SANT JOAN D'ALACANT. A raíz de los datos que desprende el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), elaborado por el Ayuntamiento de Sant Joan d'Alacant, Compromís ha realizado un trabajo de análisis sobre los carriles bici que actualmente existen en el municipio. Lo ha hecho a través de un vídeo que estudia y explica los elementos que los definen. La formación ha querido conocer de primera mano los motivos por los cuales en el municipio no existe una movilidad sostenible destacable, teniendo en cuenta la poca superficie de la localidad y sus características geográficas.
Según el PMUS, Sant Joan cuenta con más de 13.500 metros de carril bici repartidos por todo el término municipal, pero "parecen no responder a los criterios básicos y fundamentales de continuidad, homogeneidad, funcionalidad y seguridad que debe tener una red ciclista, algo que provoca que no sean suficientes para convencer a la población de utilizar la bicicleta como medio de transporte cotidiano: solo el 8 % la usa para sus desplazamientos", informan desde Compromís.
El principal problema es la desconexión y la falta de continuidad del carril bici
Por un lado, el principal problema que sufre Sant Joan es la desconexión y la falta de continuidad. Numerosos carriles bici no están unidos entre sí, por lo que "no existe una posibilidad real de desplazarse de manera continua y segura". Esta falta de conexión interfiere en la funcionalidad de la red y se agrava con la "escasa penetración" en el casco urbano, debido a que no hay una conexión con las calles principales de Sant Joan o Benimagrell, ni con los edificios públicos como la biblioteca, el mercado, el polideportivo o incluso con algunos centros escolares.
Además, Sant Joan no se comunica mediante vía ciclista con otras localidades del alrededor como Mutxamel o el Campello. El caso de la playa es llamativo: a 2,5 kilómetros, el camino más rápido y directo es el de la carretera de Benimagrell, pero no dispone de carril. "Si quisiéramos ir de manera segura, tendríamos que desviarnos por Capiscol y José Garberí con casi 4 km de recorrido o, incluso, optar por Pérez Gil, con un trayecto de casi 5 km", exponen desde la formación.
Las vías que sí que están comunicadas no lo hacen de manera continua en cruces o intersecciones, como ocurre con Manolo Morán con las calles Sant Antoni, Maestro Bonafonte, Los Álamos, El Salt y Comtat de Fabraquer, "afectando a la seguridad y rompiendo la continuidad del trayecto". Esta falta de conexión se encuentra también en la altura de la Policía Local o en la calle Escritora Paca Aguirre, donde directamente falta un tramo por pavimentar.
Asimismo, las conexiones entre carriles no se producen de manera homogénea. En pocos metros se puede pasar de una ciclovía a un carril por la acera y otro por calzada, unos con pavimento existente como el asfalto o la misma baldosa y otros con pavimento especial. En la avenida de Alicante se puede comprobar como en 500 metros hay cuatro tipos de carriles diferentes, con cambio de lado de acera y ancho de vía, que provocan que el recorrido no sea continuo.
Predominan los carriles que empiezan o acaban sin generar un trayecto continuo y práctico, además de tener escasos metros que no están comunicados, como los 180 metros del de la avenida Benidorm, donde se prioriza el aparcamiento y el acceso a la gasolinera no cuenta con acera, obligando a las personas a andar sobre el carril. Se puede entender que este tramo se conectará con el resto de metros de la avenida Miguel Hernández, con el desarrollo del SUP-11, como los 170 a la altura del polideportivo y los 80 que pasan por Mundicar, actualmente sin utilidad.
Sorprende el tramo de 50 metros junto a Carrefour que se origina en una acera por la que no se puede circular y acaba en una farola que impide el paso. El carril junto a la finca de Abril, unos 150 metros aislados, puede entenderse como alternativa a la circulación por dentro de la rotonda, pero una vez acabada, no hay otra opción que incorporarse a la carretera.
No es el único caso, pues la mayoría de carriles finalizan bruscamente sin una alternativa, como en la avenida Mutxamel, Basilio Sala, Miguel Hernández con Ausiàs March, a primeros de la Rambla de la Libertad, en la calle Maigmona, Condado de Fabraquer, avenida Alicante, Pintor Velázquez, avenida de la Cadena o a la CV-8214 a la altura de la Cox.
Por otro lado, según el inventario ciclista del PMUS, el pavimento de los carriles está calificado como "en buen estado". Sin embargo, el estado de conservación de la mayoría de ellos es, según tilda Compromís, "lamentable", haciéndolos poco transitables y seguros. Los carriles están llenos de parches y baches, con un pavimento agrietado donde la pintura prácticamente es inexistente, con desniveles que acumulan el agua cuando llueve o donde la falta de mantenimiento de la vegetación del entorno invade el paso.
Llaman la atención aquellos de nueva creación, como el de la calle Maigmona. Pero, sobre todo, destaca el estado del carril del Comtat de Fabraquer en su conexión con la Alquería, que hace años que está sin pavimentar, con una superficie irregular e, incluso, inaccesible, que hace que sea un recorrido a evitar.
Un 25 % de la población considera "inseguro" desplazarse en bici en Sant joan
Todos estos motivos aumentan la inseguridad y disuaden el uso de la bicicleta. Un 25 % considera que no es seguro desplazarse en bici y prefieren moverse en vehículo a motor. Si además sumamos el comportamiento de quienes dejan su vehículo en el carril o de quienes no lo respetan caminando sobre él, se contribuye a hacer más insegura y peligrosa la circulación.
Unido a esto, hay una ausencia de señalética básica y necesaria, sobre todo, en cruces e intersecciones que son clave tanto para los ciclistas como para el resto de usuarios. Además, la mayoría de estos puntos coinciden con la discontinuidad del carril y generan una mayor peligrosidad. Todo esto sin entrar a valorar el peligro que supone circular por carretera cuando no hay carril.
Compromís ha llegado a la conclusión de que "la actual red de carriles es insuficiente y necesita una intervención profunda que tiene que ser ampliada con la incorporación de nuevos tramos continuos, seguros y funcionales". Aunque el PMUS comprende una red más extensa, la propuesta no incluye, por ejemplo, la conexión con el Polideportivo o el carril de la avenida Miguel Hernández, y no acaba tampoco de conectar el resto de tramos.
"Con este trabajo pretendemos evidenciar una problemática que sufrimos desde hace años para poder actuar lo antes posible y apostar realmente en políticas verdes y accesibles que transformen Sant Joan en una ciudad más sostenible. Lemas como 'Cuando pedaleas, Sant Joan respira', que defienden una movilidad sostenible que no tenemos, carecen de sentido cuando finalizando 2022 Sant Joan queda lejos de tener una conexión capaz de fomentar y facilitar el uso de la bicicleta", afirman desde Compromís.