ALICANTE. El complejo cinematográfico de Ciudad de la Luz, en Alicante, seguirá bajo gestión directa de la Generalitat, a través de la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo. Los planes puestos en marcha por el Consell del Botànic para dotar a los estudios de una dirección colegiada, a través del correspondiente concurso, han quedado suspendidos por ahora por tiempo indefinido después de que el nuevo ejecutivo autonómico compuesto por Partido Popular (PP) y Vox, haya acordado paralizar el proceso de contratación que se encontraba en curso.
De hecho, la apertura de los sobres dos y tres con las propuestas técnicas y económicas de los seis licitadores que habían registrado ofertas al cierre de plazo para hacerlo, quedaron aplazadas a principios del mes de agosto, sin que se concretase una posible nueva fecha para retomar el proceso. Y lo cierto es que no se espera que pueda darse ese paso al menos hasta mediados del próximo mes de septiembre, cuando el Consell confía en tener cerrado el nombramiento de un nuevo director general de la Sociedad Proyectos para la Transformación Digital (SPTD). Es decir, la empresa pública (antes denominada Sociedad Proyectos Temáticos) que ha venido asumiendo la gestión de ese activo bajo la batuta de Antonio Rodes (ya cesado) desde que, en 2015, se constituyó la primera alianza entre PSPV y Compromís en el ejecutivo valenciano.
La pretensión del departamento autonómico que ahora encabeza Nuria Montes es revisar ese procedimiento de contratación para analizar las bases del concurso y comprobar si, a juicio del nuevo Consell, responden a los requisitos idóneos. Y, en caso contrario, promover su rectificación con los ajustes que se estimen oportunos, a partir de la valoración que pueda formular también el nuevo director general de la SPTD y su equipo de colaboradores. En todo caso, según fuentes consultadas, el objetivo sigue siendo dotar a los platós de Aguamarga de una gestión profesional, a menos que ese análisis pendiente acabe por desaconsejar esa fórmula.
La postura de Innovación es, además, aplicar esa revisión a todos los proyectos y contratos que penden de la SPTD, lo que incluye la gestión de Distrito Digital: el proyecto promovido desde la Generalitat para dinamizar y diversificar el modelo productivo de la Comunitat hacia la innovación, la economía digital y el desarrollo tecnológico durante el tiempo en el que el complejo permanecía afectado por la prohibición de desarrollar actividad ligada al audiovisual, como consecuencia de la sanción impuesta por la Unión Europea (UE) por un supuesto de ayuda ilegal de Estado registrado durante la primera etapa de vida de los estudios.
Lo cierto es que la suspensión por decisión política del proceso de licitación para dotar a Ciudad de la Luz de un equipo gestor vuelve a posponer la posibilidad de que el complejo tenga un rumbo definido en lo que se convierte, de facto, en su tercera paralización. La primera llegó después de que el propio Consell del Botànic se enmendase a sí mismo y renunciase al primer concurso convocado con la intención de contratar únicamente a un director. Esa decisión conllevó que se lanzase un segundo proceso de licitación ampliado para dotar al complejo de un equipo gestor. Ese nuevo concurso partía con un presupuesto de 5 millones para un contrato de cinco años de duración.
Pero ese proceso también se vio interferido temporalmente a instancias del recurso presentado por un grupo español dedicado a la producción audiovisual contra las bases del proceso al considerar que incluía condiciones excluyentes. El Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (TACRC) estimó parcialmente su impugnación y acabó desbloqueando el proceso a finales de junio.
El levantamiento de la suspensión permitió abrir un plazo adicional para el registro de interesados, lo que permitió pasar de tres ofertas iniciales a seis: Stage Fifty, Buftea Studios, Mediapro, Nu Boyana, MBS Group y Secuoya, según trascendió poco después. Cuatro de esos seis licitadores son de origen internacional y acumulan experiencia en producciones para los grandes estudios cinematográficos o para plataformas de contenido audiovisual como Netflix. Así, podría darse por cumplidos algunos de los requisitos delimitados en las bases del proceso como la capacidad de acreditar experiencia en grandes rodajes.
En todo caso, la comprobación de esas condiciones queda supeditada, ahora, a la hipotética reanudación del proceso que puedan acordar los nuevos responsables de la SPTD, en el supuesto de que se confirme la apuesta por su continuidad. Entre tanto, los estudios mantienen un funcionamiento discreto tras acoger los primeros proyectos (la serie La Ley del Mar o la producción francesa Sharks in Paris, por ejemplo), a la espera de que puedan concretarse dos próximos proyectos nacionales y otros ocho de carácter internacional, que -como ya había informado este diario- se estaban negociando con grandes productoras estadounidenses y plataformas de streaming hasta la irrupción de la huelga de guionistas y actores que ha acabado por ralentizar la actividad del sector en términos globales.