ELCHE. Con quince años, será el pregonero más joven de la historia de las fiestas de Elche. David Agulló, que lleva desde los siete en la Escolanía, ha sido el escogido por el Ayuntamiento para ofrecer otra visión, desde la juventud. Actúa en el Misteri nada menos que como María Mayor, también ha formado parte del musical Los chicos del coro, en Madrid, y ha participado en programas televisivos. Con enorme responsabilidad, lo afronta ilusionado y con ganas de compartir su punto de vista, para que la juventud se interese por otros actos de la fiesta.
— ¿Qué supone ser pregonero de Elche?
— Es un honor; tengo muchas ganas de ese pregón. Sé que lo voy a disfrutar mucho. Tenía ganas de algo así. Para mí es muy emotivo y bonito.
— ¿Has preparado ya el discurso?
— Estoy en ello; quiero dar visibilidad a los jóvenes.
— ¿De qué irá?
— De todo un poco: del Misteri; reivindicaré el papel de los jóvenes, que lo tenemos bastante difícil; estarán también presentes todas las fiestas...
— Con quince años, ¿sientes presión?
— Hay un poco de nervios y presión, pero el Ayuntamiento ha confiado en mí. Serán de diez a quince minutos.
— ¿Hay más nervios en esto o en la representación?
— Ahora mismo, en el Misteri tengo muchos nervios y presión, pero un poco más en esto porque lo mío no es hacer discursos. Al tener el Misteri tan presente, lo tengo más asimilado; esto me ha venido más de sorpresa.
— En la presentación apreciabas que se pusiera en valor a los artistas. ¿Qué dificultades tienen?
— Más que nada, se echa en falta el apoyo de parte de las administraciones. Al no ser una gran ciudad no tenemos las mismas oportunidades que en Madrid o Barcelona.
— ¿Desde cuándo y cómo entras en en la Escolanía?
— Entré con siete años porque mi profesor de música me decía que veía la voz muy potente y que debía probar en la Escolanía. Allí me enseñaron la técnica José Manuel Guinot, Francisco Javier Gonzálvez (mestre de capella), Javier Piñol o Pepe Galiana que este año no está con nosotros.
— ¿Qué papeles prefieres en el Misteri?
— Es mucho más emocionante e impactante el Ángel Mayor, por la coronación, pero le tengo un cariño especial a la María, porque lo llevo representando cuatro años, y es un papel más largo; me da tiempo a quitarme los nervios. En los papeles cortos como el Ángel hay mucha tensión. Con más tiempo puedo dar lo mejor de mí.
— ¿Harás de María Mayor también este año?
— Me han dicho que sí, pero también me querían jubilar porque ya mido 1,80 metros; quizá sea el último año, pero ya llevo dos años así… (risas). También por el cambio de voz, pero se mantiene donde tiene que estar y lo controlo.
— Decían que hay que apostar por los jóvenes. ¿Ves que a la gente de tu edad se le escucha poco?
— En parte, pienso que sí. En las fiestas no estamos muy presentes. Estamos fuera y animo a la gente a que lo viva dentro. Están en las barracas, pero no ven lo que hay.
— ¿Ves interés en la gente joven por el Misteri?
— No lo ve mucha gente joven, pero deberían participar. Ven que es en una iglesia, que es de cantar, como una ópera, y es algo que no llama la atención. Haría falta más difusión, sobre todo en los colegios, para avanzar en ello. En las clases de historia, por ejemplo, se aprende mucho de la Edad Media y poco se sabe de la época en el pueblo.
— ¿Qué tal la experiencia en Los chicos del coro?
— Se estrenó en noviembre, ensayando desde enero, y acabó hace poco. Me llevo un montón de amigos; el teatro La Latina, que es increíble, con mil personas de aforo; los profesores, que también eran de nivel, y me ha ayudado a coger tablas. La gente es muy profesional y he podido aprender. Natalia Millán, Jesús Castejón… hay mucho talento. Son menos conocidos, pero tienen más talento.
No hay fiestas sin música, y en el caso de Elche hay una tradición más que centenaria de canciones tradicionales que se han mantenido y que no solo son meras canciones, sino pequeños capítulos de mitos y tradiciones de siglos de historia que crean identidad