ALICANTE. Todavía restan horas para el cierre del mercado de fichajes de invierno pero, como adelantó Alicante Plaza la noche del miércoles, el Hércules ya ha dicho su última palabra: con seis altas y ocho bajas, a cada cual más polémica, los blanquiazules cerraban por adelantado la ventana de fichajes de enero.
Pese a que Vicente Mir declaró a su llegada al club que no habría una revolución, que su intención era la de recuperar al grupo, la realidad ha sido bien distinta, con salidas insospechadas como las de Fran Miranda que se ha ido a reforzar a un rival directo y Borja Martínez; otras que nadie deseaba como la de Carlos Martínez, el máximo goleador del equipo; e incluso se le ha enseñado la puerta, de la peor manera posible (con la carta de despido), a un Alejandro Alfaro al que el preparador de Meliana dedicó no poco tiempo en sus primeras sesiones de entrenamiento, precisamente buscando recuperarlo.
Por el contrario, se han hecho con una taquilla en el vestuario local del Rico Pérez seis jugadores con los que prácticamente nadie, al margen de la comisión deportiva, contaba hace un mes: a excepción del alicantino Raúl Ruiz, uno de los últimos en incorporarse a la disciplina blanquiazul en estas semanas de mercado, no se puede decir que nadie esperara que el Hércules se fuera a reforzar con Carlos de Lerma o Vergos, por poner solo dos ejemplos.
El Hércules se ha hecho en este mercado de fichajes de invierno con el central Bruno Perone; el lateral Raúl Ruiz; el mediocentro Carlos de Lerma; el mediapunta Vergos; y el extremo Olavide. Al tiempo, ha prescindido de los servicios de los laterales Rulo Prieto y Víctor Olmedo; los mediocentros Fran Miranda y Jaime Alvarado; el extremo Borja Martínez; y los mediapuntas Alejandro Alfaro y Carlos Martínez.
Paco Martínez y Francisco Escudero, con la supervisión de Juan Carlos Ramírez, han girado el volante de un Hércules que se ha reforzado buscando confeccionar el mejor grupo para encarar 16 jornadas de infarto, de las que necesariamente habrá de cerrar un mínimo de nueve con victoria si desea eludir el descenso a Tercera División y es que enero, en clave blanquiazul, ha estado marcado por los malos resultados: como local, el Hércules ha firmado dos empates (2-2 con Ejea y Prat) y una derrota (por 1-3 contra el Atlético Levante) ante rivales directos y, como visitante, el equipo de Mir encajó otra derrota (1-0 ante el filial del Villarreal).
A priori, los blanquiazules son ahora un conjunto de menor calidad, pero tal vez con jugadores más apropiados para pelear al borde del precipicio. El tiempo dirá si apuesta era ganadora.