ESTE VIERNES LLEVA AL TEATRE ARNICHES 'UNA HISTORIA UNIVERSAL'

David Espinosa cuenta la historia del animal que tropieza dos veces con la misma piedra

20/01/2022 - 

ALICANTE. El ilicitano David Espinosa hace un recorrido por la historia de la humanidad para contar los episodios más significativos y hacer una crítica que rebusca en el pasado para encontrar el origen de las situaciones que se viven en el presente. Desde la creación del Universo, pasando por la Prehistoria y por el origen de la civilización, y continuando por el surgimiento de las religiones y de etapas históricas como la Edad Media. “Hay un orden cronológico, pero también jugamos con la asociación de ideas y vamos de una a otra, con saltos temporales, en lugar de ser realmente fieles al calendario”, explica el creador de este espectáculo, que se podrá ver en el Teatre Arniches este viernes, 21 de enero, a las 20:30 horas.


En un momento dado del show, el intérprete entra en la antigua Grecia trayendo la idea del teatro como imagen visual y enlazándolo con el Imperio Romano y las películas de gladiadores. Lo que le lleva directamente a la etapa más contemporánea, a través del cine y las películas de romanos, para volver después al nacimiento de Jesucristo. Un trayecto asociativo, más que cronológico, que combina esos saltos temporales para poder jugar con el factor sorpresa con el que pretende no solo recrearse para su propio disfrute, sino también llamar la atención del espectador. “Eso me da pie para el absurdo y el humor”, apunta. Una ironía que, además, le ayuda a conectar con el presente. “Con algunas ideas locas trato de visualizar por qué estamos como estamos”, comenta.

Hay un espíritu crítico. “Me sale de una manera natural y me permite mostrar las cosas con cierta perspectiva”, explica. El autor trata de desarrollar a su manera la idea global del libro Sapiens. De animales a dioses: Una breve historia de la humanidad, del escritor israelí Yuval Noah Harari. “Él desgrana el presente a través de la historia, pero lo hace con el texto, con la palabra, algo que le permite ser más claro y concreto”, explica. Ese espíritu movió a Espinosa a intentar hacerlo a través de la imagen. He ahí, de hecho, su principal particularidad. Y es que el alicantino sustituye a los actores por elementos como sombras, figuras y objetos.

“Yo no vengo de la técnica del títere o la marioneta, sino que habitualmente he hecho un trabajo más teatral y coreográfico, incluso desde la danza contemporánea”, describe. Así, explica que el objeto en sí mismo representa a un actor, mientras que la forma de moverlo lleva a algo parecido al stop motion o una película de animación en volumen. “Vamos pasando de una imagen a otra a través del movimiento”, apunta. Una complicación, un nuevo lenguaje, que comenzó a trabajar en un momento vital en el que se encontraba saturado de convencionalidades y buscaba nuevas propuestas. 

Empecé a cuestionarme cómo seguir haciendo algo escénico desde otro lugar”, recuerda. Idea que inició con otro espectáculo en el que trabajaba a escala 1:87 con figuras en miniatura. “Una forma de cuestionar el tamaño de las cosas, en concreto el de esas grandes producciones megalómanas que se están dando hoy en día en el teatro”, sentencia. A partir de ahí, empezó a explorara las oportunidades que le brindan los objetos. “Las sombras que se generan en la pantalla, sonidos, luces, colores… y esa narratividad que te da el objeto sustituyendo al cuerpo humano”, explica el autor. Y aunque siempre ha ocupado él la posición de intérprete, en esta ocasión es Jordi Casanovas quien coge esos elementos mientras él lleva la batuta en la parte técnica.

Vamos a morir todos

Para explicarlo de forma gráfica, es como un niño pequeño con sus juguetes, pero contando algo trascendente. La historia universal del hombre, que es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. “No es algo infantil o naif, sino que tiene más mala leche y por eso la parte irónica está muy buscada tratando de ir también a la parte más oscura o menos amable de la historia y de la forma de presentarlo”, comenta. Universo infantil que Espinosa lleva al lado contrario a través del humor. Un juego con reflexiones profundas que generan emotividad. “No dejamos de ser un mamífero que está aquí de casualidad y lo realmente sorprendente es lo que hemos llegado a construir”, apunta el alicantino que, sin tratar de hacer spoiler, sí avanza que “al final moriremos todos”.

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