VALÈNCIA. La noche del 28 de abril de 2019, cuando el Botànic revalidó el Gobierno para los siguientes cuatro años, no estaba en ningún plan que en menos de un año la conselleria de Sanidad iba a tener que gestionar una pandemia. La actuación sobre una "situación muy complicada" en palabras del president de la Generalitat, Ximo puig, fue el "handicap" que se le puso por delante a la entonces consellera de Sanidad, Ana Barceló.
A partir de ese momento las comunicaciones por parte de Sanidad se intensificaron: ruedas de prensa, actualización de datos de personas contagiadas y fallecidas por coronavirus, y medidas para mitigar el alcance de esta pandemia fueron algunas de las actividades más destacadas. Tras unos meses, "los más intensos" de su vida, según la consellera, la situación se estabilizó, y Barceló volvió a pasar a un segundo plano mediático.
Tras la remodelación del Consell el pasado mayo, es Miguel Mínguez quien ocupa este sillón. El hasta entonces jefe de servicio del Hospital Clínico de Valencia e investigador principal del Incliva aceptó la propuesta de Puig para dirigir la Conselleria de Sanidad como cargo independiente en el último tramo de la legislatura. A pesar de ser un cargo independiente, Mínguez se ha personado en actos del PSPV, como el del pasado mes de febrero donde valoró de forma positiva las medidas llevadas a cabo por el consell desde 2015, y va a ocupar el número 5 en la lista del PSPV por Valencia a las elecciones autonómicas del 28 de mayo.
Por lo que respecta a los presupuestos, el área de Sanidad ha aumentado su presupuesto un 23,26% en la presente legislatura. Si en 2019 se presupuestaron 6.700 millones de euros -el gasto real siempre es mayor-, el presupuesto de 2023 es de 8.258 millones. El Consell ha mantenido siempre una inversión cercana al 30% del presupuesto total para la conselleria dirigida por Miguel Mínguez. El mayor aumento lo marcaron las cuentas de 2021, las primeras tras el inicio de la pandemia, donde Sanidad tuvo un 10,94% más de presupuesto que el año anterior.
En la actualidad, la Sanidad valenciana cuenta con 72.699 profesionales, de los cuales un 88,67% (64.461 personas) realizan su actividad en plazas gestionadas por la Conselleria, según el Informe de Gestión de 2021 elaborado por la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública. Entre 2019 y 2021 el número de personas que trabajan para el sistema público de salud valenciano aumentó un 18%. El mayor incremento se produjo en 2020, con 9.250 nuevos puestos de trabajo. El 75% de las plazas las ocupan mujeres y el 25% hombres, cifras similares a las de 2019.
España declaró el confinamiento de la población el 13 de marzo de 2020, justo un mes después de que falleciera el primer contagiado de España (y de Europa), aunque hasta el 3 de marzo no se conoció que la causa de la muerte. A partir de ese momento la Generalitat puso a disposición de la ciudadanía un número de teléfono para notificar de los contagios y solicitar información acerca de la pandemia.
El Palau activó un protocolo: Barceló comparecería ante los medios de comunicación una vez al día para informar de la evolución de la pandemia y actualizar los datos de personas contagiadas y fallecidas. Muchos de los medios, incluido Alicante Plaza, ofrecieron la señal en directo de dichas comparecencias. La consellera mantuvo el ritmo hasta el 20 de mayo de 2020, cuando la periodicidad cambió a dos veces por semana. Con el paso del tiempo el plazo entre comparecencias se hizo más grande, excepto en diciembre, con la escalada de contagios en la tercera ola. 2021 fue un año más tranquilo en este aspecto para la ya exconsellera.
La pandemia tuvo un gasto para la Generalitat de 341 millones de euros durante el primer mes y medio. De estos, 52,5 millones fueron destinados a la bautizada por Presidencia de la Generalitat, 'Operación Ruta de la Seda', que consistió en la compra de material de protección a empresas chinas por parte del Gobierno valenciano. Cabe recordar que el Consell ocultó durante un mes el primer contrato de ocho aviones por valor de 31,5 millones de euros. Hasta el 20 de abril llegaron un total de 14 aviones que transportaron 456 toneladas de material sanitario formado por: 17,7 millones de mascarillas, 7,2 millones de guantes, 1,1 millones de monos EPI, 597.600 gafas de protección, 20.000 termómetros y 50.000 batas.
A la pandemia sanitaria se sumó la de la desinformación, es especial en torno a las vacunas y el negacionismo sobre su efectividad y los intereses escondidos de los Gobiernos. Lejos de ello, el 27 de diciembre de 2020, la Comunitat tuvo el primer vacunado: Batiste, de 81 años, interno de la residencia de mayores Virgen del Milagro de Rafelbunyol, que recibió una dosis de Pfizer. Tras él, millones de personas pasaron por los puntos de vacunación para protegerse ante el contagio, "un hito" en palabras de Barceló. Justo dos años después de este momento se habían administrado 12,6 millones de dosis, lo que permitía que el 87% de la población valenciana tuviera la pauta completa.
A fecha de 3 de marzo de 2023, se han notificado un total de 1.587.001 contagios y 10.423 fallecimientos por Covid-19 en la Comunitat Valenciana. La provincia más afectada ha sido Valencia, con 854.458 contagios y 5.211 fallecimientos. Alicante ha registrado hasta la fecha 536.282 contagios y 3.955 muertes, mientras que en Castellón 196.261 personas han resultado contagiadas y 1.257 han fallecido.
Tras la pandemia de la Covid-19 llegó una nueva pandemia, la de la salud mental. La necesidad de tener una buena capacidad asistencial en salud mental se ha mostrado en todas las franjas de edad, aunque cabe recordar que en tres años se han multiplicado casi por cuatro las incidencias por suicidios, intentos de suicidio y autolesiones en el alumnado de la Comunitat. La cifra del curso pasado (2021-2022) fue de 1.600 casos, casi seis casos diarios.
Ante esta situación, el Gobierno valenciano nombró en abril de 2021 a Rafael Tabarés, catedrático de Psiquiatría de la Universitat de València, comisionado de la presidencia de la Generalitat en salud mental. Puig subrayó el "incremento de patologías graves" y "los efectos que está teniendo la pandemia en la salud mental" como motivos para llevar a cabo la creación de este puesto. Tabarés es desde entonces la cara visible de las políticas realizadas por la Generalitat en materia de salud mental, un hombre "superactivo" y "que tiene bastante claras las ideas", en palabras del conseller de Sanidad.
La Generalitat puso en marcha el pasado diciembre el plan valenciano de acción en salud mental, que cuenta con un presupuesto de 40 millones de euros para 2023, así como una serie de políticas que se llevarán a cabo hasta 2026. Este plan contempla la contratación de 250 nuevos profesionales, la creación de 4 nuevos centros de día, 3 unidaes mamá-bebé, así como seis equipos móviles de atención a domicilio.
"La salud mental ha salido de la marginalidad y ya está en el centro de la atención ciudadana, política y comunicativa", declaró Tabarés en la presentación de este plan. El conseller de Sanidad confirmó a Alicante Plaza que el Consell va a trabajar para potenciar la atención en salud mental para lo que se van a sacar plazas de psicólogos, de trabajadores sociales y de enfermería, "porque de psiquiatras en estos momentos es que no tenemos en bolsa de trabajo".
La última noticia destacada en esta materia ha tenido como enclave el IES La Morería de Mislata cuyo cuerpo directivo dimitió en bloque ante la "falta de recursos" para poder actuar frente a los problemas de salud mental de sus alumnos. Tras ello, el Consell ha anunciado la activación de una unidad para prevenir el suicidio en adolescentes, la contratación de más orientadores educativos, y un programa piloto de aprendizaje emocional que será puesto en marcha el próximo curso educativo.
Asimismo, a finales del año pasado, Sanidad aprobó el V Plan de Salud de la Comunitat Valenciana 2022-2030, que bajo el lema "más equidad, más bienestar, más salud" pretende optimizar el bienestar y la salud de la sociedad valenciana hasta el final de la década. El anterior Plan finalizó el pasado 2020, por lo que este es el primero que contempla una pandemia. En el documento se expone la necesidad de medidas estructurales que permitan "consolidar y adaptar las capacidades del sistema sanitario valenciano".
El Plan cuenta con tres líneas estratégicas con las que poder llevar a cabo su planteamiento. Por un lado, busca mejorar la salud "desde un enfoque transversal y de equidad" con el foco en mejorar la calidad asistencial y conseguir un acceso igualitario al sistema sanitario público. Este documento también expone la necesidad de que las personas se desarrollen "en entornos favorecedores de la salud", con la mirada puesta en el medioambiente, el ámbito laboral y los entornos educativos. Por último, subraya la importancia de que el sistema sanitario se pueda adaptar a "las necesidades de la sociedad". Para ello propone apostar por la Atención Primaria y mejorar la calidad del empleo en el sistema público sanitario.
Acabar con las concesiones en materia sanitaria ha sido y es uno de los puntos que más ha defendido el Botànic, aunque no siempre ha estado fuera de polémica. En octubre de 2021 la Generalitat formalizó la segunda reversión desde que accedió al Gobierno, después de que el Hospital de Alzira pasara a la gestión pública en abril de 2018. El de Alzira fue el primer paso de un Gobierno cuya política es la de que sus áreas de salud sean de gestión pública. A día de hoy quedan tres áreas en régimen de concesión: Manises, Dénia y Elche-Crevillente.
El actual Gobierno ya ha comunicado a Dénia la reversión para el 31 de enero de 2024, y ha aprobado en les Corts una proposición no de ley (PNL) para devolver a Manises a la gestión pública. Queda por saber qué ocurrirá con el Hospital del Vinalopó, cuya concesión acaba el 1 de julio de 2025, y que al cierre del ejercicio de 2022 contaba con 1.270 trabajadores.
El futuro de la sanidad valenciana está, en gran medida, en acabar las obras de construcción y ampliación de hospitales públicos, con el foco puesto en Orihuela, Ontinyent y València, donde tres centros sanitarios están afectados: La Fe, el Hospital Clínico y el antiguo Hospital La Fe, que será demolido para construir un nuevo edificio sanitario.
La infraestructura que se pondrá en marcha más pronto es la del Hospital de Ontinyent, que prevé abrir las consultas externas entre este mes y el próximo. El Hospital Clínico de València se encuentra en la actualidad en proceso de ampliación después que la UTE formada por Becsa y Edifesa se llevaran las obras por 52 millones de euros. Aunque las obras se preveían finalizadas para este 2023, acabarán a mediados de 2024.
En Orihuela, la UTE Rover-Germania ampliará el Hospital de la Vega Baja por 62 millones de euros (impuestos incluidos) con la construcción de dos nuevos edificios, así como la adaptación del entorno para poder llevar a cabo esta obra. La última actualización en infraestructuras sanitarias está en el Hospital La Fe, donde el Ayuntamiento ya ha completado los trámites para poder crear un nuevo edificio de protonterapia, desarrollar un aparcamiento en altura, así como una zona verde donde se incluirá la Alquería Monzó para usos dotacionales.