Machín se resiste a hablar de descenso virtual

ELCHE. "Contrariado". Así decía Pablo Machín que se encontraba en el vestuario del Elche tras la derrota a manos del Espanyol, merced a un tanto encajado en el minuto 92.

El preparador soriano hacia un repaso somero a las estadísticas del partido, claramente favorables a los suyos salvo en el caso de los goles anotados (el más importante), para decir a continuación que "poco más se puede hacer": "Hemos estado cerca de conseguir un punto que nos habría sabido bien, con 10 jugadores incluso hemos tenido opciones de ganar. Hasta el minuto 92 todo el mundo estaba satisfecho con el rendimiento del equipo [...] nos vamos sin puntos, pero tras realizar un buen partido. Mis jugadores han hecho todo lo que siempre les exijo y la afición así lo ha reconocido, creo que ha disfrutado de un gran partido de Primera División", señalaba el técnico franjiverde, apuntando a continuación a "los infortunios, las pequeñas cosas que nos penalizan mucho" cuando se le preguntaba por las razones que habían provocado que su equipo no llegara ni a sumar un punto, pese a ser en líneas generales mejor que su rival. 

Además del inoportuno resbalón de Helibelton Palacios en la acción del gol de Sergi Darder, entre esas "pequeñas cosas" que penalizaron a los franjiverdes este domingo cabía encuadrar las dos cartulinas amarillas que en el tramo final del encuentro vio José Ángel Carmona, la segunda por una falta evitable en el centro del campo. Al respecto, Machín decía que el joven futbolista cedido por el Sevilla estaba "arrepentido" y que le había podido su impetuosidad, tras errar en el sentido del control: "Hemos acusado mucho la expulsión porque era un partido de alta exigencia física y nos ha obligado a cambiar de rol [...] Son peajes a pagar; los tenemos que asumir todos como grupo", apuntaba.

Parte de la grada no dudó en acusar a Machín de falta de reflejos a la hora de introducir los cambios, empezando precisamente por no haber sustituido a Carmona a tiempo, pero el técnico soriano del Elche defendió su proceder (tanto la identidad de los elegidos como la posición y el momento), advirtiendo sobre "circunstancias distintas a la necesidad de refrescar el equipo": "A veces parece que tenemos la obligación de hacer los cambios, pero entran en juego circunstancias dentro de la dinámica distintas de la necesidad de refrescar al equipo", explicaba.

Por cierto, el entrenador del Elche se resistía a hablar de descenso virtual, fundamentando su opinión en que los suyos "no habían sido peores" que el Espanyol, al que se refería como "un gran equipo [...] nos ha faltado el acierto en los 15 tiros que hemos hecho a la portería contraria que sí ha tenido (Sergi) Darder. Son cosas que no se pueden cambiar de la noche a la mañana, sí que los jugadores vayan para arriba, generen más ocasiones", sentenciaba.