TexAthenea, empresa familiar de Villena con la cubierta solar más grande de la Comunitat. Foto: APALICANTE. A pesar de las turbulencias económicas internacionales, la inmensa mayoría de las empresas familiares españolas, prácticamente nueve de cada diez, confían en incrementar su facturación en los próximos ejercicios. Un optimismo que da continuidad a la senda positiva iniciada en 2021, tras el golpe de la pandemia, y que en el caso español es incluso superior a la media mundial, según la última encuesta sobre la empresa familiar realizada por la consultora PwC y difundida este miércoles.
El del optimismo respecto a la evolución de los negocios no es, con todo, el dato más llamativo del estudio. Prácticamente el 80% de las empresas familiares encuestadas reconocen que no tienen la sostenibilidad como uno de los ejes principales de su actividad. A pesar de la sensibilización cada vez mayor en este aspecto de las grandes compañías, y también de muchas pymes, dos terceras partes de las empresas familiares reconoce que no presta ninguna atención a los criterios ESG (medioambientales, sociales y de gobierno).
El estudio, una vez más, se ha elaborado a partir de entrevistas a los máximos responsables de 2.043 compañías seleccionadas entre los clientes de PwC en todo el mundo. Como en anteriores ediciones, sus autores constatan diferencias notables entre las empresas familiares españolas y las del resto del mundo: por ejemplo, ese mayor optimismo a la hora de realizar previsiones de futuro sobre el comportamiento de su cifra de negocio, mayor en España; o el escaso interés por potenciar las prácticas sostenibles en su actividad, que también es mayor.
Los autores, de hecho, advierten sobre el riesgo de que la empresa familiar pierda ese "plus de confianza" que siempre ha merecido entre sus grupos de interés, fundamentalmente los consumidores, si no apuesta decididamente por incorporar los criterios ESG a su gestión. "Este marchamo podría estar en peligro si los negocios familiares no apuestan por transformarse e incluir a la sostenibilidad, la diversidad y la inclusión en sus estrategias", indican. No tener entre sus prioridades estratégicas para los próximos dos años dichos criterios "podría poner en peligro su legado en el medio y largo plazo".
En el caso concreto de España, entre las diez principales prioridades de la empresa familiar para los próximos dos años no figuran las cuestiones medioambientales, sociales y de gobierno, y de hecho solo el 5% cree que reducir su huella de carbono o impulsar la diversidad es importante. Mientras, la responsabilidad social de la organización es relevante para algo más del 15% de los entrevistados. "Esto explica que nada más que el 17% de los negocios familiares españoles se considere muy avanzado en materia de sostenibilidad", indican los autores. Eso sí, "un buen punto de partida es que el 50% cuenta con una persona o un equipo en la organización responsable de ESG y de diversidad e inclusión".
Por el contrario, los asuntos donde las compañías familiares españolas están poniendo todos sus esfuerzos son los relacionados con la entrada en nuevos mercados y negocios (51% empresarios familiares globales versus 55% de los españoles), la mejora de sus capacidades digitales (44% globales versus 43% españoles), la fidelización de los clientes (42% versus 50%) y la protección de los negocios clave de las compañías (44% versus 31%).
El estudio revela la relación directa que existe entre el propósito y el crecimiento en las empresas familiares. En los últimos dos años, el 73% de los negocios familiares encuestados que experimentaron crecimientos de sus ingresos de dos dígitos contaban con un propósito y unos valores claros. Si hablamos de los entrevistados en España, el 69% asegura contar con un propósito claro y definido -diez puntos menos que en el conjunto de la encuesta- y el 61% dice vincular el propósito a sus productos y servicios y comunicarlo internamente de forma regular.
En cuanto a sus expectativas de crecimiento, los negocios familiares españoles entrevistados registraron un buen año en 2022, pues solo el 8% vieron caer sus ingresos. Para los próximos dos años, el 86% de las compañías encuestadas en nuestro país (el 77% en el conjunto del estudio) esperan seguir aumentando su facturación.
