ALICANTE. En el Hércules dicen no saber nada del contrato de arrendamiento del estadio José Rico Pérez, ese que el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) sostiene que sigue en vigor y el liquidador de Aligestión Integral considera extinguido.
Lo curioso del asunto es que el IVF aspira a que el juez lo cancele pero el arrendatario, el club blanquiazul tampoco sabe nada. Bueno, por no saber, desde las oficinas de Foguerer Romeu Zarandieta aseguran que nadie se ha dirigido a ellos (no es que tengan prisa por pagar el alquiler de la temporada 2016/17 pero sí saber cuánto y a quién), tanto antes como después de la subasta del estadio. Ni desde el juzgado (tuvo que ser el Hércules quien advirtiera al magistrado que lo había arrendado en 2007 por 25 años), ni desde Aligestión (el administrador concursal y a la postre liquidador de esta sociedad sí que le trasladó al club y sus accionistas que el estadio se subastaba libre de cargas) y tampoco desde el banco del Consell y el Ayuntamiento de Alicante, pese a que no hay micrófono al que no hayan declarado que club blanquiazul tiene garantizado seguir haciendo uso del estadio.
Cesión del uso
El pasado miércoles el José Rico Pérez cumplía 43 años. Una natalicio que 'celebraba' bajo su nueva condición de bien público (aunque ya lo fue entre 1993 y 2007), toda vez que desde marzo forma parte del patrimonio de la Generalitat Valenciana (de 1993 a 2007 fue de titularidad municipal).
Esto último nos lleva a la segunda de las tres partes en las que se estructura la que ya muchos califican como comedia de enredo de la temporada: el banco del Consell y el Ayuntamiento de Alicante apalabraron la cesión del uso del estadio por cinco años a cambio de un canon anual de 200.000 euros pero ahora, tanto el director general del IVF, Manuel Illueca, como el alcalde, Gabiel Echávarri, se limitan a cruzarse mensajes en público invitándose el uno al otro a solicitar una cesión que, para más inri, requeriría no solo del consentimiento de la Dirección General de Patrimonio, también el voto favorable del pleno municipal de Alicante, algo que hemos sabido recientemente gracias a unas declaraciones del alcalde accidental, Natxo Bellido, a los compañeros de Radio Alicante.
Es evidente que el IVF quiere ceder el Rico Pérez cuanto antes (para empezar a sacarle un rendimiento económico) pero el Ayuntamiento no se lo solicita porque el siguiente tema a abordar será el otrora pregonado arrendamiento del estadio a un Hércules que a día de no puede presentar un certificado de estar al corriente de sus deudas tributarias (no cuenta con un acuerdo de aplazamiento), es decir, no puede contratar con la Administración.
Los cálculos del banco del Consell es que ingresará un millón de euros con la cesión del Rico Pérez durante cinco años (200.000 euros por ejercicio), lo que le permitirá recuperar una pequeña parte de los hoy 15,4 millones que le adeuda hoy la Fundación del Hércules; un roto en las arcas públicas que el IVF aspira a reducir a la mitad posteriormente, con la venta de un inmueble con el que se hizo en marzo por un neto de 1,2 millones, cuando en 2007 Aligestión se convirtió en su propietario pagando la friolera de 8,7 y comprometiéndose a invertir otros 4,3 millones en reformarlo (por cierto, trabajos que el gobierno municipal del PP certificó en su día que se realizaron, pero PSOE, Guanyar y Compromís dudan que fuera así).
Quién paga en última instancia los 200.000 euros
La pregunta que muchos se hacen, empezando por el Hércules, es quién va a pagar en última instancia los citados 200.000 euros si por un casual un día de estos IVF y Ayuntamiento formalizan la cesión. Echávarri ya descartó que el uso del Rico Pérez por parte del club blanquiazul fuera a ser gratuito pero de ahí a cobrarle un alquiler anual de 200.000 euros hay un trecho...
El contrato de arrendamiento suscrito con Aligestión en 2007 obligaba al Hércules al pago anual de una cantidad equivalente al 7% de los ingresos que por abonos, taquillas y derechos de televisión tuviera en cada ejercicio, además de a correr con los gastos de mantenimiento: en la temporada 2014/15 el Hércules pagó 56.000 euros de alquiler y 66.000 en la 2015/16. Cantidades a las que hay que sumar los 120.000 euros anuales que cuesta el mantenimiento...
El Sporting Plaza de Argel, club domiciliado en Alicante capital y cuyo primer equipo de fútbol femenino, tras el descenso del Elche CF el pasado mayo a Segunda División B, tiene el honor de ser 'el primer equipo de la provincia' (el que milita en una categoría más alta), descarta solicitar el uso compartido del Rico Pérez por carecer de capacidad económica para pagar aunque fuera solo una parte de las citadas cantidades que el Hércules liquidó a Aligestión en 2015 y 2016, además de correr con parte del gasto de mantenimiento. Pero es que, en el peor de los casos, la entidad de Foguerer Romeu Zarandieta no se plantea aceptar algo distinto de lo que firmó con la citada mercantil en 2007, cuando militaba en Segunda División A e ingresaba anualmente siete veces más que hoy en el tercer escalón del fútbol patrio.
Es decir, que parece complicado que el Ayuntamiento pueda repercutir en el Hércules y otro u otros equipos los 200.000 euros que habría de pagarle anualmente al IVF. Igual lo alquila a promotores de conciertos.