Presentación de 'Eco Challenge' ante el Consell ELCHE. El 30 abril era la fecha marcada para que se publicara la convocatoria oficial de los distintos ministerios para dar a conocer los conocidos como 'Perte' (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica), que serán los que absorban los fondos europeos de reconstrucción: los Next Generation EU. Sin embargo, prácticamente entrados en julio, no solo no se ha publicado, sino que aún se desconocen asuntos relevantes relativos a la financiación de cada iniciativa. Algo que estrecha el margen de actuación, sobre todo para las pymes, teniendo en cuenta que antes de final de año han de estar en marcha.
En este sentido, entre enero y febrero los diferentes consorcios —condición de Europa para que los fondos afecten a toda la cadena de valor— presentaron sus manifestaciones de interés, es decir, sus propuestas de inversión vertebradas en las líneas estratégicas marcadas por el Gobierno para absorber los recursos en su Plan de Resiliencia: cohesión social y territorial, transformación digital, igualdad de género y política verde. Con estas manifestaciones de interés, una vez sondeado desde el Ejecutivo Central las propuestas, tiene que lanzar una convocatoria pública para que los consorcios presenten sus proyectos concretos, dentro de cada apartado dentro de los Perte, dedicados a distintos sectores.
José Antonio Carrasco (i) y Francisco García de Quirós (d) en el Parque Científico Una convocatoria a modo de concurso público, al igual que se hace en la administración local: aunque se entienda a quién va a ir la adjudicación del proyecto en cuestión, la ley obliga a adjudicarlo mediante esa concurrencia. En cualquier caso, esta convocatoria y concurrencia es la que se tenía que haber aprobado en abril. Dado que la primera fase de inversión de los fondos europeos finalizaba en 2023 —la segunda hasta 2025—, se ha prorrogado hasta 2024. Llegada esta situación, como ponen de relieve algunos de los consorcios liderados desde Elche —de los 20 que respalda el Consell, cuatro son ilicitanos— que han trabajado estos proyectos, aún hay mucha incertidumbre no solo con los plazos, sino con cómo se tienen que gestionar las iniciativas. Hasta ahora, se han ido enterando vía medios de comunicación o vía rumores e información oficiosa.
Desde Emxys, que quiere impulsar un proyecto de planta de satélites espaciales, su director técnico Francisco García de Quirós, relata que por ejemplo tenía que salir un registro de Hacienda para que se adhirieran las empresas, y aún no ha tenido lugar. "No es que no se sepa nada de la convocatoria, sino qué formato tendrá, cómo se va a gobernar la asignación de dichos fondos y bajo qué regulación, cómo se va a implementar...". Una cuestión que no es menor porque otra de las condiciones de la Unión Europea es que sean proyectos de cofinanciación pública y privada. Parte de la inversión tendrá que ser privada, de las empresas que forman los consorcios, y otra pública, desde Europa. Pero se desconoce oficialmente, más bien se intuye, cómo se articulará la misma.
"A día de hoy tampoco sabemos qué porcentaje va a ser inversión, cuál préstamo y cuál de financiación privada", señala. A priori, uno de cada cuatro euros ha de ser de financiación privada; es decir, el 25%. Pero poco más se sabe, salvo la estructura del programa: el Perte es el mecanismo que establece las líneas estratégicas mencionadas, 'políticas palanca' en las que dentro figuran los subapartados —componentes— de inversiones y reformas a los que se tendrán que adscribir los proyectos concretos de cada sector. En total, 6 Perte, 10 políticas palanca y 30 componentes. "Dentro de nuestra política palanca que es Pacto por la Ciencia y la Innovación nos afecta al componente 17", explica de Quirós, que indica que en el sector aeroespacial, uno de los Perte, aún hay mucha ambigüedad. Y opacidad del Gobierno.
No obstante, el director técnico de Emxys reconoce que es una situación compleja, así como el encaje de los Perte por temas de competencia, pero el principal temor es que teniendo que implementar esta financiación antes de 2021, "el tiempo para desarrollar las propuestas puede ser muy reducido para el tamaño de los proyectos, que son de más de 40 millones de euros, en los que hay que conocer las necesidades de garantías financieras de los consorcios, prever la inversión necesaria...". En definitiva, margen de maniobra, puesto que pasado medio año, necesitan saber cómo y de qué forma financiarse, conseguir los respectivos avales y conocer cómo se articulará la gobernanza para empezar los proyectos este ejercicio.
Ezequiel Sánchez, director de estrategia y Adrián Hernández, CEO de Simplicity Works "El problemas de las pymes es cómo lo vamos a hacer con un tiempo que suponemos que va a ser muy corto si esto tiene que desarrollarse en 2021", teniendo en cuenta que es el desarrollo de propuestas muy complejas. "Es muy preocupante. Tendrás que tener la parte de financiación privada asegurada que no es baladí, otros requisitos financieros, avales, alegaciones, plazos administrativos, firma de contratos... y agosto es inhábil".
Una incertidumbre generalizada, corrobora también Ezequiel Sánchez, director de Estrategia de Simplicity Works, la empresa tractora del proyecto para el calzado Eco Challenge. "Estamos todos a la expectativa", relata. "Tenemos el informe del avance europeo., queda la transposición a nivel español para ver cómo se va a concretar". En su caso, Sánchez ya anticipa que todo apunta a que tendrán que trabajar bastante este verano. Espera que la convocatoria oficial para los Perte se haga pública en las próxima semanas, y están también a la espera de cómo se articulará la gobernanza de cada uno de los proyectos y sus ayudas específicas.
"El segundo semestre va a haber necesidad de correr, de aquí a final de año hay urgencia para tratar de contratarlo todo", declara. Aunque en su caso, también apunta a que el modo de convocatoria que ha salido hasta la fecha tiene sentido para las pymes al ir asociadas a las empresas tractoras de cada uno de los proyectos. "El hecho de poder ir agrupadas en consorcios es una ventaja, ahora queda entender bien cómo van a a ser los mecanismos de coordinación interna de los proyectos". Por lo pronto, de Eco Challenge tienen una reunión de coordinación interna este lunes para seguir cerrando flecos: "No hemos dejado de trabajar en la parte interna con las empresas que participan (en su consorcio)", indica.
En cualquier caso, su situación es la misma, están pendientes de conocer cómo van a funcionar las certificaciones, cómo será la financiación para asumir los costes de inversión... “No ha avanzado al ritmo que todos esperábamos y nos obliga a correr: el primer trimestre ha sido de trabajo de las empresas, el segundo negociación con Europa y ahora segundo semestre para concretar los desembolsos". En consecuencia, el Estado tiene que presentar los proyectos más concretos para final de año, dado que lo que se ha presentado en Europa son las líneas estratégicas, "pero claro las empresas también necesitamos saber qué tipos de ayuda vamos a tener". Y adhiere que "se asume que puede haber una batalla por la eficiencia en la gestión de los fondos", una prueba del algodón para las compañías pero también para el país; para demostrar que se van a poder absorber y ejecutar los 140.000 millones de euros que recibirá España.
