quiere ser el 'salvavidas' de los artistas alicantinos

5/05/2020 - 

ALICANTE. Antes de que se decretara el estado de alarma, Josep-Lluís González i Cuervo (GiC) estaba madurando la idea de crear una plataforma digital a través de la cual dar mayor visibilidad a la obra creada por artistas alicantinos. El objetivo no era otro que dar salida comercial a esas creaciones. “Los artistas viven de su obra y si la exponen y la muestran está muy bien, pero tienen que venderla”, afirma. Y es que el trabajo de los artistas es crear arte, pero eso implica que se tiene que visualizar para poder venderse, mientras que las vías tradicionales para tal fin han quedado bloqueadas.

La sociedad actual ha evolucionado de una forma distinta a la que estábamos acostumbrados y han desaparecido la mayoría de galerías de arte”, explica González i Cuervo. A falta de salas o galerías en las que se facilitase esa transacción y con una dramática situación agravada por la crisis sanitaria del coronavirus, se puso manos a la obra para lanzar este proyecto. Una iniciativa para la que ha contado además con la inestimable colaboración de la community manager Núria Menargues.

La urgencia de la situación les hizo adelantar todos los planes que tenían previstos para empezar cuanto antes. Nació así la plataforma GiC Art, que desde el confinamiento está promocionando el arte de los creadores de la provincia de Alicante y poniéndolo en manos de sus potenciales compradores. “Se vende todo lo que se publica”, cuenta entusiasmado. Algunas de esas últimas obras vendidas pertenecen a Inés Villeparisis, quien ha dado salida a varios de sus cuadros. “Se vendieron rápidamente”, sentencia el impulsor de esta iniciativa.

Según explica, la principal diferencia respecto a otras plataformas de este tipo radica en el movimiento de las obras que se muestran. “No queríamos una página web estática como puede tener cualquier galería, sino que pedimos que cada artista muestre su obra en movimiento y que sea algo activo”, explica. De esta forma, cada pieza se muestra en vídeo o giffs animados que aportan varias perspectivas y que se muestran solo en redes sociales ya que la página web no les ayuda a favorecer la inmediatez y ni el movimiento.

“Las obras se mueven y nos acercamos a ella al mismo tiempo que se presenta también al artista”, describe. La primera opción era hacer mini entrevistas con los autores de las piezas mostradas, pero la dificultad técnica que radica en el confinamiento ha dejado esa idea para más adelante. “A veces, ver una obra sin saber quién la ha hecho, queda como muy frío, por eso pedimos a los artistas un pequeño vídeo explicando su obra y presentándose”, apunta. Así han ido sorteando esas dificultades técnicas. De hecho, la intención es ir llenando sus redes de nuevo contenido poco a poco, ampliando después con esas entrevistas.


En GiC Art están preparando además la puesta en marcha de una tienda o marketplace en Facebook e Instagram para facilitar la adquisición de estas obras de arte. Pero esta nueva alternativa no consistirá en realizar esa transacción sino en labores de intermediación, poniendo en contacto a la persona interesada por una pieza con el autor o autora de la misma, quien ya se encargará de gestionar la compra y realizar el envío. 

“Como vemos que la situación actual no tiene visos de ninguna salida, porque a la iniciativa privada no le podemos pedir nada y en lo público no vemos nada imaginativo, pues pensamos que teníamos que tirar para adelante nosotros con este proyecto”, explica González i Cuervo. “Por ahora no se sabe lo que plantea la Administración, porque no se sabe bien qué es lo que dice el ministro”, afirma sobre las políticas de contención de esta crisis económica que sucederá a la sanitaria.

Una de las medidas que se solicitan, en este aspecto, es la supresión del IVA cultural. Sin embargo, Josep-Lluís González i Cuervo lo considera insuficiente. “No solo no se debería pagar IVA por la cultura, sino que los artistas tampoco deberían pagar ese impuesto en los productos o compras que realizan para llevar a cabo su obra”, sentencia, criticando al mismo tiempo el “excesivo papeleo” burocrático que requieren las convocatorias públicas, por lo que reclama agilidad en este ámbito para poder dar un mejor uso a los espacios públicos. “No hay por qué perder tanto tiempo en estas cosas, total para optar a ayudas que acaban siendo además muy escasas”. 

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