ALICANTE. La decisión está tomada. El Consell se decanta finalmente por el antiguo edificio de Sanidad Marítima del Puerto de Alicante como emplazamiento para situar la futura sede del Instituto de la Memoria: un ente de carácter autonómico previsto en la Ley 14/2017 de Memoria Democrática y para la Convivencia de la Comunitat, encargado de promover el cumplimiento de esa normativa, y que tendrá sede estable en la ciudad, en sintonía con otros organismos autonómicos como la Sindicatura de Greuges o la Conselleria de Innovación.
Fuentes consultadas por Alicante Plaza confirmaron que la Conselleria de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática ya ha trasladado una manifestación de interés ante la Autoridad Portuaria con el fin de optar al uso del edificio, en régimen de concesión, después de que la Conselleria de Cultura haya desistido de su pretensión inicial: gestionar y rehabilitar el edificio como centro museístico ligado al Consorcio de Museos.
El paso atrás de Cultura habría dejado el camino despejado al departamento autonómico que coordina Rosa Pérez, que trata de evaluar ahora la inversión que resulta necesaria para acondicionar el inmueble, con el propósito de incluir esa suma en los presupuestos de 2022. En todo caso, no existe ninguna estimación sobre la fecha en la que el Instituto podría ponerse en funcionamiento, ya que también debería contar con la incorporación de personal asociado. En el momento de su creación, entonces bajo el paraguas de la Conselleria de Justicia, se barajó la posibilidad de que contase con una plantilla mínima de 20 funcionarios para que pudiese ejercer el segundo de los papeles que le reserva la Ley: convertirse en un centro de estudio e investigación sobre la Memoria. Entre otras iniciativas, con el impulso de campañas de búsqueda de represaliados durante la Guerra Civil y la Dictadura, como las que ya se han acometido, hasta ahora sin éxito, en el cementerio de Alicante, o como la nueva campaña que se prevé retomar a partir de la subvención solicitada por la Concejalía de Cultura.
Memoria Democrática programa la reserva de fondos para acondicionar el inmueble en los presupuestos autonómicos de 2022
Lo cierto es que la propia elección del inmueble que albergará la sede del Instituto no es anecdótica. Memoria Democrática había barajado emplazamientos como la propia Delegación del Consell en Alicante (el edificio de la Casa de las Brujas, en el que se encuentra de manera provisional); la dirección territorial de la Conselleria de Obras Públicas, en la avenida de Aguilera; el Palacio de Justicia de Benalúa, o los edificios municipales de Labradores 15 o del Centro 14, en el Casco Antiguo, como informó este diario.
De todas ellas, una de las principales alternativas que se han llegado a sopesar era la de Palacio de Justicia de Benalúa. Esa ubicación habría dotado al ente autonómico de un especial carácter simbólico, ya que el edificio judicial albergó la cárcel en la que se produjo el fallecimiento de Miguel Hernández. No obstante, la incertidumbre sobre los plazos para que el uso del inmueble pueda quedar liberado (tras la construcción del nuevo complejo judicial de la Ciudad de la Justicia) habrían llevado a desistir de ese planteamiento.
Eso sí, la conselleria ha optado por el antiguo edificio de Sanidad Marítima que no cuenta con menor carga simbólica, puesto que el Puerto de Alicante fue el lugar de finalización de la contienda de la Guerra Civil y punto de partida de los exiliados republicanos a bordo del Stanbrook con destino a Orán.