VALÈNCIA. Aunque aquel primer confinamiento nos pueda parecer lejano ya, ese mundo de teatros con butacas precintadas y mascarilla en el cine, lo cierto es que los efectos de la crisis sanitaria todavía se pueden notar, un cambio de ciclo en las industrias culturales que, ahora, se puede cuantificar. Un año más, el Ministerio de Cultura ha hecho pública la Encuesta de Hábitos y Prácticas Culturales en España 2021-2022, un informe que además cuenta con un módulo específico dedicado a las prácticas y consumo cultural durante el periodo del confinamiento en 2020 y del que se pueden extraer no pocas conclusiones sobre cómo se ha comportado el usuario en esta vuelta progresiva a una normalidad que no llega a ser como antaño. El informe estudia el periodo entre marzo de 2021 y febrero de 2022, un espacio de tiempo marcado por el covid, clave para interpretar unos datos que presentan descensos generalizados en las actividades que conllevan asistencia presencial y, también, por lo que respecta al escenario laboral. También responde el informe a la pregunta qué hicimos los valencianos -además de cantar ‘Resistiré’- durante el confinamiento y confirma un cambio de ciclo en el mercado musical: el vinilo ha vuelto para quedarse.
El sector cultural valenciano ha visto crecer el número de empleados en el último año, aunque todavía sigue arrastrando los efectos de la crisis de la Covid-19. Concretamente, hay 60.900 personas que se dedican a labores de edición, museos, archivos, vídeo, radio o espectáculos, entre otras actividades. Lo que representa un 2,9% del empleo total en la Comunitat Valenciana, en el segundo trimestre de 2022. Sin embargo, aunque en 2021 había dos mil puestos de trabajo menos, todavía no se ha llegado a los niveles alcanzados hace tres años, cuando había 63.100 personas con trabajo.
A nivel nacional sucede lo mismo. El sector cultural ha recuperado empleo, pero no supera la cifra alcanzada antes de la pandemia. Son 705.400 los trabajadores activos en este mismo periodo, lo que representa un 2,1% más que en 2021, pero un 0,7 menos que en 2019. Con todo, el informe señala además que hay un 7,2% más de contractos indefinidos que en la prepandemia. La reforma laboral juega un papel fundamental en esta tendencia, ya que desde principios de año dejó de existir el contrato de obra o servicio, uno de los más extendidos. Así, 384.000 personas contaron en el segundo trimestre de 2022 con un puesto de trabajo indefinido.
¿Y cuál ha sido la respuesta del público a la programación cultural en el desconfinamiento? En todos los ámbitos, las restricciones de movilidad y aforo por las medidas sanitarias han traído consecuencias negativas. Eso sí, con lo que respecta a los museos resulta curioso que la Comunitat Valenciana sea la más interesada de todo el país, pero se sitúe en el puesto número 15 en asistencia. Por su parte, la media nacional se fija en un 25,% de asistentes, frente al 46,7% de 2019. Ahora bien, esta no sería la única razón, también los encuestados admiten una falta de tiempo y de motivación.
Sobre las artes escénicas, la valoración del interés de los valencianos y valencianas se fija en 5,9 puntos sobre 10, lo que la sitúa en el quinto puesto en el listado total de autonomías, como ya ocurría en 2019. No obstante, la asistencia a espectáculos también ha caído con respecto a hace tres años atrás, cuando un 29,8% de los valencianos afirmaba haber acudido a una representación. En el último estudio, solo 10,4% personas admitieron haber ido, principalmente al teatro. La siguiente disciplina con más visitas fue la ópera, pero solo recibió a un 1,7% del total.
En cuanto a la música en directo, es aquí donde posiblemente se haya notado más las restricciones de aforo, puesto que ni los ciclos de conciertos ni los festivales pudieron volver a los niveles de público de la prepandemia. Fue en abril cuando se regresó a la normalidad, con un SanSan que acogió a cuarenta mil personas. Hasta entonces, el número de personas que asistió a un concierto fue de un 12,4 por ciento a nivel nacional y 9,8 por ciento en la Comunitat Valenciana. Eso sí, el interés de los valencianos por ir a un concierto era más: un 29,7%. Pero el problema principal con el que dicen haber topado fueron las restricciones.
De igual modo, hasta marzo de 2022 los cines valencianos tuvieron que respetar la obligatoriedad de dejar un asiento libre de distancia en la misma fila entre personas o grupos de personas no convivientes. Con menos aforo disponible, solo un 29,7% vio una película en la gran pantalla. No obstante, el principal problema de la caída de público sigue siendo que se considera “caro” y los encuestados admiten que prefieren verlo en televisión, vídeo o por Internet.
El auge del vinilo se lleva cocinando durante años, con la caída progresiva del resto de formatos físicos frente al dominio del streaming para el ‘consumo’ cotidiano. Frente a este último, el vinilo supone un formato ‘deluxe’ más apreciado por unos consumidores que ven en lo físico una experiencia más especial y no tan habitual como antaño, un objeto para coleccionar y no tanto ‘de batalla’. El cambio de tendencia es palpable en las propias tiendas y viendo las ediciones publicadas por grandes y medianos artistas, un giro de timón que ahora vienen avalados por números. Los datos de la asociación de Productores de Música de España (Promusicae), que hizo públicos el pasado mes de septiembre, confirmaban el cambio de tendencia: por primera vez desde 1991 la venta de vinilos supera al CD. Así pues, tras un espectacular aumento del 25% en las ventas, el vinilo ya supone más de la mitad del total del mercado físico en el país.
Este dato se puede completar ahora gracias al informe del Ministerio de Cultura, que desvela que la Comunitat Valenciana es la cuarta con más vinilos por personas en el hogar, con un 32,2 por ciento (una subida de cinco puntos frente a la encuesta del ciclo 2018/2019), situándose por encima de la media nacional. Este nuevo estudio, además, confirma por primera vez el cambio de tendencia avanzado por los datos de Promusicae, un cambio que se puede apreciar en el porcentaje de personas que cuentan en su casa con un equipo en el que poder reproducir vinilos. Este porcentaje frena la tendencia a la baja habitual en cada uno de los informes emitidos desde 2006 y, por primera vez, refleja una subida, pasando del 16,6 por ciento al 18,5.
De manera excepcional, la encuesta incluye un módulo específico dedicado a conocer los elementos esenciales de la práctica cultural en el periodo de confinamiento nacional (del 15 de marzo al 31 de mayo de 2020). Durante este, las actividades más frecuentes fueron ver películas, series o escuchar música, actividades que realizaron en este periodo el 90,8% de los encuestados, el 81,3% y el 86,4% respectivamente. En el caso de los usuarios valencianos, los datos reflejan un consumo por encima de la media nacional, con un 95% en visionado de películas, un 87% de series y un 89,4% de consumo musical. Nos situamos ligeramente por debajo de la media en la lectura de libros: el 56,1% de los ciudadanos leyó al menos un libro durante el confinamiento frente al 55,6% de valencianos. De igual manera, el 15,9% jugó a videojuegos (17,9 en España).
Esto por lo que respecta a las actividades cuya práctica no se vio alterada (aunque sí su consumo), pero no hay que olvidar que con el cierre de centros culturales y demás establecimientos, no fueron pocos los que se apresuraron a llevar parte de su programación al ámbito virtual, una experiencia que forzó la imaginación de instituciones y demás agentes culturales. Y, ¿cómo respondió el público valenciano a esto? Lo cierto es que, en casi todas las áreas, por debajo de la media nacional. De acuerdo con el informe, un 6,3% de la población accedió virtualmente en este periodo a museos, exposiciones o galerías de arte, el 4,5% a monumentos o yacimientos y el 2,4% a salas de cine online. En el caso de la Comunitat Valenciana, los datos bajan al 5,2%, 3,9% y 0,4% respectivamente. Si nos centramos en asistencia virtual a espectáculos, el 3,9% accedió a espectáculos escénicos y un 10,9% a conciertos, frente al 2% y 8,1% en la Comunitat.
En la práctica activa de determinadas actividades artísticas durante el periodo de confinamiento citado se observan tasas ligeramente superiores a las registradas en el periodo posterior al confinamiento. Así, el 13,3% de la población investigada hizo fotografía en el periodo de confinamiento citado (la última tasa anual se cifra en el 13,1%), el 12,8% pintó o dibujó (última tasa anual 10,1%), el 9% hizo video (última tasa anual 7,1%). En el periodo de confinamiento, el 8% se inscribió por primera vez a plataformas digitales de vídeos, el 5,4% a plataformas digitales de prensa, el 3,2% de música y el 1,5% de libros.