"Los siete partidos que quedan son finales y el que no lo viva así no estará con nosotros".
PAMPLONA. Con el rostro serio, como no podía ser de otra manera, comparecía Fran Escribá en la sala de prensa de El Sadar tras la derrota ante el Osasuna.
"Estoy decepcionado, no esperaba este partido; pensaba que íbamos a ser mejores en ambas áreas", se lamentaba en voz alta el técnico valenciano que, eso sí, "pese a la dificultad de la situación", abogaba por "no hacer una lectura pesimista": "Entiendo el fastidio, yo soy el primero que está enfadado, pero no creo que corresponda hacer una lectura diciendo que esto es un desastre porque hace dos partidos la gente estaba encantada con la imagen del equipo", señalaba Escribá.
El preparador franjiverde aseguraba que "ni la alineación ni el planteamiento" se habían visto condicionados por el choque del miércoles ante el Real Valladolid y, para ello, ponía el ejemplo de Gonzalo Verdú, del que no solo recordaba que tenía cuatro amarillas, también aseguraba que "arrastraba molestias". Escribá aseguraba haber apostado por un "equipo competitivo", aunque reconocía que no lo había demostrado sobre el cuidado verde de El Sadar.
Respecto al partido ante el Valladolid, el técnico por primera vez hablaba de "una final" y es que, si bien puntualizaba que "quedan muchos puntos" tampoco escondía su temor de que si piensan eso les pueda "pasar lo mismo" que en Pamplona: "Si para tener que dar el plus hay que vender el choque como una final, soy el primero que lo hará y si alguno se siente sobrepasado pues contaré con otro; los siete partidos que quedan son finales y el que no lo viva así no estará con nosotros", sentenciaba.
Arrasate: "Hemos dado un paso de gigante"
Por su parte, el entrenador de Osasuna, Jagoba Arrasate, aseguraba que los suyos habían dado "un paso de gigante" hacia la ansiada permanencia.
"Hemos hecho un buen partido y hemos ganado justamente. Veníamos de no quedarnos a gusto en nuestros últimos encuentros en El Sadar y hoy hemos estado serios y solventes además de dominar las áreas", explicó Arrasate en la rueda de prensa posterior al choque que le dio a su equipo 37 puntos.
El técnico vasco vio a su equipo "más fresco" con un 4-3-3 que ayudó a los hombres de ataque a estar "más liberados", siendo esa una de las "claves" de la tarde.
"Estamos obligados a refrescar al equipo, pero estoy tranquilo porque hay gente preparada y deseosa de poder aportar", apuntó el míster de cara al duelo intersemanal que disputarán ante el Valencia en Pamplona.
"Queremos que sea matemática. Sabemos que lo tenemos si ponemos el cuatro por delante. Vamos a intentar que sea este miércoles", respondió al ser preguntado sobre el objetivo de la salvación.