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El Monchi de Aranjuez

14/02/2019 - 

ALICANTE. El Hércules ha sabido moverse tras la lesión de Emaná con la llegada de Benja. Si el mercado de invierno no es fácil y encontrar un delantero cotizado menos todavía, Portillo ejecuta un triple salto mortal para lograr la incorporación de Benja desde el Elche una vez cerrado el plazo de fichajes. Capacidad goleadora contrastada en Segunda B. No será el Monchi de Aranjuez, pero si este movimiento lo firma cualquier director deportivo afamado y querido por cualquier círculo del entorno herculano, más de uno y más de dos estarías haciendo palmas con las orejas.

Planagumà tiene probablemente la mejor oportunidad de conseguir un logro importante en Segunda B, y también, una de las plantillas con más potencial que ha formado el Hércules en su último paso por la categoría de bronce. David Esteve en Esport Alacantí recordaba las palabras del mítico y añorado Luis Aragonés, cuando sentenció aquel "si no estoy en la final con este equipo soy una mierda de entrenador", en el contexto de la Eurocopa 2008. Tres cuartos de comparación para la actual situación blanquiazul. Si el cuadro dirigido por el catalán no logra el ascenso la temporada puede calificarse sin lugar a dudas de fracaso.

Pero para hablar de ascender primero hay que entrar en 'play-off'. El Hércules lleva desaprovechando dos semanas los pinchazos de los equipos punteros, y las cinco primeras plazas se han comprimido de forma sustancial. Villarreal y Atlético Baleares han metido otra marcha y pugnan por la primera posición, mientras Lleida, Cornellà y Hércules pelean por entrar en la zona de privilegio. Esa breve recuperación ante los filiales del submarino amarillo y del Espanyol ha quedado en nada por la derrota ante Ebro y Teruel. El conjunto alicantino ha desaprovechado demasiadas oportunidades, y ahora tiene un margen exiguo. El reto de la regularidad sigue siendo la asignatura pendiente.

Hablando de asignaturas pendientes, y de desaprovechar oportunidades, Hércules y Lucentum han tirado por la borda la ocasión de otro supersábado en la capital de la comarca. El fútbol comenzará a las siete de la tarde, mientras que el baloncesto (por jornada unificada vía demanda FEB), lo hará a las ocho. El horario herculano lo determina un posible favor de los alicantinos hacia el Cornellà, que juega Copa Federación, aunque, ya puestos, es incomprensible que no pueda disputarse el partido a las seis de la tarde. Como reacción, el Lucentum dejará pasar a la segunda parte del partido de su equipo a los aficionados del Hércules. Siendo abonado de ambos conjuntos, con el correspondiente mosqueo que me deja el tema horarios, no veo bien la medida del club lucentino. Resta valor al abonado fiel al basket y juega a la contra. Pero oye, cada uno en su casa hace lo que quiere.

En fin, que se nos queda un fin de semana en el que veremos un Hércules-Cornellà crucial, un duelo directo, y otro test para saber el objetivo por el cual pelearán los alicantinos de aquí a final de curso: la primera plaza o simplemente entrar en promoción. Otro test para Planagumà, y creo que así serán todos los partidos hasta la conclusión del curso. Porque ahora, con esta plantilla, y con el dinero que se han gastado Ortiz y Ramírez, más los dolores de cabeza de Portillo para la confección del equipo, no caben excusas para los resultados y el rendimiento. Ni palabras bonitas, ni grandes discursos. Vale el fútbol y el trabajo.

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