ELCHE. Después de un bloqueo de cinco años, el Botànic ha aprobado finalmente la tasa turística, una medida que ha generado mucha polémica y rechazo entre el sector, pero que también ha ido generando tensión durante estos últimos años en el seno de los tres partidos que forman el Ejecutivo autonómico. Mientras que PSOE, Compromís y Podem se han puesto de acuerdo finalmente, el acuerdo deja la pelota sobre el tejado de los ayuntamientos, donde los mismos partidos no tienen por qué ofrecer la misma sintonía. En el caso ilicitano, los socialistas, que nuclean la mayoría del bipartito, han decidido que no se aplicará en Elche, con la contrariedad de Compromís, que ya mostraron su posición en plenos pasados.
Así lo avanzaba este jueves el alcalde Carlos González, que recordaba que es una aplicación potestativa, indicando que la decisión del "equipo de gobierno es no aplicarla en 2022 ni 2023 al sector turístico, como medida de apoyo, ya que es un sector fundamental para la economía de la ciudad y está aún en fase de recuperación". El regidor se lo ha trasladado a Aete, Hosbec y la propia CEV, entendiendo que "en este momento el sector tiene que recuperar y regenerarse después de la pandemia". Una decisión que no se ha trasladado directamente a Compromís, aunque las posiciones ya son conocidas por distintas sesiones plenarias, tanto los socialistas como el resto de la corporación están a favor de la no aplicación de la tasa, mientras que tan solo Compromís son quienes sí están por el cobro de la misma.
Por su parte, la portavoz de los socio de gobierno, Esther Díez, reitera sobre el cobro de la tasa que "desde Compromís nos parece positiva la aprobación en tanto que garantiza mejores servicios para la ciudadanía y visitantes". La edil añade que hay que tener en cuenta que "ya pagamos la tasa turística cuando viajamos a otras ciudades, tenemos que establecer una corresponsabilidad entre las personas que van de viaje a sus destinos. Allá donde está implantada han aumentado los ingresos y no se han reducido las visitas", asevera. La concejal también ha llamado la atención sobr el hecho de que el acuerdo sea de los tres partidos del Botànic, incluyendo al propio PSOE. "Una tasa además que ha sido refrendada y negociada con los agentes sociales, el propio sector turístico, sindicatos y las kellys, es decir, que ha ido mucho más allá, no solo acordada con la patronal del sector".
Sea como fuere, se trata de la segunda vez en pocos días en la que los socialistas hacen valer su mayoría en Elche, anunciando unilateralmente —aunque en este caso, con la salvedad de que ya se conocían las posiciones de ambos— la decisión que se tomará al respecto de temas sensibles. Esta vez ha sido la tasa turística, hace unos días fue la retirada del callejero en el catálogo de vestigios franquistas de la conselleria de Calidad Democrática, y en anteriores ocasiones fueron los casos del proyecto hotelero en el Convento de la Merced, el grado de Medicina en la UA o la regeneración del tramo urbano del río Vinalopó. Como en la anterior legislatura, las distancias se van acentuando tímidamente, y cada formación marca sus líneas de cara a unas elecciones en medio año.