Los cosméticos veganos de Saigu saltan al 'offline' de la mano de la alicantina Behind

ALICANTE. La firma de cosméticos veganos Saigu Cosmetics, nacida de la mano de dos emprendedores menorquines y acelerada en Lanzadera, sigue los pasos de otras empresas nativas digitales y una vez consolidada como ecommerce salta al offline. La empresa creada por Gerard y David para poner en el mercado cosméticos respetuosos con el medio ambiente busca hacerse física para trasladar a los clientes los valores de la marca, y para ello ha apostado por una flagship en Barcelona, diseñada por la consultora alicantina de marcas Behind.

El proceso para abrir esta flagship ha sido el contrario al habitual, según destaca el CEO de Behind, Juan Antonio Carcelén. Gerard y David buscaban un espacio físico donde sus clientes pudieran conocer cómo se fabrican sus cosméticos, dado que la transparencia es una de sus máximas junto con el respeto al medio ambiente. Ese espacio, que primero iba a ser un laboratorio abierto, fue evolucionando hasta convertirse en una tienda-laboratorio.

Gerard, ingeniero químico, tenía la inquietud de crear una línea de cosméticos que fuera respetuosa con el planeta, y para ello se asoció con su amigo de la infancia, David. Saigu, que significa agua en menorquín, tenía claro que iba a crear sus propias formulaciones y que iba a ser totalmente transparente. "Esta filosofía es la que les lleva a querer tener un espacio físico donde la gente pueda ver cómo crean sus productos", explica Carcelén, "y luego la idea evoluciona hasta crear también una tienda donde vender sus productos, que hasta ahora solo se vendían online". 

El espacio diseñado por Behind evoca los valores de naturaleza y espacios abiertos que definen a Saigu, lo que contrasta con la imagen del barrio de Gracia donde ha abierto, un entorno marcadamente urbano. La tienda de Saigu ha abierto justo frente al mercado de la Abacería, recién demolido para reconstruirlo de nuevo. "Tenemos el laboratorio, con paredes transparentes y una puerta en acordeón que se abre a la tienda, donde cualquiera puede entrar", explica Carcelén. Entre la tienda y el laboratorio, "una zona de maquillaje interactiva, donde los clientes pueden probar productos y se realizan colaboraciones con influencers".

El espacio de Saigu es "muy fresco", con colores claros, vegetación y completamente abierto (se quitó el falso techo para darle más amplitud y se han hecho los arcos desde cero), con las celosías y la madera como elementos diferenciales. La idea es que el local transmita los mismos valores que definen a los productos de la marca, con una cosmética natural, fácil de usar y envases también muy sencillos. En horario comercial, los clientes que visiten la flagship de Saigu no solo podrán ver el laboratorio abierto y pasar para conocerlo, sino que incluso está previsto que puedan 'fabricar' cosméticos propios.