ELCHE. Desde el pasado 9 de enero, y con un plazo de finalización de cinco meses, la calle Federico García Lorca está siendo objeto de obras de renovación de las redes de agua potable y alcantarillado. Las conducciones de alcantarillado actuales son de hormigón y están al final de su vida útil, en un estado ya muy deteriorado. Además están bajo la zona de aparcamiento, lo que acelera su envejecimiento por las raíces del arbolado. Una actuación necesaria, pero que sin embargo está generando problemas a los vecinos, según denuncian, así como a comerciantes. Tienen pensado entregar una queja formal al Ayuntamiento.
En general, algunas de las problemáticas vienen, según denuncian, por la sensación de "caos" que viven, al asegurar que "no están señalizadas las entradas a la calle, cambian el paso constantemente, hay gente cayéndose...", explica una de las comerciantes, aseverando que una frutería de la zona "ha tenido que cerrar, en el taller tienen problemas para el acceso"... y pequeñas molestias diarias de pasarelas que se quitan en accesos o portales. En alguna de estas problemáticas ha tenido que intervenir la policía local, apuntan, para resolver alguna de esta situaciones.
Explican que además del polvo en las fachadas o la suciedad, "algún bajo se ha inundado", y esgrimen que "hemos visto zanjas mal tapadas". Una acumulación de pequeñas situaciones que han colmado la paciencia de algunos, ya que la actividad impide algunas actividades relacionadas con la meditación que hay en la calle. En general, entienden que la intervención es necesaria para la renovación, aunque echan en falta "algo más de información más allá de los carteles que se han pegado". En ellos se muestra el plano y las fases de toda la intervención, pero ven que aún queda un largo camino "porque hasta llegar a Pedro Juan Perpiñán aún queda bastante".
Por ello se dirigirán al Ayuntamiento urgiendo una mayor celeridad en las obras, ya que además aseguran que hay poco personal, "algunos días no hay nadie". Una situación similar por tanto a la de Olegario Domarco Seller, que hasta que acabó a principios de este año, había generado quejas de los vecinos porque soportaron nueve meses de obras (incluyendo la peatonalización y la previa renovación de alcantarillado), y también provocó el cierre de un taller. En ese caso el Consistorio se comprometió a acordar con la adjudicataria de la intervención acelerar las obras. Los vecinos buscarán en este caso el mismo efecto.
En todo caso, hace unos días la concejalía de mantenimiento informaba de que las obras de la empresta mixta se habían podido adelantar dos semanas respecto a lo previsto, con una ejecución del 80% de los trabajos de renovación de alcantarillado y el 35% de agua potable. Y que se había mejorado el acceso con las pasarelas debido a los problemas que estaba ocasionando la obra. Asimismo, el cruce de la calle Federico con la Calle Fernanda Santamaría ya se ha abierto al tráfico. Finalmente, se aprovechará también para reasfaltar la calle y adecuar las aceras en peor estado.