ELCHE. Al segundo intento, todo apunta a que el Consistorio podrá renovar el tapizado y sillería del Gran Teatre. En los últimos meses del anterior equipo de gobierno el concurso quedó desierto, quedando aplazada la renovación de las butacas. No obstante, con la nueva licitación, ya hay varias empresas interesadas, por lo que a priori podría finalmente llevarse a cabo la actuación en las próximas semanas. Supondrá también la mejora de butacas en zonas con visibilidad reducida. El plazo será de tres meses una vez se adjudique.
Fue en el pasado mes de junio cuando se declaró desierto. El importe máximo para la actuación es de 66.315 euros (de los que 40.000 proceden de préstamo y 26.315 de una subvención de la Generalitat Valenciana). Aunque se presentaron dos compañías, entonces la primera lo hizo fuera de plazo y la segunda no acreditó su inscripción en el registro de licitadores (Rolece). Por su parte, PP y Vox rescataron el proyecto para priorizarlo y reiniciaron el concurso público el pasado mes de julio y este mes de agosto ya se han presentado cuatro propuestas económicas.
Se han presentado la empresa Lastras y Garrobo, Orsal Informática, Tabou Design y Pepa Seating (esta última en baja temeraria, por lo que podría quedar descalificada). Todas están sobre los 50.000 euros, excepto la temeraria, sobre los 44.000, motivo por el que quizá podría quedar fuera si no justifica el precio, al considerar la Mesa que el precio compromete la viabilidad del proyecto requerido. EN cuanto a los taburetes para mejorar la visibilidad, son unos 15.000 euros.
Asimismo, cabe resaltar que la Mesa de contratación apuntó a que" ninguna de las empresas ha efectuado la declaración relativa al cumplimiento de los estándares de ergonomía nacionales, europeos e internacionales suficientes para hacer confortable su utilización por personas usuarias más de 90 minutos, ni la adaptabilidad a diferentes constituciones, además las fichas que han presentado tienen característica de declaración responsable", debido a que son las propias compañías las que las diseñan y producen.
Cabe recordar que la actuación consiste en la renovación de la sillería en dos ámbitos. Por un lado, es necesario realizar el retapizado de 410 asientos, ubicados en el patio de butacas, por el mal estado general en que se encuentran para lo que se requiere la contratación del servicio de retapizado de los asientos. Además, se han detectado 42 asientos ubicados en la segunda fila de los palcos que hace que sean calificadas en su venta como localidades de baja visibilidad. Lo cual se trata de una deficiencia de la instalación. Por ello, es necesaria la contratación de un suministro de taburetes que, guardando la homogeneidad estética del conjunto de la sillería del Gran Teatro, consigan dotar de total visibilidad a las citadas localidades, sustituyendo las sillas actuales que se encuentren en mal estado.
Por último, hay que recordar que el anterior alcalde Carlos González se comprometió, en el marco del centenario del Gran Teatre, a declarar Bien de Interés Cultural (BIC) el inmueble, cosa que nunca se llegó a tramitar. Lo que podría quedar en manos del actual bipartito, si decide dar el paso con el inmueble, que está protegido ambientalmente (el grado con menor protección).